Descubrir la belleza del amor

El proyecto "Amor conyugal" llegó a Uruguay y vivió su primer retiro. Entrevista con José Luis Gadea y Magüi Gálvez.

El proyecto Amor Conyugal es una alternativa creada por José Luis Gadea (J. L.) y Magüi Gálvez (M), para ayudar a matrimonios que estén pasando momentos de crisis.

A partir de las enseñan de la teología del cuerpo de san Juan Pablo II y encomendados a la Virgen, Amor Conyugal tuvo un retiro junto a matrimonios en nuestro país. Unos días antes fueron entrevistados por el P. Fabián Rovere en el programa Hoy quiero hablarte. Compartimos con ustedes parte de este diálogo. 

¿De qué se trata el proyecto Amor Conyugal?

J.L: Es un proyecto y un método diocesano para ayudar a los matrimonios a descubrir la grandeza y la belleza de su vocación basado, fundamentalmente, en las catequesis de san Juan Pablo II. Son herramientas que ayudan principalmente a las parroquias y constan de unos retiros de fin de semana, un itinerario de reuniones mensuales —basados en estas catequesis—, acompañamiento a matrimonios, adoraciones. Todo esto facilita que las parejas descubran estas grandezas, se ilusionen con su vocación y, partiendo de ahí, que muchos pudieran salir de crisis muy fuertes; y que otros que, sin estar en crisis, y que pasaban por un momento de sus vidas muy rutinario, descubrieran un proyecto ilusionante.

¿Cómo es la génesis del proyecto?

J.L: Parte de una experiencia que vivimos Magüi y yo, en el año 2002, cuando teníamos una crisis matrimonial muy fuerte. En ese momento nos invitaron a una peregrinación a Fátima, y allí, en oración, la Virgen nos encomendó una misión para el matrimonio y la familia. 

En aquel momento fue para nosotros una sorpresa tremenda, por la situación que estábamos viviendo, y desde ese momento nos consagramos a la Virgen. Ella misma fue conduciendo nuestras vidas y nos fue preparando para lo que viniera. 

Nosotros no hemos planificado nada, no nos hemos sentado a organizar nada, sino que esto nos ha sobrevenido, ha ido surgiendo. Entonces, al principio empezamos nosotros a vivir estos cambios en el matrimonio, a partir del descubrimiento de las catequesis de san Juan Pablo II, de vivirlas. Ya a partir de ahí, empezaron a surgir espontáneamente grupos de matrimonios.

Principalmente se ha ido extendiendo a partir de los retiros. Actualmente el proyecto está funcionando en más de cincuenta diócesis y en varios países, entre ellos Uruguay, donde ya tuvo lugar el primer retiro.                                                   

Ustedes están llegando a un país laico o laicizado, y con una crisis en el matrimonio que es muy importante. Parece un desafío muy importante para la propuesta…

M: Bueno, de una crisis nació este y nosotros somos testigos de cómo Dios hace las cosas nuevas. Y, además, no son los sanos los que necesitan médico. Para nosotros fue muy importante conocer quiénes somos, para qué fuimos creados, conocer cómo construir un matrimonio; porque no es vivirlo desde un lugar meramente funcional, sino también saber cómo responder al amor. 

Somos dos personas diferentes, con educaciones diferentes… entonces, o se conoce la verdad o con las diferencias se hará imposible construir una comunión.

¿Cuál es la espiritualidad propia del proyecto?

M: Es la espiritualidad conyugal, el camino del amor y el seguimiento a Jesucristo y su Evangelio. Pero es importante que todo esto esté aterrizado a la vida matrimonial, porque si no nos puede llevar a idealizarlo o entregarlo en un prójimo muy lejano. Hay que saber responder a este amor de Dios en la persona concreta de mi esposo. 

José Luis hablaba, al principio de la entrevista, de la presencia de la Virgen de Fátima en el proyecto: ¿cómo se da esta presencia mariana?

M: Ella es la que nos lleva a su Hijo y su Hijo al Padre; así que está muy presente. Es una madre que siempre cuida a sus hijos y sobre todo a los más débiles. Todos necesitamos nacer desde el espíritu, porque de una u otra forma venimos un poco heridos, y es esa Madre la que sale a nuestro rescate y nos prepara para el encuentro con Dios. Por eso es tan importante la consagración al Sagrado Corazón de María, porque ella puede hacer grandes cosas con nuestras vidas.

J.L: Hay mucha carga sobrenatural en estos retiros y en este camino, y nosotros somos testigos de esto. Y podemos apreciar milagro tras milagro cómo se transforman las vidas de los matrimonios, sus familias, cómo cambian sus hijos y los amigos de su entorno.

Son retiros muy experienciales en los que no solo se habla de la verdad, sino que se dan experiencias transformadoras. En definitiva, son las experiencias las que transforman, no la teoría. Es real que vienen matrimonios divorciados que se recuperan, matrimonios que llevan años separados y se recuperan, matrimonios muy heridos porque hubo violencia y mucho odio, y se recuperan, y matrimonios muy tibios, con una vida básicamente funcional, de las tareas del día a día, del trabajo, que no están mal, que no están “en crisis”, pero que no están viviendo la grandeza del misterio. 

Y vienen a estas instancias y su vida se transforma, empiezan a vivir este misterio. Nosotros decimos que vivimos un milagro en masa de la Virgen y que estamos en primera fila, contemplando todo esto que es real.

Venimos de hacer un retiro de novios en Buenos Aires y hemos sido testigos de la evolución de los matrimonios que hicieron el retiro hace un año, Es sobrecogedor ver esos cambios y oír los testimonios de esas experiencias. Es para dar gloria a Dios por todo lo que está haciendo.

¿Cómo es el proceso para integrarse a una Iglesia local? Sobre todo teniendo en cuenta que ustedes son un movimiento que se vincula a las parroquias.

P.L.: Nosotros no vamos a conquistar ninguna diócesis o país, sino que vamos en respuesta a una llamada. Lo primero es hablar con los delegados de pastoral familiar de esa diócesis. En este caso hubo un grupo de matrimonios que se enteraron de este proyecto, vivieron el retiro que se realizó en Buenos Aires en noviembre del año pasado. Salieron desde allí encendidos y dieron los pasos necesarios para comenzar el proyecto en Uruguay. 

Hablaron con los encargados de Pastoral Familiar, con el Card. Daniel Sturla y una vez que llegaron al acuerdo para que el proyecto llegará aquí, comenzaron el proyecto.

Este proceso comienza anunciándose en las parroquias, en una charla de una hora u hora y media. Un matrimonio que ya tiene experiencia, ya tiene vivencias, explica qué es el proyecto Amor Conyugal desde un enfoque muy testimonial, hablando de lo que ha supuesto en su vida.

A partir de ese momento, se empiezan a formar grupos de matrimonio que quieren formar parte de eso, de lo que se les ha hablado y que desean conocer.

Y cuando ya llevan un tiempo, como sucede aquí, organizan un retiro . Este cuenta con cuarenta y ocho matrimonios. Para este retiro, a las dos horas de publicar el anuncio ya se habían completado los cupos. 

Para nosotros es una demostración de que sí hay crisis, pero también de que el Espíritu Santo está empujando muy fuerte, en una zona tan deprimida en el aspecto espiritual. Hay una necesidad fuerte, por parte de la gente, de este tipo de instancias. 

Ya veremos qué suscita la Virgen a partir de este primer retiro en Uruguay, que esperemos dé muchísimos frutos. 

Quienes estén interesados en este proyecto, ¿dónde pueden consultar?

P.L.: Hay una web, que funciona a nivel mundial: proyectoamorconyugal.es. Allí se publican noticias de las misiones que se van haciendo. No llevamos cifras, pero hay miles de matrimonios que ya han realizado estos retiros, tanto en España como en el extranjero. También se publican las próximas misiones, el Evangelio del día —orientado a matrimonios—, y un contacto. También pueden contactarse a través del correo electrónico a proyectoamorconyugal@gmail.com, y ya los pondrán en contacto con los referentes locales del proyecto.

¿Cómo es el relacionamiento con los sacerdotes, teniendo en cuenta que es un grupo con enfoque en los matrimonios y que trabajan en las comunidades parroquiales? 

M: Para nosotros es de una riqueza muy grande y a nosotros nos hace muy bien caminar con sacerdotes, también enamorados del Señor, de su vocación y que nos acercan a él.

Según los testimonios que los propios sacerdotes comparten, a ellos también les hace bien esta experiencia de ser testigos del amor esponsal. Caminar juntos, cada uno desde su vocación, su gracia, su ministerio, es muy complementario y muy enriquecedor. Los sacerdotes también están presentes en los retiros.

El proyecto fue presentado a sacerdotes de la Arquidiócesis de Montevideo. Fuente: Ignacio Aiscar

Por: Camilo Genta

Redacción Entre Todos