Milton Tróccoli, Daniel Sturla y Heriberto Bodeant participaron de un encuentro de una hora con el presidente de la República en Torre Ejecutiva.
El martes 5 de agosto por la tarde, los integrantes del consejo permanente de la Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU) —Milton Tróccoli, obispo de Maldonado, Punta del Este y Minas; Daniel Sturla, arzobispo de Montevideo; y Heriberto Bodeant, obispo de Canelones—, en calidad de presidente, vicepresidente y secretario general de la CEU, se reunieron con el presidente de la República, Yamandú Orsi, en Torre Ejecutiva.
Tras el encuentro, fue Bodeant quien detalló en rueda de prensa los temas tratados durante la reunión.
El primero de los temas fue la propuesta de invitar al papa León XIV a visitar Uruguay, iniciativa que requiere la invitación conjunta de la CEU y del Estado. Según Bodeant, Orsi “manifestó que tiene la posibilidad de visitar al papa en octubre próximo y tal vez pueda hacer la invitación personalmente”. No obstante, es necesario realizar la gestión formal a través del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Además, el obispo de Canelones señaló que en el encuentro se abordaron “diversos temas que nos preocupan” y que ambas partes comparten. “Escuchamos al presidente con mucha preocupación y sensibilidad por varias situaciones de pobreza, las personas privadas de libertad y las adicciones. Son temas que compartimos como preocupación y, desde nuestras comunidades como Iglesia, tratamos de responder en la medida de lo posible a esas necesidades”, afirmó.
Otro de los temas abordados durante el encuentro fue el proyecto de ley para regular la eutanasia, que se votará en los próximos días, y ante el cual la Iglesia expresa su posición contraria.
“Con el presidente quisimos enfatizar todo lo que positivamente se puede hacer, es decir, fomentar el cuidado y el acompañamiento a las personas en su sufrimiento, una posibilidad que se ha ido desarrollando en el mundo y que puede ayudar a evitar terminaciones de vida de forma no natural”, explicó Bodeant.
El obispo aclaró que los representantes de la CEU no solicitaron al mandatario vetar la ley de eutanasia en caso de ser aprobada. “Nos limitamos a plantear nuestra posición. El presidente nos escuchó con mucho respeto y dialogamos sobre la importancia de poner énfasis en las alternativas, en el cuidado y, especialmente, en fomentar los cuidados paliativos”.
Por último, se abordó la realidad de la educación católica en Uruguay. Según datos de la Asociación Uruguaya de Educación Católica (AUDEC) existen ciento cincuenta y siete instituciones en todo el país. “Todas tienen distinto alcance. Al contrario de lo que se suele pensar, no son los grandes colegios los más representativos, sino las pequeñas instituciones en pueblos, que enfrentan mayor precariedad económica”, explicó Bodeant.
El obispo aclaró que no se pidió “un subsidio” pero “sí la ayuda en algunos aspectos” para no “cargar sobre los presupuestos de los colegios”. “Puede ser una ayuda para desarrollar de otra forma esos aspectos que incluso tienen relación con el mundo del trabajo”, agregó.
A principios de los 2000, el Estado uruguayo generó convenios con los centros educativos privados católicos y no católicos. Bodeant dijo que estos acuerdos se generaron en “una época de muy alta inflación” y que se trata de “un porcentaje muy alto, que con el paso del tiempo se convirtió en una carga muy pesada” que afecta a los trabajadores de la educación.
Para ello, durante el encuentro se propuso alcanzar “algo de común acuerdo” para “aliviar la economía” de las instituciones, aclarando que no se trata de una subvención. “Es buscar un porcentaje más viable que no hipoteque el futuro de los colegios a medida que los costos aumentan”, concluyó Bodeant.
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