Se estreno la película El Apocalipsis de San Juan y dialogamos con su director, Simón Delacre. Por: Pbro. Fabián Rovere.
El pasado 17 de octubre, en el Movie del Montevideo Shopping, se estrenó, para Uruguay, El Apocalipsis de San Juan, una película basada en el libro del apóstol de Jesús sobre la profecía del fin de los tiempos.
El programa Hoy quiero hablarte, que se emite por Radio Oriental, con la conducción del P. Fabián Rovere, entrevistó al guionista, director y productor de la película, Simón Delacre, de la productora Caravel Films, afincada en Buenos Aires. Compartimos con ustedes parte de este diálogo.
Esta no es la primera película sobre el tema del Apocalipsis, pero tal vez sí lo es en cuanto al rigor bíblico se refiere. ¿Cómo nace la idea?
Sí, así es. Yo era fanático del mal llamado cine apocalíptico, sobre Apocalipsis zombie, o películas de ciencia ficción como Terminator 2 —esos apocalipsis de la inteligencia artificial y los robots—, o los apocalipsis de los cataclismos y de las invasiones alienígenas. A mí siempre me encantaron ese tipo de historias y a raíz de ver tanto esas películas —y siendo una persona religiosa—, me entró la intriga.
Nunca había leído el libro del Apocalipsis del Nuevo Testamento, pero sabía que existía. Y me pregunté: “¿qué dirá el Apocalipsis de verdad?”. Porque todas estas películas, al menos en el nombre, se basan en el Apocalipsis, que es uno solo —no hay otro—. ¿Cuál sería el contenido de ese Apocalipsis?

Y cuando fui a investigar y leer el libro, me encontré con un montón de símbolos e imágenes muy misteriosas, muy espectaculares, unas imágenes impresionantes, muy épicas. Retratos con escenas dignas de El Señor de los Anillos, pero que realmente no entendía, no comprendía mucho. A partir de ese momento me empecé a interesar por el estudio del libro y a ver qué decían sus grandes intérpretes en los últimos dos mil años. Porque se ha estudiado desde siempre, empezando por los Padres de la Iglesia.
Empezar a ver lo que significaban esos símbolos tan misteriosos, a través de estas interpretaciones, me trajo, por un lado, claridad. Y por otro lado, me quedé impresionado por la actualidad del mensaje; parece que hablaban muy para nuestra época, porque muchas de las profecías ya estaban cumplidas según estos intérpretes, y las que quedaban pareciera que el terreno estaba abonado para que se cumplieran muy pronto.
Me imagino que el paso para hacer una película después de todo esto debe haber sido también muy importante ¿Qué te llevó a decir «esto hay que plasmarlo en el cine»?
Yo estudié cine y nunca ejercí, más allá de algunos cortometrajes —siempre de ciencia ficción, porque me divierte mucho el tema de los efectos visuales—. Y, cuando comenzó la cuarentena y el encierro obligatorio en Argentina, me quedé sin trabajo de la noche a la mañana, con mucho tiempo en mis manos y este deseo de retomar lo que había estudiado, que era el cine. Se me dio como que iba muy de la mano el deseo también de anunciar el Apocalipsis y todas estas cosas que yo había ido aprendiendo durante los últimos años y que en la cuarentena de repente parecía que la gente tenía una necesidad imperiosa de escuchar sobre estos temas. Entonces, la verdad que pensaba alternativas de guiones y lo único que me venía a la cabeza era el Apocalipsis, una y otra vez. Así que fui como medio acorralado por esta obsesión para hacer una película.

Recién decías que habías consultado los escritos de los Padres de la Iglesia, pero también a autores un poco más acá en el tiempo, como el cardenal Newman, o el padre Leonardo Castellani, entre muchos otros. ¿Cómo elaborás el guión teniendo en cuenta todos estos aportes?
La idea de esta película es dar una interpretación que siga un hilo coherente y tomando lo que hay en común, los lugares comunes entre todos entre todos estos autores, las coincidencias, y presentar una idea completa. Tenemos la gran ventaja de vivir muchos siglos después de muchos de estos grandes intelectuales,pero también hay algunos que son muy recientes —como el padre Castellani o monseñor Juan Straubinger—, pero también seguimos ideas, de san Agustín, y por supuestos los Padres de la Iglesia. De estos últimos viene la idea de que las siete trompetas representan herejías a lo largo de la historia,aunque, claro, ellos, en los primeros siglos, no podían asignar con claridad a cuáles herejías se referían las trompetas, simplemente porque la gran mayoría de ellas aún no habían surgido, no se conocían.
Pero nosotros, casi veinte siglos después, las conocemos todas y hasta las podemos categorizar de mal en peor, ¿no?
Lo mismo los cuatro jinetes del Apocalipsis,sobre los que hay mucho consenso en el significado de estos personajes. En lo que quizás no haya tanto consenso es en el momento en que aparece el último, el que representa la persecución universal de mano del anticristo.
Esta película se estrenó aquí en Montevideo el pasado 17, pero ya hace algunos años que la comenzaste a producir, ¿verdad?
Ya hace cuatro años, sí, a principios de 2020, cuando empezó el tema del coronavirus. Hay todo un camino recorrido y un tiempo dedicado a esto.
¿Qué pensás que puede, provocar en el espectador esta película? ¿Cuál es, si tenés alguna idea, o qué es lo te gustaría que provocara?
Más allá de las calamidades que describe el Apocalipsis, siempre son en perspectiva a la segunda venida de Cristo y a su triunfo. Entonces, todas las calamidades, a medida que se cumplen, son al mismo tiempo que calamidades, signos de esperanza, porque van marcando el paso y los hitos que nos ponen cada vez más cerca del retorno de Cristo, el retorno triunfal de Cristo, que no será una venida como la primera, que vino humilde, pobre y escondido. En la segunda va a venir glorioso y todopoderoso, visible para todos, y todos lo van a reconocer como Rey y Señor. Y también el triunfo definitivo de la Iglesia. Entonces, ciertamente es una visión muy esperanzadora y es el núcleo del Apocalipsis y creo que la película logra transmitir muy bien eso.
Es un instrumento de evangelización muy potente, si se quiere.
Sí, totalmente. Bueno, así se pensó. Y justamente por eso se puso tanto empeño en la calidad, en que es una película al mismo tiempo entretenida y atractiva, porque creo que es la mejor forma de transmitir las verdades de fe.