Se celebra el III domingo del Tiempo Ordinario, fue instituido en setiembre de 2018
El Domingo de la Palabra de Dios es una iniciativa del Papa Francisco presentada el pasado 30 de setiembre, en el 1.600 aniversario de la muerte de San Jerónimo. En ese momento se propuso que el tercer domingo del Tiempo Ordinario fuera ocasión de que “la comunidad cristiana se centre en el gran valor que la Palabra de Dios ocupa en su existencia cotidiana”.
El objetivo de la conmemoración, explicó el pasado viernes 17 en conferencia de prensa Mons. Rino Fisichella, es reavivar la responsabilidad de los creyentes en el conocimiento de la Sagrada Escritura, así como de mantenerla viva mediante un trabajo de transmisión y comprensión permanente, que pueda dar sentido a la vida de la Iglesia en las diversas condiciones en las que se encuentra.
“Este domingo, quiere llamar a todos los cristianos a no dejar la Biblia como uno de los muchos libros en el estante de casa, quizás lleno de polvo, sino como un instrumento que despierte nuestra fe”, explicó Mons. Fisichella.
La elección del III domingo para centrarse en la Palabra de Dios responde a las lecturas que se suelen usar en la Misa de ese día. Los tres evangelios posibles refieren a la predicación del Señor y al comienzo del anuncio por parte de Jesús. “En cualquier año litúrgico podemos encontrar una referencia explícita a esa comunicación, a ese anuncio que hacia el Señor de la obra salvífica de Dios”, puntualizó Mons. Octavio Ruiz Arenas, también del departamento de la Nueva Evangelización.
Por otra parte, esta fecha es cercana a la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos (del 18 al 25 de enero, fiesta de la conversión de San Pablo) y al Día del Diálogo entre judíos y católicos, que se celebró en Italia el 16 de enero. “No se trata, pues, de una mera coincidencia temporal, sino de una elección que pretende marcar un paso más en el diálogo ecuménico, situando a la Palabra de Dios en el centro mismo del compromiso que los cristianos están llamados a asumir cada día”, explicó Mons. Fisichella.
En la Misa del Vaticano, el Papa hará un gesto simbólico hacia el final y entregará la Biblia a 40 personas. De este modo, se buscará llamar la atención sobre el llamado universal a conocer la Palabra de Dios, para que no quede como un simple libro sino que se transforme en oración, lectura, meditación y estudio.
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Me parecen fantásticas las propuestas. El cristiano debe profundizar en la Palabra de Vida. No hay otro camino, además del Santo Rosario, de conocer la Palabra Salvífica. Bendiciones!!