Se celebraron las primeras misas con presencia de fieles
Viernes 19 de junio. A las nueve de la mañana suenan las campanas de la Iglesia llamando a Misa, algo que no ocurría desde que el 15 de marzo los obispos decidieran suspender las celebraciones con presencia de fieles a causa de la pandemia de Coronavirus. Un sonido que había desaparecido y que ahora generaba sonrisas en quienes estaban en la parroquia de la calle Millán, en el Prado. La de Ntra. Sra. De la Asunción y San Carlos Borromeo fue una de las primeras misas públicas celebradas después de tres meses de silencio.
En la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús los católicos recibieron el regalo de poder volver a estar en Misa. Una alegría para los sacerdotes que han estado celebrando en privado, para los fieles que no podían reunirse, para los que sirven en la comunidad y no estaban entregando ese servicio. “¡Qué emoción volver!”, dijo Charo al reencontrarse con su parroquia. En la puerta había un comité de bienvenida que incluía alcohol en gel y el registro de nombre y teléfono, tal como exige el protocolo vigente.
Charo fue primero a la capilla del Santísimo, otros fieles fueron directo al templo. Ahí se ubicaron en las zonas designadas con carteles de “siéntese aquí”. Se notaba que había habido preparación. El párroco, P. Jorge Mastrángelo, estaba feliz. Lo mismo que Lidia, que es secretaria parroquial. Detrás de su tapaboca azul, contó que en este tiempo había poco movimiento en la Secretaría, pero que quienes llamaban, lo hacían para preguntar cuándo empezaban las misas. Este viernes fue también encargada de los cantos, una tarea desafiante para quienes deben estar con barbijo durante toda la ceremonia.
La distancia, el tapabocas, la ausencia de saludo con la mano o con un beso… todo eso daba igual; la palabra más repetida ese día fue “alegría”. Charo se refirió a “una alegría enorme” y a “una emoción que no se puede describir, es la emoción de volver a la casa del Padre”.
También lo dijo el párroco al subir al atrio al comienzo de la Misa. “¡Qué alegría volver a reencontrarnos!” Y agregó: “De a poquito, porque somos poquitos”. En efecto, el templo tenía una capacidad superior a la cantidad de personas presentes, al contrario de lo que sucedería poco después en Ntra. Sra. Del Carmen la Mayor, más conocida como Iglesia del Cordón.
Allí el aforo era menor, pues la celebración sería en la sacristía, un lugar amplio pero no tanto como el templo. La puerta principal estaba abierta de par en par como pocas veces (en general abren las laterales de la central, pero no la puerta central interior), y entraba con fuerza la luz de la mañana. El párroco, P. Washington Hernández, daba la bienvenida y anotaba nombre y teléfono de quienes llegaban. Su tapabocas era “camisetero”, con la Virgen del Carmen estampada. Lo ayudaba el P. Krzysztof Pacholak, que luego iría a celebrar a Los Vascos.
Florencia llegó con sus cuatro hijos. Una imagen tierna y rara a la vez, pues no deja de impresionar el ver a niños chicos de tapabocas. En su caso, eligió esa iglesia por una cuestión de horarios y lo vivió con una “emoción grande”, también por haberlo podido compartir con sus niños. “Aunque son chicos y se distraen, es súper importante que escuchen algo de lo que dice el sacerdote y vivan la Eucaristía”, comentó. Alfonso, de unos diez años, lo tiene clarísimo. Dijo que quería volver porque “faltaba la presencia de Jesús”. “Mientras que vos te peleas con los hermanos, decís cosas feas y necesitás desahogar un poco y venir a rezar acá”. Listo, todo dicho.
La comunión fue para ellos y para todos el momento seguramente más esperado. En la mano y con sacerdote de tapabocas, pero daba igual. Después, a rezar tranquilos, agradeciéndole a Jesús su visita después de tanto tiempo.
Distintos sistemas para reservar
Lamentablemente, en esta primera fase no todos consiguen cupos para poder asistir. Por eso se recomienda, a quienes puedan, que intenten acudir a templos que no suelen frecuentar y que tal vez tengan más lugares disponibles.
En este archivo se encuentran todos los horarios de Montevideo para la fase 1.
ICMtv transmite en vivo la Santa Misa de lunes a viernes a las 18.30 hs. Los sábados también es a las 18.30 hs pero grabada. Los domingos es en vivo desde la Catedral, a las 11 de la mañana.