El sábado 26 de enero, desde las 19 horas, en la Aduana de Oribe
El próximo sábado 26 de enero se celebrará el 8° Gran Rosario de Bendiciones para las Familias. Esta iniciativa congrega cada vez a más personas en torno a la Virgen María. La cita es en la Rambla del Buceo, junto a la Aduana de Oribe.
La historia cuenta que allí un grupo de vecinos se reunió por primera vez en el último sábado de enero de 2012. Eran integrantes de las parroquias San Pedro Apóstol, Medalla Milagrosa y San Alejandro y San Pedro Claver, y llegaron a ser unas 1.500 personas.Año a año la iniciativa fue creciendo hasta que se volvió algo masivo, que reúne a miles de personas provenientes de todo el país y el exterior.
El trabajo de los voluntarios
Son decenas de voluntarios los que trabajan durante todo el año y hacen que sea posible este evento. “Con mucha alegría, para esta edición estamos trabajando desde abril de 2018, porque la obra de Dios es muy grande y queremos que perdure en el tiempo”, comenta Esther Meikle, una de las organizadoras del Gran Rosario de Bendiciones para las familias .
Meikle añade que “se ha incorporado muchísima gente, trabajando en diferentes ministerios, para así lograr esta continuidad en el tiempo y que esto no traiga aparejado un desgaste importante en la gente que colabora”. A estas personas que colaboran se las denomina servidores y están encargados de diferentes tareas: el cortejo de la Virgen, alcancías para juntar las ofrendas, encargados de la música y la animación o garantizando la seguridad.
Somos uno
Una de las razones para que todo funcione, explica la organizadora “es que lo vamos rezando todos en comunidad, y preguntándonos a qué se debe toda esa gracia que Dios regala en ese lugar”. Desde la organización entienden que esto se da “porque está toda la Iglesia unida detrás de Jesús y María, no hay chacras, ni grupitos: somos uno”.
También se ha preparado un manual del servidor para la ocasión, “para que imitando a María, también nosotros podamos servir con mucha humildad, obediencia y amor”, comenta Meikle. “Y ese entendemos es el fruto del Rosario de Bendiciones”, asegura.
En cuanto a la logística, el trabajo de varios meses se empieza a ver reflejado el día anterior al Rosario. Es el momento del armado del escenario y los diferentes espacios que serán utilizados en el evento. Para los organizadores el propio día 26 comenzará muy temprano, ultimando todos los detalles.
Gente de todo el país y el exterior
Para este año Meikle espera que se supere el número de participante de ediciones anteriores. “Va a venir mucha gente de Argentina, gente de Paraguay, ya nos anunciaron que llegan personas de Brasil y del interior del país, que siempre vienen muchísimos ómnibus. No me animo a decir cifras, pero entendemos que va a llegar mucha gente”, comenta.
Sanación, reconciliación y paz
Son muchos los testimonios, que año tras año, llegan a oídos de sacerdotes, organizadores y sevidores que participan del Gran Rosario de Bendiciones. Para Esther Meikle las historias de conversión, de sanación y gracia son incontables. Y como muestra comenta: “Recuerdo el de dos chicas que sirvieron en el cortejo que recibe a la Virgen, en el que participan unos 200 jóvenes, y en un principio no estaban muy afines a participar. Insistimos y participaron. Lo cierto es que luego del Rosario participan como voluntarias de forma diaria en una parroquia”.
Meikle agrega que hay mucha familias “que nos hacen llegar su experiencia de sanación, de reconciliación, de paz. A todo el que va con un corazón abierto, Dios le concede lo mejor para su situación”. “La gracia que derrama Dios allí, en el Rosario, es muy grande”, concluye.