Pasión de Nuestro Señor en la Catedral Metropolitana
Continuando con las celebraciones de Semana Santa, este Viernes Santo, en la Catedral Metropolitana, se vivió La Pasión del Señor presidida por el Card. Daniel Sturla. Es el día en el que se contempla el amor infinito de Jesús por nosotros, de esta manera la Iglesia nos invita a adorar la Cruz,símbolo de redención.Jesús se entregó por nosotros para salvarnos.
El silencio que contempla
El silencio fue la característica que sobresalió durante toda la celebración. El Arzobispo de Montevideo al llegar al altar se postró con el rostro en tierra, recordando la agonía de Jesús. Junto al párroco, el P. Juan González, y los asistentes caminaron hacia la sede donde prosiguió la liturgia donde rezaron una plegaria.
Isaías 52, 13-15.53,1-12; el Salmo 30 y Hebreos 4,14-16.5,7-9 fueron las lecturas que antecedieron a la proclamación de la Pasión del Señor, que leyeron el Card. Daniel Sturla, el P. Juan González y el asistente Federico Baltrons.
Tres frases para meditar la Pasión
Luego, el Arzobispo seleccionó tres frases que compartió con los presentes. La primera hacía referencia a las palabras que pronunció Jesús en la Cruz: “Tengo sed”. Contó que las Hermanas Misioneras de la Caridad siempre tienen junto a la Cruz esta frase. “La Madre Teresa de Calcuta entendió que el dolor de muchísima gente era el mismo de Jesús. La sed del Salvador es sed de amor. Su sed es de amor y nosotros la podemos calmar en aquel que necesita”.
«Junto a la Cruz estaba su madre», fue la segunda frase a la que hizo alusión. “En este momento de la humanidad tenemos la seguridad y necesidad de que nuestro consuelo es tener una Madre, tener a María. Como humanidad y como creyentes tenemos la certeza que, en las cruces que atravesamos, siempre está Ella”.
«Sí, mi servidor triunfará»,fue la última frase elegida por el Card. Daniel Sturla. “Esta es la palabra que nosotros, acompañando a Jesús y venerando la Cruz, tenemos como certeza interior; esperamos en silencio y hasta mañana, en la Vigilia Pascual, la Resurrección del Señor”, subrayó.
María, siempre junto a Jesús y a nosotros
La celebración continuó con un fuerte mensaje del Arzobispo: “Sabemos que Él triunfará, y que la vida lo hará sobre la muerte; el amor sobre el odio; Cristo disipará toda oscuridad con la luz que encenderemos con el cirio, como signo de esa luz que nunca se apaga”.
Luego de unos minutos de silencio se realizaron las peticiones por la Iglesia, el Papa Francisco, los obispos y todo el pueblo. Seguidamente, se entonó el cántico: «Este es el madero de la Cruz,donde fue clavado la salvación del mundo,venid adoremos al Señor».
El P. Juan González se dirigió hacia el altar llevando la Cruz en alto; seguidamente, los celebrantes y asistentes se arrodillaron adorando a Jesús.
El Card. Daniel Sturla volvió sobre la figura de María, que en la Cruz aceptó ser la Madre de todos. “La Virgen estaba en la Cruz acompañando a su Hijo; la profecía del anciano Simeón se cumplió; una espada le atravesó el alma. Aquella fue la hora de la que Jesús le habló en Caná. María, la Nueva Eva, sostenida por su fe,fortalecida por la esperanza y llena de amor, es modelo para toda la Iglesia”.
«Quédate de pie, de pie junto a Jesús, que tu hijo vence en la Cruz»; fue el cántico entonado luego de las palabras del Arzobispo de Montevideo. La celebración continuó con el rezo del Padre Nuestro.