A partir de la devoción de los fieles por la imagen del santo surgieron varios proyectos de acción social entre vecinos de la zona
La imagen de San Pancracio fue donada por un devoto suyo, Eduardo Rigau, proveniente de la isla de Mallorca. Fue tallada en Barcelona y se encuentra en la Parroquia Inmaculado Corazón de María desde el año 1933, en el barrio La Comercial. Desde entonces se la venera de modo especial los días 12 de cada mes, sobre todo en mayo, conmemoración de ese santo. Durante los primeros años los peregrinos le traían flores y velas, sobre todo de color verde y rojo. Pero durante los años ’70 se fue invitando a la gente a sustituirlas por alimentos no perecederos, ropa en buen estado y medicamentos para ayudar a los más necesitados. Así surgieron los proyectos que llevan a cabo en la actualidad.
Espacio de Salud y Comedor Maciel
El pedido de alimentos no perecederos y ropa en buen estado se unió a otras iniciativas que fueron apareciendo con el tiempo. Una de estas fue la Policlínica, que prestó servicios hasta hace pocos años. En ella diversos agentes de salud atendían y daban algunas medicinas a quienes lo solicitaban, llevando un fichero ordenado de todos los pacientes. Durante años fue una importante ayuda para personas y familias que se atendían en esa institución.
En tiempos recientes, y ante nuevas iniciativas del Estado, se vio que este servicio no era tan necesario en esta zona céntrica de Montevideo, por lo cual se cerró. En su lugar se creó el llamado “Espacio de Salud”, donde se atiende a personas y familias con talleres, entrevistas personales y más servicios. Los talleres están dirigidos sobre todo a familias carenciadas de la zona parroquial, a las que se atiende también con surtidos periódicos de alimentos y ropa.
Otro importante proyecto es el “Comedor Maciel”, donde de lunes a viernes se brinda almuerzo a más de 25 personas por día. A ellas se les suma un número variable de personas, en torno a 15, que recogen su vianda para comerla en otro lugar. “En el Comedor Maciel buscamos crear un clima de fraternidad con medios como la celebración periódica de los cumpleaños de los beneficiarios, comidas festivas especiales y más actividades”, cuenta el P. Javier Fernández, párroco del Inmaculado Corazón de María. Los beneficiarios del Comedor Maciel suelen ser personas de 50 o más años. Algunas de ellas viven en pensiones o refugios, o en modestas viviendas de la zona. Entre los que llevan vianda hay algunas personas en situación de calle.
Por otra parte, desde hace muchos años se atiende, desde esta Obra, a otras 23 instituciones de Montevideo y del interior del país que ayudan a personas y familias necesitadas de su territorio.
La Obra social en torno a San Pancracio funciona con cierta autonomía operativa respecto a la vida parroquial, explica el P. Javier. De todos modos, diversas personas de la Parroquia prestan servicios voluntarios en esta labor, sobre todo colaborando los días 12 de cada mes, conmemoración del santo.
“Dan el paso de ofrecerse a ayudar a quienes les ayudan”
“Esta obra ha permitido canalizar inquietudes y ayudar materialmente a numerosas personas, muchos de ellos provenientes de fuera del territorio parroquial. Incluso hay personas no creyentes o no practicantes que muestran su sensibilidad social haciendo diversos aportes a esta Obra”, señala el sacerdote.
Desde tiempo atrás, en el sentir general, se considera esta Parroquia como un lugar organizado para dirigir la ayuda, añade el párroco. Para eso, se ha tratado de que se involucren profesionales, como asistentes o educadores sociales, que organizan algunos aspectos de esta ayuda, a la vez que brindan un trato personalizado con las personas y familias asistidas. Otro resultado destacable es que algunas personas, con el tiempo, dan el paso de ofrecerse a ayudar a quienes les ayudan, por ejemplo, , colaborando con la elaboración de la comida en el Comedor Maciel.
2 Comments
Que bien que halla un lugar donde se ayuda a la gente .
que día puedo llevar ropa para donar y en qué horario , gracias