El referente contemplativo de la llamada “espiritualidad del desierto” será declarado santo el próximo 15 de mayo por el papa Francisco.
Otro hombre llega a los altares. Se trata de Carlos de Foucauld, un explorador y religioso francés que vivió entre 1858 y 1910. Murió asesinado, y aunque no llegó a tener seguidores en vida, su legado espiritual continúa hasta hoy. Un grupo integrado por sacerdotes, religiosas y laicos de distintos carismas se inspiraron en la vida del actual beato y crearon una “familia espiritual”. Actualmente tiene trece mil miembros, doce congregaciones religiosas y ocho asociaciones de vida espiritual alrededor del mundo. Entre Todos dialogó con Eliana Cedrés y Jorge Márquez, miembros del Espacio Carlos de Foucauld Uruguay.
En nuestro país esta agrupación está presente desde hace sesenta años en Montevideo y Colonia, y se caracteriza por estar compuesta en su mayoría por laicos que se reúnen en fraternidades. “La realidad de los laicos es muy amplia: hay casados, solteros, viudos y célibes. Todas las personas que formamos parte de la familia espiritual de Carlos de Foucauld estamos plenamente integrados a la Iglesia”, dijo Márquez. También participan las Hermanitas de Jesús que viven en el Chuy —congregación femenina fundada en 1939— y un sacerdote del clero secular, el P. Jorge Osorio. “La familia y el espacio también nuclean las distintas expresiones que hay de la espiritualidad”, comentó Cedrés.
Lo cotidiano: base de la espiritualidad
La clave de la espiritualidad en la “Familia espiritual de Carlos de Foucauld” tiene que ver con la vida cotidiana y la búsqueda de Dios por la opción de vida que adoptó el religioso francés. Esto se da a través de la sencillez de los trabajos y los vínculos. “Nosotros entendemos que en la espiritualidad de Carlos de Foucauld el silencio de Dios es una invitación a poder vivir la pequeñez y lo cotidiano con un sentido profundo de revelación de Dios en esas cosas”, expresó Cedrés. Y agregó que por ese motivo el movimiento no tiene muchas expresiones: “Actualmente en Uruguay nos estamos moviendo un poco más para aprovechar este año tan especial y dar a conocer esta espiritualidad que hace silencio”.
Márquez definió a Foucauld como “un hombre de búsqueda y encuentros con Dios”. En su juventud, el próximo santo se alejó de Dios y de la fe. Estudió en la Escuela Militar y fue a buscar placer en cuestiones mundanas y excesos. Su conversión se dio en una peregrinación a Tierra Santa en 1888. En medio de un clima de silencio y la práctica sacramental conoció la vida de Jesús en Nazaret. Durante los treinta años de su vida como converso, se propuso seguir e imitar el estilo de vida de Cristo. Márquez contó que todos esos años Foucauld transitó una “vida oculta” y al mismo tiempo una “vida cotidiana” y que “eso indica que Nazaret es un lugar de revelación de Dios” porque allí “contempla el rostro humano de Dios, de ese Dios que se hace hombre y comparte todo en nuestra vida”.

Carlos de Foucauld fue un explorador y religioso francés que vivió entre 1858 y 1910. Fuente: Vatican News
Un espacio de encuentro
Debido a que la espiritualidad de Foucauld tiene que ver con los vínculos y el apostolado de la amistad, los miembros de la agrupación se reúnen en espacios de amigos y de la Iglesia: en casas de familia o en la parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y San Óscar Romero —conocida como la parroquia de La Cruz de Carrasco—. Cada 1.° de diciembre, fecha en la que se celebra la memoria del futuro santo, hay un encuentro. También durante el año se reúnen dos o tres veces. Estas instancias son personales y consisten en visitar a un amigo para encontrarse y compartir la fe y vivencias. En esta línea, Márquez señaló que dentro de la espiritualidad y la mística de Foucauld se contempla la figura de la visitación de la Virgen María a su prima Isabel como una expresión misionera y evangelizadora: “Esa sencillez de ir a tu casa, ver qué estás precisando y escuchar. No tanto como un dador, sino como una persona que va al encuentro a dar un anuncio”.
Cedrés explicó que la imagen que más identifica a los miembros de esta comunidad es la del “misionero aislado, que no quiere decir apartado”. La integrante manifestó que “somos una red de amistad y de familia que mantiene un vínculo. Mucha gente ya contacta con esta forma de vivir y posibilidad de encuentro, oración y vida sencilla. Lo que no queremos hacer es esconder esta luz debajo de una mesa, sino compartir lo que a nosotros nos ha llenado de sentido”.
Un modelo de vida
“Yo me sentí identificada con su búsqueda, que surge de su propia vida”, relató Cedrés. Él, buscando desde su profesión de geógrafo, ir haciendo expediciones para descubrir nuevas culturas, también encontró su vocación. Es cautivante ver que lo mueve Dios. En esa búsqueda se deja permear por un espíritu que lo lleva literalmente a moverse exterior e interiormente. Su encuentro con Dios es un espejo de mi propio deseo y mi propia búsqueda. En ese sentido, hoy sus modos, que tienen que ver con hacerse hermano, me parecen revolucionarios en la cultura del individualismo”, compartió Cedrés.
Por su parte, Márquez contó: “En mi camino de vida en un momento tuve un quiebre y encontré la figura de Carlos de Foucauld, que ya conocía desde niño pero no le había prestado demasiada atención. Descubrí a un hombre profundamente enamorado de Dios. Como varón, me veo identificado con ese deseo de amar profundamente a Jesús. Me refiero a un Jesús Nazareno, que comparte nuestra vida y nos invita a una relación profunda e intensa con él. Carlos es un hermano mayor que nos puede conducir a esa relación con él. Carlos nos invita a conocer a un Jesús que se mezcla con el pueblo, y sobre todo en una gran preocupación y opción hacia el humilde, el pobre, el alejado, el que no es tenido en cuenta en la sociedad. Yo soy jardinero y vivo la espiritualidad perteneciendo a esa masa de trabajadores itinerantes, pobres y descubiertos. En mi actividad laboral vivo un espacio de íntima relación con Dios, de contemplación y amor. Lo que distingue a Carlos es su amor a Dios de manera tierna y profunda, que se hace fecunda”.
El próximo 15 de mayo, Carlos de Foucauld será canonizado, junto a otros seis beatos, por el papa Francisco. Desde Uruguay los miembros de la agrupación que lleva su nombre ya se están preparando para este acontecimiento a través de la oración. “Para nosotros él ya es santo, lo que ahora va a recibir es el reconocimiento oficial de la Iglesia, que nos alegra enormemente. Este hecho es una oportunidad para compartir esta riqueza y esta gracia. Cada uno está viendo desde su espacio. Queremos vivir este acontecimiento desde la sencillez pero que sea realmente una acción de gracias”, dijo Márquez.
El mismo día de la ceremonia de canonización se celebrará la santa misa a las 10 horas en la parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y San Óscar Arnulfo Romero (Camino Carrasco 2707 esq. Juan Agazzi).
Hace unas semanas, el Espacio Carlos de Foucauld Uruguay está presente en las redes sociales para visibilizar la comunidad y las actividades que realizan. Se puede buscar en Facebook como Espacio Carlos de Foucauld Uruguay y en Instagram como espaciocarlosdefoucaulduy.
3 Comments
Que maravillosa alegría me da Eliana que Dios obró así en vos. Que seas un gran instrumento de El. Te mando un fuerte abrazo. Gonzalo.
Què gran alegría este reconocimiento a éste amigazo de Jesús!
Que nos bendiga a todos!
Charles el Santo mas aplaudido, esta madrugada, medios internacionales estuvimos realizando la cobertura.
Desde C5N saludamos a todos los miembros de la flia de religiosos y laicos en.la región.
Una Italiana se coló como Latinoamérica, Uruguay con 4 % de católicos tiene una Santa. Saludamos al Pueblo Uruguayo