La fecha de la celebración coincide con la Jornada Mundial del Enfermo.
El martes 11 de febrero se celebrará la Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes. Además, este día la Iglesia celebra la Jornada Mundial del Enfermo, que en 2025 cumplirá su trigésima tercera edición (aquí se puede leer el mensaje papal). En esta nota compartimos con ustedes algo de la historia en torno a esta devoción y los horarios de celebraciones en las parroquias dedicadas a esta advocación de la Virgen, así como los horarios del Santuario nacional de la Gruta de Lourdes.
«Yo soy la Inmaculada Concepción»
El 11 de febrero de 1858, en la villa francesa de Lourdes, a orilla del río Gave, Nuestra Madre, Santa María, manifestó de manera directa y cercana su profundo amor hacia nosotros, apareciéndose ante una niña de 14 años, llamada Bernadette (Bernardita) Soubirous.
La historia de la aparición empieza cuando Bernardita, quien nació el 7 de enero de 1844, salió, junto a dos amigas, en búsqueda de leña en la Roca de Masabielle. Para ello, tenía que atravesar un pequeño río, pero como Bernardita sufría de asma, no podía meter los pies en agua fría, y las aguas de aquel riachuelo estaban muy heladas. Por eso ella se quedó a un lado del río, mientras las dos compañeras iban a buscar la leña.
Fue en ese momento, que Bernardita experimenta el encuentro con Nuestra Madre, experiencia que sellaría toda su vida, «sentí como un fuerte viento que me obligó a levantar la cabeza. Volví a mirar y vi que las ramas de espinas que rodeaban la gruta de la roca de Masabielle se estaban moviendo. En ese momento apareció en la gruta una bellísima Señora, tan hermosa, que cuando se le ha visto una vez, uno querría morirse con tal de lograr volverla a ver».
«Ella venía toda vestida de blanco, con un cinturón azul, un rosario entre sus dedos y una rosa dorada en cada pie. Me saludó inclinando la cabeza. Yo, creyendo que estaba soñando, me restregué los ojos; pero levantando la vista vi de nuevo a la hermosa Señora que me sonreía y me hacía señas de que me acercara. Pero yo no me atrevía. No es que tuviera miedo, porque cuando uno tiene miedo huye, y yo me hubiera quedado allí mirándola toda la vida. Entonces se me ocurrió rezar y saqué el rosario. Me arrodillé. Vi que la Señora se santiguaba al mismo tiempo que yo lo hacía. Mientras iba pasando las cuentas de la camándula Ella escuchaba las Avemarías sin decir nada, pero pasando también por sus manos las cuentas del rosario. Y cuando yo decía el Gloria al Padre, Ella lo decía también, inclinando un poco la cabeza. Terminando el rosario, me sonrió otra vez y retrocediendo hacia las sombras de la gruta, desapareció».

A pesar de la prohibición de sus progenitores, muchos amigos de Bernardita le pedían que volviese a la gruta; ante ello, su mamá le dijo que consultara con su padre. El señor Soubiruos, después de pensar y dudar, le permitió volver el 18 de febrero.
Esta vez, Bernardita fue acompañada por varias personas, que con rosarios y agua bendita esperaban aclarar y confirmar lo narrado. Al llegar todos los presentes comenzaron a rezar el rosario; es en ese momento que Nuestra Madre se aparece nuevamente. Bernardita narra así esta aparición: «Cuando estábamos rezando el tercer misterio, la misma Señora vestida de blanco se hizo presente como la vez anterior. Yo exclamé: ‘Ahí está’. Pero los demás no la veían. Entonces una vecina me acercó el agua bendita y yo lancé unas gotas de dicha agua hacia la visión. La Señora se sonrió e hizo la señal de la cruz. Yo le dije: ‘Si vienes de parte de Dios, acércate’. Ella dio un paso hacia delante».
Luego, la Virgen le dijo a Bernadette: «Ven aquí durante quince días seguidos». La niña le prometió hacerlo y la Señora le expresó «Yo te prometo que serás muy feliz, no en este mundo, sino en el otro».
Luego de este intenso momento que cubrió a los presentes, la noticia de las apariciones se corrió por todo el pueblo, y muchos acudían a la gruta creyendo en el suceso, mientras otros se burlaban.
Entre el 11 de febrero y el 16 de julio de 1858 hubo 18 apariciones. Éstas se caracterizaron por la sobriedad de las palabras de la Virgen, y por la aparición de una fuente de agua que brotó inesperadamente junto al lugar de las apariciones y que desde entonces es un lugar de referencia de innumerables milagros constatados por hombres de ciencia.
Fuente: www.aciprensa.com

Horarios de la celebración
En la Gruta de Lourdes, las celebraciones del martes 11 serán a las 7, 9, 14 y 16 horas en el sepulcro, mientras que en la gruta se realizará la misa a las 8, 10, 11:30, 17 y 19 horas. De forma adicional, habrá rezo del rosario a las 9, 13:30, 16 y 20 horas, momento en el que dará inicio la tradicional procesión de antorchas.