“Permaneced en mi amor y daréis fruto en abundancia” (Jn 15, 5-9) es el tema sobre el que las Iglesias y las confesiones cristianas están llamadas a reflexionar del 18 al 25 de enero
Este año, el tema que acompañará los días de la Semana, que tradicionalmente se celebra entre la fiesta de la Cátedra de San Pedro y la de la Conversión de San Pablo, se basa en la admonición de Jesús: «Permaneced en mi amor y daréis fruto en abundancia «, tomada del Evangelio de Juan (Jn 15, 5-9).
La celebración cae todos los años del 18 al 25 de enero en el hemisferio norte, mientras que en el sur, donde el mes de enero es un período de vacaciones, las Iglesias lo celebran en otras fechas, por ejemplo en Pentecostés (sugerido por el movimiento Fe y Constitución de 1926), un período igualmente simbólico para la unidad de la Iglesia.
Durante los ocho días, se invita a meditar y orar a partir de una reflexión y una cita bíblica:
Día 1: Llamados por Dios: “No me elegisteis vosotros a mí, fui yo quien os elegí a vosotros” (Juan 15, 16a).
Día 2: Madurar internamente: “Permaneced unidos a mí, como yo lo estoy a vosotros” (Juan 15, 4a).
Día 3: Formar un solo cuerpo: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado” (Juan 15, 12b).
Día 4: Orar juntos: “Ya no os llamaré siervos… A vosotros os llamo amigos” (Juan 15, 15).
Día 5: Dejarse trasformar por la Palabra: “Vosotros ya estáis limpios por la palabra…” (cf. Juan 15, 3).
Día 6: Acoger a los demás: “Poneos en camino y dad fruto abundante y duradero” (cf. Juan 15, 16b).
Día 7: Crecer en unidad: “Yo soy la vid; vosotros, los sarmientos” (Juan 15, 5a).
Día 8: Reconciliarse con toda la creación: “Para que participéis en mi alegría y vuestra alegría sea completa” (Juan 15, 11).
En Roma será el Papa, como de costumbre, quien cerrará la Semana el 25 de enero en la Basílica de San Pablo Extramuros presidiendo la celebración de las Vísperas junto con los representantes de las demás Comunidades Cristianas.