Se desarrolló durante una semana en la Parroquia Ntra. Sra. de Guadalupe, en Casavalle
En plena ola de calor, en el barrio Casavalle una veintena de chicos jóvenes y varios vecinos trabajan en la limpieza de una cuadra. Recogen basura, cortan matorrales, hacen una zanja. Están en una de las actividades de la misión de los seminaristas, que se realiza todos los años en el mes de febrero.
Días de oración, encuentro y servicio
En esta ocasión, los futuros sacerdotes de Montevideo pasaron una semana en la Parroquia Ntra. Sra. De Guadalupe, en Casavalle. Al decir del párroco, el P. Ricardo Villalba, su presencia fue “una bocanada de aire fresco para acompañar el trabajo” que realizan junto con el P. Gregory Núñez, las hermanas Misioneras de la Caridad, los misioneros de Puntos Corazón, la Sociedad San Juan y los Focolares, que son algunas de las comunidades de la Iglesia presentes en esta zona de Montevideo.
Como todas las misiones, esta incluyó visitas casa por casa y muchos momentos de encuentro y oración con los vecinos, así como tardes de juegos con los niños e intercambio con los miembros de la comunidad. Participaron todos los seminaristas de Montevideo, tanto del seminario Interdiocesano Cristo Rey como del Redemptoris Mater, del Camino Neocatecumenal; por lo que también se trató de una ocasión de encuentro y conocimiento entre ellos. Los acompañaron los formadores y el Arzobispo.
El evangelio en el barrio
Ignacio Donadío, seminarista del Cristo Rey, contó a ICM que la preparación de la misión implicó organización y mucha oración. “Es una preparación más espiritual, como para que al llegar al lugar de misionar no ser uno el que viene a anunciarse a sí mismo y a sus ideas, sino que realmente traiga a Jesús y encuentre a Cristo en el otro. La oración es muy importante”, aseguró.
En este tipo de instancias también es importante el contacto con la gente, y así lo destacó el párroco: “una de las claves para poder vivir esta misión es involucrar a todas las personas posibles, sean católicos o no. Para que vengan a apoyar y descubrir que, colaborando -en el servicio y en el apoyo los unos con los otros- uno encuentra el Evangelio”.
La zona es bastante carenciada y en ella viven unas 40.000 personas, de acuerdo con el P. Ricardo Villalba. “Los vecinos están muy contentos”, aseguró. Por su parte, el otro sacerdote que atiende la comunidad, el P. Gregory, dijo que uno de los mayores desafíos es «reconstruir el tejido de relaciones dentro del barrio; de la parroquia con los vecinos, pero sobre todo de los vecinos entre sí». Afirmó que este es un «trabajo artesanal, que se realiza día a día».
Hasta 2022
La misión, que tuvo una semana de duración, concluyó el domingo 16 de febrero con una Misa en la que participaron todos los involucrados. Fue ocasión de poner en manos de Dios el trabajo y los frutos de los días compartidos. El territorio de la Parroquia Ntra. Sra. de Guadalupe comprende el territorio de Casavalle. Son cuatro barrios, que fueron los lugares en donde misionaron los seminaristas: Barrio Bonomi, Las Sendas, Los Palomares y De los Dominicanos (que debe su nombre a que muchos de los habitantes de esta zona son originarios del país caribeño). La misión se desarrollará en esta zona de Montevideo hasta el año 2022.
1 Comment
Muy buena la obra, pero no es en barrio Casavalle, es en Casavalle. El barrio es el Borro, que queda en la localidad de Casavalle, dentro del departamento de Montevideo.