Un libro de investigación sobre el patrimonio misionero jesuítico en Uruguay
El Dr. Fernando Lúquez Cilintano publicó, a finales del 2020, su libro “Los secretos de una reliquia” en la que se compacta material sobre el riquísimo patrimonio misionero, jesuítico guaraní, de la Banda Oriental. “El contacto con la temática del patrimonio misionero lo inicié, hace más de dos años, en el afán de dar con datos concretos que develaran el misterio relacionado a la edad, origen y finalidad de construcciones de vieja data emplazadas en la localidad de Juanicó, en el departamento de Canelones. Edificaciones que, según la tradición oral local, fueron levantadas por Francisco Juanicó, a partir de 1830. Nada de eso parece que fue así”, explicó el Dr. Lúquez Cilintano en la siguiente entrevista.
¿Cuál fue su primer contacto con la temática del patrimonio misionero jesuítico guaraní?
En la vecindad de estos campos, con la propiedad jesuítica conocida como Chacra San José que, entre 1747 y 1767, tuvo una importante actividad ganadera (en la crianza y reproducción de ganado ovino) para sustento de la Residencia de San Estanislao de Kostka, se desarrolló la actividad relacionada a la industria del cuero (en los inventarios realizados a partir de la expulsión de los padres jesuitas de los dominios españoles, en estos campos se halló un depósito de 2200 cueros). Recordemos que en aquella época el cuero fue una mercancía de alto valor económico.
Fue así que comencé a investigar, ante la inexistencia de documentos o indicios que acreditaran la relación de la familia Juanicó con la construcción subterránea y el galpón contiguo existentes en la zona, y que hoy son parte del epicentro patrimonial e histórico del actual Establecimiento Juanicó. Además de las peculiares características arquitectónicas de dichas unidades edilicias empecé a observar más allá de la época de la independencia patria y llegué hasta mediados del siglo XVIII. Comencé a estudiar la copiosa obra jesuítica iniciada en la Banda Oriental de la mano de su primer administrador de la Residencia de Montevideo, el Padre Cosme Agulló SJ.
A raíz de la transmigración de indios tapes provenientes de los pueblos misioneros, que llegaron a ser miles de nativos que arribaron a la costa norte del Río de la Plata, que dispersándose por el vasto territorio de la Banda Oriental, se establecieron en estancias y, entre ellas, La Calera de los Desamparados (actual departamento de Florida), propiedad jesuítica que tuvo una conexión productiva y de tránsito hacia Montevideo con la Chacra San José, emplazada en la actual zona de Juanicó.
Estos indios catequizados por los padres jesuitas se caracterizaron por su docilidad e idoneidad para desarrollar distintas actividades y oficios, y fueron alarifes o peones altamente calificados para la época. Claro, tuvieron como maestros a los padres ignacianos que, además de traerlos hacia el Evangelio, les enseñaron artes, oficios y otras tareas manuales.
Los indios tapes fueron grandes colaboradores en la construcción de edificaciones públicas y privadas de la época colonial y, como bien señala Leopoldo Lugones (en una de sus obras), los jesuitas “fueron grandes constructores de subterráneos”, no sería de extrañar que las construcciones de Juanicó no solo pertenezcan a una misma época, sino que además hayan contado con la mano de obra del indio tape.
Así fue cómo surgió su interés en la temática…
El interés en la temática se dio precisamente a la vecindad de la presencia jesuítica en la zona (a mediados del siglo XVIII), la existencia de una cantera abierta en los terrenos de propiedad de los padres jesuitas (Chacra San José) y las únicas construcciones a base de roca de origen volcánica (característica en su intenso color ferruginoso) que existen cerca de esa cantera, son precisamente, la actual cava de vinos y el galpón contiguo a la misma (que fuera tambo durante la segunda mitad del Siglo XIX y hasta 1940).
La labranza de la piedra, la existencia de ladrillos de vieja data, la techumbre abovedada y la presencia del arco de medio punto, nos ponen en frente a una obra arquitectónica singularísima, de un viejo tiempo de estas tierras, con un aire del Medioevo español.
¿En qué fuentes históricas escritas se basó para la creación de la obra?
Obras de la talla como “Época Colonial. La Compañía de Jesús en Montevideo” del Dr. Carlos Ferrés, “Los Jesuitas y la Cultura Rioplatense” de Guillermo Furlong SJ, “La Arquitectura en el Uruguay” de Juan Giuria, “La Calera. Nuestra Señora de los Desamparados” del Ing. Hugo Mascheroni, “Los Indios del Uruguay” de Renzo Pi Ugarte, entre otros trabajos de autores nacionales y extranjeros, además de consultar al ARSI, Museo Julio Marc (Rosario, Rep. Argentina), Museo San Alberto (Córdoba, Rep. Argentina), Colegio Nacional de Buenos Aires (Rep. Argentina), Archivo Gral. De la Nación Argentina, Archivo Gral. de la Nación de Chile, etc.
¿Por qué el nombre “Los secretos de una reliquia”?
El libro no tiene vocación dogmática, aquí no se revela ningún misterio, sino que se abre la puerta al debate científico en base a los indicios que en el exponen, con fundamentación científica.
El vocablo “reliquia” está íntimamente asociado a esa religiosidad que despierta, a priori, la edificación subterránea sin siquiera aseverar categóricamente que ella tuviera por finalidad el desarrollo del culto religioso, extremo que habría que probarlo; y los secretos, obedecen a los misterios que sigilosos atesoran esos viejos muros en el subsuelo de Juanicó. Este libro es una invitación a expertos a avanzar en una nueva investigación que permita dar luz sobre tales misterios, hoy expuestos en este trabajo editorial.
¿Qué es lo que más le sorprendió en el trabajo de investigación?
La construcción subterránea, por decenas de décadas, olvidada o desconocida. Recuerdo que la descendiente de uno de los arrendatarios del lugar, Solange Methol (hija de Fernando), me comentó que su padre desconoció la existencia de esa edificación que hoy se utiliza como cava de vinos de guarda. Además, sorprende la majestuosidad y a la vez, su sencillez. Es un patrimonio arquitectónico que ha empezado a ser promocionado en los últimos treinta años por Familia Deicas.
En la actualidad, ¿cómo se trabaja por la preservación y difusión de este patrimonio en Uruguay?
Este conjunto patrimonial de Juanicó está insertos en diversos programas turísticos tanto nacionales como extranjeros, este libro tal vez se constituya en un humilde aporte para potenciar la política de promoción de la denominada “Ruta de los Jesuitas” que todo uruguayo debería conocer.
Perfil de Fernando Lúquez Cilintano
- Es Doctor en Derecho egresado de la Facultad de Derecho (UdelaR) y docente de música.
- En la actualidad es el presidente del Instituto Histórico de Juanicó y miembro de las Jornadas de Geo-Historia Regional.