La Arquidiócesis de Montevideo realizó una conferencia de prensa para sintetizar los sucesos más importantes de este 2023.
Al mediodía del viernes 15 de diciembre, en el edificio del Club Católico, el Card. Daniel Sturla brindó una conferencia de prensa como lo hace habitualmente sobre fin de año. En el diálogo, el Arzobispo de Montevideo hizo un resumen del camino vivido por la Iglesia durante 2023, ante diversos medios presentes.
Fue acompañado por el Dr. José María Robaina, quien está al frente de la Pastoral Penitenciaria, quien puso al tanto a los presentes del trabajo que se viene realizando con las personas privadas de libertad.
En el camino de la conversión
Al comenzar la conferencia, el Card. Daniel Sturla hizo referencia a la misa que había presidido minutos antes en la unidad N°. 4 «Santiago Vázquez» del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR). En ese momento invitó a Robaina a compartir la labor pastoral que se realiza en varios centros de detención.
El encargado de la Pastoral Penitenciaria destacó la muy buena participación de los privados de libertad en la misa —casi noventa—, que es el punto final del trabajo realizado durante el año. Informó, además, que son unos setenta agentes pastorales que concurren a cinco centros del INR, durante todo el año.
“En nuestro trabajo en la Pastoral Penitenciaria buscamos que (los reclusos) tengan dignidad, que crezcan como personas”
Dr. José María Robaina
Robaina contó: “Vamos al encuentro de personas, que más allá de la circunstancia de vida, buscan un camino para ser mejores. Tratamos de cortar con esa visión de que la persona privada de libertad es una persona desechable, que no tiene nada para aportar a la sociedad. de ninguna forma es así”. Vamos con un objetivo de promoción humana, una promoción integral y vamos a compartir la palabra de Jesús. Esto es parte de la evangelización”, agregó.
La beatificación como foco
Cuando fue el turno del Card. Daniel Sturla de hacer uso de la palabra, destacó el proceso de canonización de Jacinto Vera como el suceso más importante para la Iglesia uruguaya.
Luego de la conferencia, se realizó una rueda de prensa junto al arzobispo de Montevideo. Fuente: R. Fernández
“La beatificación fue importantísima para nosotros. Pasaron ciento cuarenta años desde que Juan Zorrilla de San Martín dijera «El santo ha muerto», y ahora la Iglesia lo reconoce como tal a partir de la proclamación de beato. La actividad se hizo en la Tribuna Olímpica del Estadio Centenario, con el presidente de la República, con el expresidente Mujica, con representantes de los distintos partidos, y todo un pueblo católico que, a pesar de la lluvia, se aguantó”, recordó.
Iglesia en salida
La conferencia de prensa sirvió para repasar las actividades que la Iglesia Católica de Montevideo realizó durante este año, conformes a su propósito evangelizador: “La Iglesia tiene como primera misión anunciar el evangelio. Y el anuncio del evangelio tiene una resonancia social impresionante, porque cuando la gente descubre que Dios lo ama, que la vida tiene un sentido porque hay un amor que lo creó, y que ese Dios lo empuja adelante; cambia. Pero, después, hay una cantidad de actividades que la Iglesia realiza, incluso obras sociales o de asistencia”.
“En la beatificación estuvo representado todo el Uruguay. Además de las 18.500 personas que estuvieron en la tribuna Olímpica, fueron distintos representantes de la sociedad”
Card. Daniel Sturla
En concreto, el arzobispo destacó los nuevos hogares de reinserción social y de rehabilitación, la obra de la Asociación Cireneos junto con el P. Juan Andrés Verde, en el barrio Santa Eugenia, y el trabajo de la pastoral penitenciaria.
Trabajar para la paz
El arzobispo aprovechó la ocasión para dejar una reflexión sobre la coyuntura internacional: “El mensaje más importante que tenemos que dar es el de la paz. De hecho, es lo que cantan los ángeles: ‘Gloria a Dios en el cielo, paz en la tierra’. Diría que hoy el pedido es ese. Ojalá reine la paz en las familias y en toda la sociedad uruguaya, pero también en el mundo. Sabemos que hay guerras que son lejanas en la geografía pero cercanas en el corazón, y que realmente duelen muchísimo. El papa dice que la paz es artesanal. Es decir, se construye entre todos y desde pequeños”.