¿Cómo vivir estos días tan intensos y a la vez en un contexto tan distinto a lo acostumbrado?
Publicado en el Quincenario Entre Todos 469
En este tiempo de distanciamiento social, varios sacerdotes de la Arquidiócesis de Montevideo comparten sus mensajes y recomendaciones para vivirlo de la mejor manera posible. Oración, lectura, compartir en familia, comunicarse con amigos y personas que hace mucho que no hablamos, valorar lo que tenemos y vivir la santa misa a través de las distinas plataformas tecnológicas que se nos ofrecen son algunos de los consejos que proponen.
“Es la mejor oportunidad que hayamos tenido de usar bien el tiempo” – P. Mathías Soiza
Dicen que los uruguayos dejamos todo para último momento y varios años me ha pasado, en Semana Santa o en la celebración de la Pascua, que hay personas que me decían que se les pasó la cuaresma y no la aprovecharon en medio de la rutina del día a día. Ahora tenemos la mejor oportunidad que hayamos tenido de usar bien el tiempo. Hay que aprovechar bien el tiempo para que el Señor purifique nuestro corazón y nos parpare para la Pascua.
No se trata de pelearnos contra la situación que estamos viviendo ni de enojarnos, es tiempo de ver cuál es la situación y cómo podemos ir surcando de la mejor manera para que este contexto, adverso y doloroso, sea un contexto que dé frutos de conversión, fe, esperanza y caridad. Debemos fijarnos metas concretas y evaluables, por ejemplo rezar o hacer algún servicio concreto, para que estos días den frutos para ti, tu familia y los que te rodean.
“La clave es no olvidarnos de los demás” – P. Francisco Lezama
Una clave muy importante para vivir este tiempo es no olvidarnos de los demás. Si nos encerramos en nosotros mismos, en nuestros problemas, en nuestros miedos… nada bueno puede venir. En cambio, si asumimos con responsabilidad nuestro cuidado y el cuidado de los demás, seguramente le daremos mucho espacio al bien. Recomiendo que no nos olvidemos de los demás, que les dediquemos tiempo a comunicaros, hablar con los vecinos a ver si no necesitan algo, llamar por teléfono a alguien que quizá hace mucho tiempo que no te comunicás o algún anciano o enfermo que está pasando solo este momento difícil. Escribile algún mensaje de aliento a tus conocidos médicos y o conocidos que trabajan como personal de salud… ¡salir de uno mismo! Eso que Jesús nos mostró de manera tan ejemplar y que es el camino a la felicidad.
“Valorar a las personas que en distintos roles se están entregando para servir y cuidar a los más vulnerables” – P. Luis Ferrés
Los quiero invitar a mirar este tiempo como una oportunidad privilegiada para volver a acercarnos a Dios, volver a tomar conciencia de nuestra fragilidad, dedicar tiempo a la oración y la escucha de la Palabra. Tenemos tiempo para valorar a las personas que en distintos roles se están entregando para servir y cuidar a los más vulnerables, y para pensar qué podemos hacer desde nuestro lugar. No solo qué podemos hacer ante el desafío de la pandemia, sino también ante las consecuencias que se van generando… por ejemplo, para las personas que han perdido el trabajo. Nuestra fe nos invita a dar con generosidad, en sintonía con el amor de Dios, a los que hoy más nos necesitan.
“El ayuno de malas palabras, de no juzgar a los demás” – P. Luis Fariello
Estamos en un tiempo de interioridad, un tiempo de vivir en nuestra “casa interior”. Las prácticas esenciales de la cuaresma que acabamos de terminar son la oración, el ayuno y la limosna.
La oración, parte vital de la vida cristiana, nos invita ahora a profundizar el trato con Dios. En este tiempo de estar en casa, qué bueno es compartir la Palabra con aquellos que están con nosotros en casa o comunicarnos y compartirla con alguna persona que sabemos que está sola. El ayuno no es solo alimenticio, sino también de dejar aquellas prácticas que tal vez no sean favorables para uno, por ejemplo el ayuno de malas palabras, de no juzgar a los demás y muchos más. Es importante privarnos de cosas secundarias para darnos cuenta de que al final una sola cosa es importante: estar juntos, con salud, en familia y unidos en el nombre del Señor. La limosna es una práctica que nos ayuda a ser solidarios con los demás.
En estas horas de crisis, tengamos presente a los que sufren. Que estos días en casa nos sigas ayudando a crecer en cercanía y en el amor de Dios.
“La paciencia: saber soportar y saber esperar” – P. Mauricio Cabral
En estos tiempos que vivimos necesitamos paciencia, es lo que nos ayuda a adquirir tolerancia frente a los males que nos pasan y fortalecernos en la capacidad de espera: saber soportar y saber esperar. Decía Santo Tomás que el impaciente acelera sus males y los aumenta porque, tratando de esquivar aquello que padece, se produce mayores males.
Entones, ¿cómo vivir la paciencia en casa? Hay que tener paciencia con los ancianos que muchas veces no comprenden de qué se trata todo esto, paciencia con los niños, paciencia en la vida conyugal, con los vecinos, y paciencia cuando nos desanimamos. Una forma de vivir la paciencia es salir de uno mismo, por ejemplo llamando por teléfono a alguien con quien hace mucho que no hay comunicación, hay muchas personas que necesitan ser llamadas. Es una oportunidad para decirles “¿cómo estás?, hace mucho que no sé nada de ti, te deseo una bendición”. Invito a todos a que vivamos este gesto.
“Que nuestras sombras interiores no detengan la luz del Señor” – Mons. Luis Eduardo González
Es momento de valorar aquello que, por cómo estábamos viviendo, pasábamos por alto o no teníamos tan en cuenta. En esta Pascua vamos hacia la luz, Cristo. En este camino, con su luz, Él nos hace ver aquellas sombras que están en nuestro interior; que pueden ser fruto del desamor, del pecado, de la omisión… entonces cómo no agradecer al Señor de esta experiencia que tenemos en este camino.
Es momento de hacer un examen de conciencia pausado y de pedir perdón a Dios, para que nuestras sombras interiores no detengan la luz del Señor.
Propongo, en la oración personal o familiar, poner una cruz y prender una vela. Así tendremos presente que Cristo es la luz y caminamos hacia Él. El Señor está iluminando, y lo podemos ver en las noticias o alrededor nuestro en personas que con su corazón, entrega, profesión, oficio o voluntariado están llevando luz a tantos corazones que necesitan esperanza.
“Sin duda es momento para invocar a María, salud de los enfermos” – Card. Daniel Sturla
En este tiempo especial que nos toca, está bueno que nos llegue el llamado a la humildad, a la confianza y a la oración para pedir que se detenga la pandemia y que no avance más, ni en nuestro país ni en el mundo… a pedir por la salud de los enfermos y por las familias que lloran a sus seres queridos. Sin duda es momento para invocar a María, salud de los enfermos… auxilio de los cristianos. A rezar con confianza e invocar a la Virgen.
“Tú que estás en medio de la inquietud, lejos de la tierra firme, no quites los ojos de la estrella, invoca a María”, decía San Bernardo en una hermosa oración que también nosotros rezamos, con el Padrenuestro y Avemaría… así permanentemente, para que el Señor proteja al Uruguay y al mundo, e ilumine a los que gobiernan para que tomen las decisiones más oportunas.
“Poner un límite a toda la información que nos sobreabunda” – P. Daniel Kerber
En este tiempo de distanciamiento social responsable que estamos siguiendo se da una comunicación muy especial a través de las redes… recibimos muchos mensajes. Pero tenemos que ver bien qué es lo que recibimos. Quiero compartir un mensaje que recibí, era una viñeta: en una cárcel se veía a dos presos dibujando y cada uno pintaba lo que veía a través de la ventana. Uno pintaba el paisaje, el campo, el cielo, el sol y los pájaros; y el otro preso pintaba los barrotes de la ventana. Los dos tenían la misma imagen. Me parece que esa imagen nos puede decir mucho de lo que estamos viviendo ahora. Este aislamiento social puede hacer que nos sintamos encerrados y angustiados; pero también podemos ver más allá de los barrotes, esto significa poner un límite a toda la información que nos sobreabunda, y ver cómo el Señor sigue suscitando vida en medio de una situación tan compleja.
Dentro de estas noticias que rompen esos barrotes, por ejemplo, salió la noticia de un medico europeo ateo que, al ver la gente morir y al ver el límite que le daba la propia medicina, se encontró con un grupo de médicos ateos a rezar porque veían que solo abriéndose al Señor podrían descubrir la forma de lidiar con la situación.