La Cámara de Representantes rindió homenaje a la madre Francisca Rubatto
El martes 17 de mayo tuvo lugar en la Cámara de Diputados un reconocimiento a Santa Francisca Rubatto, fundadora de las Hermanas Capuchinas de Loano, ante su reciente canonización. La exposición verbal estuvo a cargo de Rodrigo Goñi, diputado del Partido Nacional por Montevideo.
El acto contó con la participación de Mons. Luciano Russo, Nuncio Apostólico en Uruguay; Mons. Luis Eduardo González, obispo auxiliar de Montevideo; Mons. Alberto Sanguinetti, obispo emérito de Canelones; hermanas capuchinas de la Madre Rubatto y colaboradores de la congregación.
En su discurso, Goñi aclaró que no fue un homenaje religioso: «Estamos haciendo un reconocimiento y un agradecimiento del pueblo uruguayo a una persona que sirvió, que entregó su vida y que construyó tantas cosas». Y agregó: «Su vida trascendió la religiosidad y su época porque su legado sigue dando frutos a través de las obras que impulsó”.
Cuando Madre Rubatto fue declarada beata por el papa Juan Pablo II en octubre de 1993, el entonces diputado Héctor Lescano promovió e impulsó un homenaje en el Parlamento Nacional con participación de todos los partidos políticos.
El representante nacional manifestó que la canonización de Madre Rubatto «no fue un acontecimiento común para la Iglesia y mucho menos para el Uruguay».
Goñi presentó a la Madre Rubatto como una mujer que «quiso entregar buena parte de su vida al servicio de nuestro país» y que vivió cabalmente «las virtudes humanas», rasgo esencial de la santidad.
Más adelante, destacó el trabajo de la flamante santa con los enfermos, los ancianos y los niños huérfanos que tenían necesidad de educarse: «El gran milagro fue su vida de entrega, su vida plena de humanidad y su generosidad».
El diputado valoró el esfuerzo de quienes trabajaron en el proceso de canonización «para poder tomar conciencia de lo que significa que una persona sea reconocida por una parte importante de la humanidad”, en referencia a su testimonio y legado.
Sobre el final de su alocución, Goñi reconoció también la labor de las religiosas de la comunidad rubatiana que «perseveran en el carisma de la fundadora y en su acción a través de obras concretas».
«Santa Francisca Rubatto, que tu audacia, generosidad y entrega nos impulse a todos nosotros a continuar tu obra: de pensar, y sobre todo ocuparnos, en quienes más necesitan (…) Si tu audacia nos impulsa, estamos seguros que podemos cumplir mucho mejor nuestra misión y nuestro compromiso por construir un Uruguay cada vez más humano y más solidario», concluyó.