La pastoral juvenil de la capital inicia el año con varias actividades y desafíos.
El padre Marcelo Marciano comenzó su trabajo en la Vicaría de la Juventud en febrero de 2020 y un mes después se decretó la emergencia sanitaria por el coronavirus. “La pandemia nos trastocó todo, como a todo el mundo”, dijo el sacerdote en diálogo con Entre Todos. En ese momento, que justo coincidió con la Semana Santa, Iglesia Joven Montevideo salió a la cancha con un retiro virtual, del cual participaron más de trescientas personas.
Los meses del 2020 fueron transcurriendo. De a poco se volvía a las actividades presenciales. Los chicos regresaban a sus centros de estudios o a sus trabajos. En setiembre se realizó la Jornada Nacional de la Juventud que consistió en un momento de oración a la par en la parroquia San Juan Bautista y en la Iglesia del Cordón. Después se hizo servicio con Sembradores. Llegando a fin de año la situación de la pandemia empeoró, los casos aumentaron, y por eso se decidió suspender todas las misiones que se realizan en el tiempo de Navidad. Igualmente, el vicario de la juventud evaluó el primer año de la pandemia de manera positiva porque “dentro de todo lo posible se pudieron hacer un montón de cosas”.
En 2021, Iglesia Joven Montevideo volvió a reunir a los jóvenes católicos en la Jornada Nacional de la Juventud, que consistió en una peregrinación a la Gruta de Lourdes pasando por la parroquia de Possolo, en el día del aniversario de la muerte del Padre Cacho. Después, en el día que se conmemora a los fieles difuntos, se realizó la Misión de la Esperanza en los cementerios de la ciudad. La convocatoria tuvo como objetivo directo llevar una palabra de fe y consuelo a las personas que estaban tristes ante la pérdida de sus familiares y amigos. «Los jóvenes volvieron copados. Fue una movilización tremenda en el corazón de la gente, que vio la muerte tan de cerca como nunca antes durante la pandemia», dijo el P. Marciano.
En diciembre tuvo lugar la misión de Navidad en la parroquia Santa Magdalena Sofía Barat. En esta ocasión la actividad se adaptó de una forma distinta a años anteriores y fue menos días. Sin embargo, el vicario de la juventud contó que esta instancia fue una oportunidad para que los chicos recibieran más formación en espiritualidad: «Fue una misión mucho más interna que externa. En esos días estuvimos rezando. Había salidas a las casas pero eran mínimas».
Acompañar la decisión vocacional de los jóvenes
En setiembre de 2021, el P. Marciano asumió además la Vicaría de las Vocaciones ya que el P. Sebastián Alcorta se fue a Madrid a estudiar catequesis. Este trabajo lo realiza en conjunto con los sacerdotes Mathías Soiza y Luis Ferrés, y el diácono Josué Hernández.
En la parroquia Tierra Santa está funcionando actualmente un preseminario. Hay tres jóvenes: dos de Montevideo y uno de Maldonado. Se trata de una experiencia introductoria de convivencia con otros para después entrar formalmente al seminario. Esto ya se ha realizado en otras parroquias, como San Juan Bautista, Possolo y María Reina de la Paz.

El P. Marcelo Marciano es el actual vicario de la juventud y vocaciones de la Arquidiócesis. Fuente: DECOS Montevideo
Desafíos a corto y largo plazo
Mayo será un mes de grandes novedades. Por un lado, se hará el lanzamiento del Centro Pastoral en la parroquia Tierra Santa, que hace dos años se quería inaugurar pero la pandemia lo impidió. El P. Marciano comentó que hay varios jóvenes que están dispersados en distintas parroquias y que no tienen un grupo de pertenencia. “Las parroquias donde hay más jóvenes son las de la costa, pero para el lado de la periferia hay uno o dos jóvenes y no tienen otros pares para juntarse”, dijo.
Lo que quiere Iglesia Joven Montevideo es ofrecerles a estos chicos un espacio para que puedan reunirse y compartir con otros, y que después puedan seguir las actividades en su parroquia. “Caminar en la fe con otros jóvenes es fundamental. Los jóvenes no tienen que caminar solos. Está bueno que haya jóvenes que puedan acompañar a otros jóvenes”, manifestó el P. Marciano. El centro pastoral va implicar movimiento: los grupos, la formación y una adoración los primeros jueves de cada mes.
Por otro lado, la Pastoral Juvenil de Montevideo, en conjunto con el Instituto Arquidiocesano de Formación (IAF), iniciará un área de formación para jóvenes, donde también puedan hacer preguntas y compartir sus inquietudes. Estas dos iniciativas se tienen previsto presentarse el 5 de mayo en la Misa de Universitarios.
Hace unas semanas, la pastoral penitenciaria invitó a participar a las personas mayores de 22 años de edad a visitar a los privados de libertad a las cárceles. Una veintena de jóvenes se mostraron interesados y en una semanas comenzarán las recorridas por las cárceles para llevar una palabra de esperanza.
El P. Marciano aseguró que el primer fin de semana de setiembre tendrá lugar la Jornada Nacional de Juventud. También este año se tiene pensado retomar la “100k Florida”, que requiere bastante preparación. «Si bien terminás muy cansado, y tenés que caminar por caminos, ruta, dormir en el piso, bañarte mal, y todo lo que conlleva, es algo muy bueno”, comentó.
El sacerdote dijo que otro de los objetivos es retomar la misión de Navidad en su modelo previo a la pandemia, es decir, que dure entre cinco o siete días. Este año Iglesia Joven Montevideo debe elegir un nuevo destino porque ya se terminó el proceso de los tres años en Aires Puros. El Vicario adelantó que este año se quiere ir para la zona de la periferia de la ciudad.
La meta a largo plazo es la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa 2023, pero en unos meses se tendrá que empezar a recaudar fondos para viajar. “Las jornadas mueven y movilizan muchísimo el corazón de los chicos y de las chicas”, dijo el P. Marciano.
“Son muchos los desafíos y a mí me copan. Lo bueno es que se ha formado un gran grupo. Cada vez que tenemos una adoración o una vigilia ya tenemos un grupo que ya está estipulado que va y organiza. Así con muchas actividades más. A mí me encanta que sean ellos y que tengan su voz, su voto y que digan todo lo que quieran decir”, reflexionó el sacerdote.