El 6 enero los cristianos celebramos la Fiesta de la Epifanía del Señor o Fiesta de Reyes
¿Cuál es el origen de la Fiesta de la Epifanía del señor o Fiesta de Reyes?
La Epifanía es la manifestación de Jesús como Mesías de Israel, Hijo de Dios y Salvador del mundo. Justamente la palabra griega epiphaneia, se traduce como manifestación. La Epifanía celebra la adoración de Jesús por unos «magos» venidos de Oriente según narra el evangelista san Mateo (Mt. 2, 1). Tiene, desde este lugar de manifestación, un fuerte vínculo con el bautismo de Jesús en el Jordán y las bodas de Caná El catecismo de la Iglesia Católica ve “En estos «magos», representantes de religiones paganas de pueblos vecinos, el Evangelio ve las primicias de las naciones que acogen, por la Encarnación, la Buena Nueva de la salvación.
La llegada de los Magos a Jerusalén para «rendir homenaje al rey de los Judíos» (Mt. 2, 2) muestra que buscan en Israel, a la luz mesiánica de la estrella de David ) al que será el rey de las naciones. Su venida significa que los gentiles no pueden descubrir a Jesús y adorarle como Hijo de Dios y Salvador del mundo sino volviéndose hacia los judíos y recibiendo de ellos su promesa mesiánica tal como está contenida en el Antiguo Testamento .
La epifanía tiene origen oriental y, probablemente, comenzó a celebrarse en Egipto y Arabia, sustituyendo a la fiesta pagana del solsticio de invierno. Es una de las fiestas cristianas más antiguas, más aún que la Navidad. De allí pasó a otras iglesias de Oriente, y posteriormente desembarcó en occidente a través de la Galia en el siglo IV. La aparición de esta fiesta al principio del siglo IV coincidió aproximadamente con la institución de la navidad en Roma.
¿Cómo y cuándo se celebra?
La Iglesia celebra la Fiesta de la Epifanía del Señor a los doce días de la Navidad, el 6 de enero, dentro de este tiempo litúrgico. De hecho el domingo posterior a la fiesta de la epifanía se celebra el bautismo del Señor que concluye el tiempo litúrgico de navidad. La Epifanía tiene una fuerte ligazón con la Navidad, tal es así que se les ha llamado “fiestas gemelas”.
Las lecturas de la liturgia son:
- Isaías 60,1-6
- Salmo 71,1-2.7-13
- Mateo 2,1-12 El padre Raniero Cantalamessa, OFM Cap. Ha querido destacar tres actitudes distintas ante la manifestación de Dios hecho hombre en un pesebre en Belén, tomando a los personajes que aparecen en el Evangelio de Mateo:
- Herodes “representa a la persona que ya ha hecho su elección. Entre la voluntad de Dios y la suya, desde luego ha optado por la suya propia. No ve más que su interés, y está decidido a trucar cualquier cosa que amenace con perturbar este estado de cosas”.
- Los sacerdotes y escribas “saben dónde ha nacido el Mesías; son capaces de indicarlo también a los demás, pero ellos no se mueven. No corren a Belén, como sería de esperar de personas que aguardaban la llegada del Mesías, sino que se quedan cómodamente en Jerusalén”.
- Los Magos “Ellos no enseñan con las palabras, sino con los hechos; no con lo que dicen, sino con lo que hacen. No titubearon, se pusieron en camino; dejaron la seguridad del propio ambiente, de moverse con gente conocida que les reverenciaba. Actuaron consecuentemente, sin vacilación”.
¿Cuáles son los símbolos principales de la Epifanía?
La Estrella- El Papa Francisco ha resumido de esta manera el significado den la luz que viene de la estrella de Belén: «¡Cuántas estrellas hay en el cielo! Y, sin embargo, los Magos han seguido una distinta, nueva, mucho más brillante para ellos. Durante mucho tiempo, habían escrutado el gran libro del cielo buscando una respuesta a sus preguntas y, al final, la luz apareció. Aquella estrella los cambió. Les hizo olvidar los intereses cotidianos, y se pusieron de prisa en camino. Prestaron atención a la voz que dentro de ellos los empujaba a seguir aquella luz; y ella los guió hasta que en una pobre casa de Belén encontraron al Rey de los Judíos».
Los regalos- los Reyes Magos llevan a Jesús tres regalos: oro, incienso y mirra. El oro refería a la realeza de Jesús. El incienso remite a la divinidad. La mirra tiene un doble sentido, habla de la humanidad de Jesús, pero también era utilizado para embalsamar a los muertos, de allí se puede inferir la muerte del Señor por nosotros.
¿Cómo vivir este tiempo?
Benedicto XVI, en una de sus homilías decía: «Hemos visto su estrella en oriente y venimos a adorarlo» . Lo que nos maravilla siempre, al escuchar estas palabras de los Magos, es que se postraron en adoración ante un simple niño en brazos de su madre, no en el marco de un palacio real, sino en la pobreza de una cabaña en Belén ¿Cómo fue posible? ¿Qué convenció a los Magos de que aquel niño era «el rey de los judíos» y el rey de los pueblos? Ciertamente los persuadió la señal de la estrella, que habían visto «al salir», y que se había parado precisamente encima de donde estaba el Niño . Pero tampoco habría bastado la estrella, si los Magos no hubieran sido personas íntimamente abiertas a la verdad. A diferencia del rey Herodes, obsesionado por sus deseos de poder y riqueza, los Magos se pusieron en camino hacia la meta de su búsqueda, y cuando la encontraron, aunque eran hombres cultos, se comportaron como los pastores de Belén: reconocieron la señal y adoraron al Niño, ofreciéndole los dones preciosos y simbólicos que habían llevado consigo”.
En base a las homilías del Papa Francisco de la fiesta de la Epifanía 2016, de la homilía del Papa emérito Benedicto XVI de 2007, y a comentarios litúrgicos del Padre Raniero Cantalamessa OFM Cap. del año 2008 (publicado en zenit.org).
Para los orígenes de la fiesta, en base a Vincent Ryan en Adviento- Epifanía, Paulinas. Madrid 1983, y elaboración propia.