El próximo 11 de febrero se celebra la 29° Jornada Mundial del Enfermo. El tema propuesto por el Papa Francisco es «Uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos (Mt 23,8). La relación de confianza, fundamento del cuidado del enfermo», y está inspirado en el pasaje evangélico en el que Jesús critica la hipocresía de quienes dicen, pero no hacen (cf. Mt 23,1-12).
En su mensaje, el Santo Padre recuerda la importancia de apoyar a quienes sufren una enfermedad «con el bálsamo de la cercanía», respetando su dignidad como Hijos de Dios y evitando caer en el «mal de la hipocresía». Asimismo, el Pontífice envía un pensamiento a «quienes padecen en todo el mundo los efectos de la pandemia del coronavirus», especialmente «a los más pobres y marginados».
Los orígenes
El P. William Bernasconi, director Nacional de la Pastoral de la Salud y enfermero intensivista, recordó que cuando San Juan Pablo II estableció la Jornada Mundial del Enfermo en 1992 dio comienzo a «una nueva etapa en la vida de la Iglesia». El sacerdote agregó que en ese momento se creó de manera formal la Pastoral de la Salud, aunque ya existía en muchas partes del mundo.
La Jornada Mundial del Enfermo coincide con la fiesta de la Virgen de Lourdes. «Juan Pablo II lo asocia con esta celebración porque María es la salud de los enfermos», señaló el P. Bernasconi.
«Lo que quería Juan Pablo II, continuado por Benedicto XVI y Francisco, era sensibilizarnos a todos para brindar una atención pastoral al enfermo más humanizada pero también empezar a preocuparnos por los profesionales de la salud. Con esta jornada se abre un abanico nuevo porque también debemos preocuparnos por la familia del enfermo, acompañándola humana y espiritualmente», agregó el sacerdote.
La realidad de la Pastoral de la Salud en Montevideo
El P. Miguel Ángel Hernández es el director de la Comisión Arquidiocesana de Pastoral de la Salud desde marzo de 2020. Su trabajo en la Pastoral de la Salud abarca varias tareas. Una de ellas es la capellanía del Hospital Pereira Rossell y del Sanatorio Americano. Asimismo se encarga de velar, ayudar, apoyar y coordinar la presencia de la Iglesia en diferentes hospitales y residenciales en los que misionan voluntarios y colaboradores.
Su labor se tuvo que readaptar por la pandemia. Las redes sociales han sido una herramienta fundamental para mantener contacto con las personas, ya que se restringieron las visitas en los hospitales. No obstante, el P. Hernández dijo que está en contacto con las directivas de los diferentes centros de salud para ver la posibilidad de que más adelante, cuando ya se empiece a normalizar un poco más la realidad, se pueda permitir la visita a las salas. Mientras tanto, en el Hospital Pereira Rossell, Sanatorio Americano y Hospital Oncológico se siguen celebrando misas y rezando el rosario junto a los pacientes.
El sacerdote anunció que en la capilla del Hospital Vilardebó, que estuvo cerrada durante todo el año pasado por temas estructurales y también por la dificultad de la pandemia, se reiniciarán las obras el próximo 22 de febrero para poder reabrirla.
Misas y celebraciones especiales
Todos los 11 de febrero es una tradición que miles de personas de todo el país peregrinen al Santuario Nacional de la Gruta de Lourdes. «Desde la Pastoral de la Salud, en comunión con el Santuario de la Gruta de Lourdes, vamos a realizar diferentes actividades que nos ayuden a meditar lo que nos ha propuesto el Papa Francisco para esta Jornada Mundial del Enfermo», señaló el P. Hernández.
El Santuario tendrá sus puertas abiertas de 8 a 20 horas y se celebrarán misas todas las horas. «También van a haber rosarios a la luz de la tarde organizados por la Pastoral de la Salud que consisten en oración, meditación y bendición de los enfermos. Se ha propuesto junto con los padres de la gruta hacer la unción de los enfermos a las personas que lo necesiten y el sacramento de la reconciliación», agregó el sacerdote.
Por otra parte, el P. Bernasconi mencionó que, con el transcurso de los años, esta idea se fue adoptando en otras diócesis del país en los santuarios del interior o en parroquias dedicadas a la Virgen de Lourdes.