Durante el verano, los fieles cuentan con una amplia variedad de alternativas para conocer el patrimonio religioso de nuestro país.
Con la llegada del verano, las familias suelen aprovechar los recesos académicos y las licencias laborales para recorrer distintos puntos de nuestro país. En este sentido, no es un misterio que Uruguay cuenta con diferentes atractivos turísticos, que mezclan su valor patrimonial o histórico con su riqueza en la fe.
Para esta época del año, existe una diversidad de sitios para conocer o volver a visitar en familia. Incluso, la historiadora Ana Ribeiro —quien se reconoce como agnóstica— comentó durante setiembre del año pasado a Entre Todos que le atrae la arquitectura de las iglesias, por lo que visitarlas es una práctica habitual en sus viajes. De acuerdo con la presidente de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación y de la sede de Unesco en Uruguay, la iglesia de nuestro país “no da abasto con el rico patrimonio histórico que tiene”.
La capilla Narbona

Imagen exterior del templo, junto a la vegetación de la estancia. Fuente: Blog por tierra
El territorio nacional está lleno de parroquias y capillas, cada una con sus propias características. No obstante, existen dos de ellas, ubicadas en el interior del país, que tras sus muros guardan recuerdos de otra época. Esa es la situación de las capillas Narbona y Farruco.
La última de ellas, ubicada junto a un fortín en Durazno, data de 1797 y recibió su nombre por ser obra del gallego Don Francisco Rodríguez, apodado justamente como ‘Farruco’. Se presume que Artigas vivió allí y frecuentó el templo, además de ser sitio de los gobiernos de Lavalleja y Rivera, y lugar donde la mujer votó por primera vez en América Latina. Pero, más allá de su importancia, este histórico templo colonial se encuentra en la espera de recibir un plan de reacondicionamiento que permita su recorrido.
Distinta es la situación de la capilla Narbona, templo que se localiza en un predio de treinta y cinco hectáreas en Colonia, y que fue construida en 1732 por el aragonés Juan de Narbona. Precisamente, se trata de la capilla más antigua del país, y en la actualidad integra un recorrido turístico junto a la comunidad de la Calera de las Huérfanas.
Quienes se dirijan hasta el kilómetro 264 de la Ruta 21, a unos diez kilómetros de la ciudad de Carmelo, se encontrarán con las ruinas de edificaciones, corrales de piedra, la capilla y ranchos de piedra donde se alojaban los esclavos con sus familias y los indígenas, todos convertidos al cristianismo. También se puede recibir más información en el teléfono 45404154.
Santuario Virgen de Las Flores

Dentro de este santuario vivió Don Orione. Fuente: Mapcarta
Próximo a la localidad de Estación La Floresta, se destaca una construcción dedicada a la Virgen de Las Flores, del Movimiento Orionita en Uruguay. Este santuario, ubicado al norte del balneario, posee dos grandes atractivos.
Un aspecto que despierta el interés de los visitantes, es porque el fundador del movimiento, San Luis Orione, vivió allí. Por otra parte, otro atractivo que tiene radica en su interior. Dentro del templo se encuentra una imagen de la virgen de Las Flores, traída desde la ciudad italiana de Bra por intermedio de Antonio Bersanino, quien llegó a nuestro país en 1876. La imagen es tallada en madera, recubierta de yeso, y de 1.60 metros de altura. Asimismo, en el fondo del terreno vive el P. Leonardo Rodríguez, sacerdote ermitaño de la diócesis de Canelones, que colabora con algunas de las propuestas y celebraciones del santuario.
De acuerdo con información de la Intendencia de Canelones, quienes deseen visitar este santuario (a unos cincuenta y cuatro kilómetros de distancia del departamento de Montevideo), se pueden comunicar por más información al teléfono 43739123. El santuario está abierto todos los días, entre las 9 y las 20 horas, mientras que las celebraciones son todos los domingos al mediodía. Cada 29 de mes se realiza, de manera adicional, una misa en la tarde, en memoria de la Virgen de Las Flores.
Fortaleza de Santa Teresa

Al ingresar a la Fortaleza, se puede recorrer la histórica capilla colonial. Fuente: Wikimedia Commons
En los últimos años, Rocha se posicionó como un destino tradicional para vacacionar, sobre todo en sus costas. No obstante, al mencionar sitios de patrimonio histórico, es importante recordar a esta antigua fortificación.
Esta imponente estructura, localizada a poco más de trescientos kilómetros de nuestra capital pero muy próxima a la ciudad de Chuy, pasó a manos de los orientales en el año 1825 y permaneció abandonada por un largo período. Durante mediados del siglo XIX, por motivo de la Guerra Grande, la Fortaleza fue ocupada por las tropas al mando de Oribe, pero posteriormente no fue utilizada.
En este punto, fue fundamental el rol del historiador Arredondo, tras impulsar en 1928 la restauración de este ícono de la época colonial. Más de diez años después, quedó abierta para los turistas que deseen recorrer sus instalaciones. En la actualidad, cuenta con un museo, y los visitantes podrán ingresar a la antigua capilla y a la histórica sacristía del siglo XIX.
Santuario de la Virgen del Verdún

El Santuario está en la cumbre del Verdún, a más de trescientos metros de altura. Fuente: G. de Luca
A solo cinco kilómetros del centro de Minas y ubicado en la cima del cerro más elevado de la ciudad, se encuentra el Santuario Nacional de la Virgen del Verdún. El primer poblador de la zona fue un vasco francés de nombre Juan Bautista Berdum, a quien el gobierno de España le donó dichos terrenos en 1801. Posteriormente, por esa razón, los vecinos lo llamaron Verdún.
El curioso origen de la devoción se remonta al P. Don José De Luca, párroco de Minas entre 1891 y 1906, y que proyectó la colocación de una estatua de la Virgen de la Inmaculada Concepción en dicho lugar. Precisamente, en ese último año, Mons. Mariano Soler le encomendó al arquitecto Cayetano Bringas la instalación del monumento en la cima del Verdún, junto con tres pilastrones en representación de las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad.
De acuerdo con la Intendencia de Lavalleja, en la tradicional peregrinación de cada 19 de abril asisten en promedio más de sesenta mil personas, mientras que otras proyecciones indican cifras incluso mayores. La concurrencia ininterrumpida de fieles durante todo el año (desde 1901) generó que la Conferencia Episcopal del Uruguay lo decretara Santuario Nacional.
Guta del Padre Pío

Es común encontrar ofrendas alrededor de la gruta. Fuente: Tripify
Dentro de Paysandú, próximo al río Daymán y casi en el límite con el departamento vecino de Salto, se encuentra la denominada Gruta del Padre Pío. Este sitio consiste en un lugar de mucha calma, rodeado de un entorno campestre y emplazado dentro del terreno de la estancia privada «La Aurora», aunque de acceso libre.
Las visitas recorren un camino largo y a pie, únicamente interrumpido por alguna cartelería sencilla con distintas frases de Pío de Pietrelcina. Tras realizar este trayecto en reflexión y oración, se llega a la discreta gruta, cuyo destaque es la imagen del santo, protegida por una reja. Es habitual encontrar diversas ofrendas de fieles a los pies del santo.