Católicos, anglicanos y luteranos vivieron juntos el camino de la cruz
Por sexto año consecutivo se realizó el Via Crucis ecuménico, que en el principio reunía a las iglesias anglicana y católica y que desde hace dos años convoca también a la luterana o alemana.
“Este es un momento donde las procedencias no cuentan”, aseguró al comienzo el “dueño de casa”, el obispo anglicano Daniel Genovesi. Llegado desde Argentina a comienzos de mes, participó por primera vez en la iniciativa que comenzó en la Catedral de la Santísima Trinidad, anglicana, con una plegaria en común. Se leyó el relato de la Pasión del Señor y todos rezaron por las mismas intenciones. Para cerrar ese momento, rezaron juntos el Padre Nuestro. Católicos, anglicanos y luteranos elevaron una misma plegaria al Padre celestial.

J. Granados, D. Genovesi y D. Sturla escuchan el relato de la pasión en el templo inglés /C. Bellocq
Luego caminaron unidos por las calles de la Ciudad Vieja, desde el templo inglés hasta el católico. Cada ciertos metros, se detenían para meditar una estación del camino de Jesús hacia la cruz. Los tres pastores, que encabezan la procesión, se turnaban para llevar la cruz, una estación cada uno.

Fieles de las tres denominaciones acompañaron el camino /C. Bellocq
Los fieles que los seguían eran de distintas edades y procedencias. Había familias, personas solas, con perro, termo y mate, en bicicleta, jóvenes y ancianos. Estaban los curiosos que veían pasar, tomaban fotos o se unían al camino. Eran de distintas denominaciones cristianas, pero en realidad no había forma de distinguirlos. Estaban todos unidos en un día fundamental.
Al llegar a la Catedral, los tres líderes dieron unas breves palabras. El pastor Jerónimo Granados, de la Iglesia alemana, subrayó que «la unión de los cristianos no solo es importante entre las iglesias, sino en la misma comunidad». Luego el anglicano hizo una anécdota y se mostró muy optimista: «Más allá de los decretos y los documentos, estoy cierto de que estamos más unidos de lo que a veces creemos». Por último habló el Card. Daniel Sturla, Arzobispo de Montevideo. «Queremos seguir construyendo la unidad, también desde este rincón del mundo», indicó.
La Pasión del Señor
Al finalizar, muchos se retiraron. Los católicos permanecieron en la Catedral, pues tuvo lugar la Pasión del Señor, el acto litúrgico propio del Viernes Santo. No es una Misa sino una vivencia de la muerte de Jesús, así como una oración por todo el mundo. Los fieles pueden comulgar con las hostias consagradas en la Misa del día anterior,
En esta ceremonia, la cruz es expuesta para la veneración de los fieles. Primero los obispos –además del Card. Estuvieron los auxiliares Mons. Luis Eduardo González y Mons. Pablo Jourdan-, luego el párroco y los acólitos, y finalmente toda la asamblea se acercó un momento a la cruz. Ante ella se arrodillaron y la veneraron. Con un beso, una caricia, una mirada tal vez. Cada uno encontró su modo de unirse al dolor del Señor, muerto por toda la humanidad.

Veneración de la cruz al terminar la Pasión del Señor /C. Bellocq
1 Comment
Como católico me siento muy feliz de ver cómo avanza la unión de los cristianos. Qué lindo que un día estemos todos reunidos en una sola Iglesia como en el comienzo !