Un proyecto de amigos católicos que contribuye con la alimentación, educación y valores de niños en Montevideo y Lavalleja
La Fundación Madre Paulina surgió en el año 2018, en Montevideo, “entre un grupo de amigos uruguayos que queríamos hacer algo por lo niños menos afortunados de Uruguay”, cuenta Fernando Bosch, uruguayo que ahora vive en Amsterdam, Países Bajos. Él y un par de amigos de Montevideo decidieron impulsar esta fundación nombrada en honor de la Beata Madre Paulina von Mallinckrodt, ya que uno de los impulsores es un exalumno del Colegio Inmaculada Concepción de María de la congregación de la Madre Paulina y el hijo de otro de ellos está cursando allí el preescolar. La institución fue creada para tener un impacto directo y duradero en la vida de niños y sus familias, y permitirle a los niños desarrollar todo su potencial humano y espiritual en la fe.
“Nuestra fundación se basa en ayudar a los niños más necesitados a desarrollar su potencial total, incluyendo tres aspectos fundamentales”, señala Fernando. El primero, son las necesidades básicas de alimentación, seguridad y recreación. El segundo, la formación en valores y principios morales católicos que le permitan al niño aspirar a mejorar y a ser la mejor persona posible, y el tercero es el aspecto académico, donde se busca ayudar al niño a tener una formación escolar sólida que le permita hacer fructífero su esfuerzo por mejorar e integrarse a la sociedad de manera productiva y feliz. Y agrega: “La primera obra que hemos empezado fue en el pueblo de Pirarajá, departamento de Lavalleja, donde operamos un merendero para 15 niños aproximadamente, donde se les da también apoyo escolar y catequesis”.
La obra más grande está en Malvín Norte, en la capilla Resurrección, dependiente de la Parroquia de Belén. “Hemos entablado amistad con el Padre Eliomar Carrara hace ya más de 20 años, cuando algunos de nosotros dábamos catequesis con él en la Parroquia de Camino Belloni. Estando él a cargo de la capilla Resurrección nos surgió la oportunidad de trabajar con él nuevamente. Esta iglesia tiene un terreno muy grande que no estaba siendo utilizado por falta de infraestructura y al mismo tiempo se encuentra en un barrio con muchísimas necesidades, el cual incluye un asentamiento muy complicado y un montón de niños que se pasan el día en la calle”, explica Fernando.
Para brindar una solución a esta problemática del barrio, la Fundación Madre Paulina está construyendo tres salones de clase, un comedor, baños y una cocina. Se espera que la edificación finalice para marzo de 2020. Ahí propondrán un programa que incluya un almuerzo completo, tres a cuatro horas de apoyo escolar, catequesis, talleres varios y una merienda. “Para asegurarnos de que la ayuda que le brindemos a los niños tenga un impacto real y duradero, vamos a integrar a nuestro plan de trabajo a las madres y a la familia como base fundamental de la sociedad. Para esto, estamos trabajando con instituciones como la Fundación Kolping —que va a dar talleres de reconciliación y perdón para las madres de los niños— y con Madrinas por la Vida, que va a brindar sus servicios a madres nuevas o embarazadas en nuestros salones”, agrega este uruguayo residente en Holanda.
Se puede colaborar con la Fundación Madre Paulina a través de ayuda económica, alimentos, productos de limpieza o útiles escolares como túnicas, lápices, cuadernos y más. También se recibe colaboración de forma voluntaria: dando talleres, brindando algún servicio que ayude a que las familias vean el Centro como una comunidad (asesoría legal, medicina, odontología u otros) o ayudando con los niños. Y agrega Fernando… “incluso maestras que puedan dar clase una o dos veces por semana de forma gratuita o subsidiada serían de gran ayuda. Además, esperamos contar con el apoyo de alguna organización pastoral juvenil, ya sea de colegios o parroquias también, para animar y dar catequesis los sábados”. Para contactarse con la Fundación Madre Paulina se puede escribir por whatsapp al +31623788762.