El documental fue realizado por el Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede
Apoco más de un mes de haber sido electo como el 267.° papa de la Iglesia católica, León XIV es el protagonista de un documental que intenta contar su etapa como sacerdote misionero y luego obispo en tierras peruanas. El trabajo audiovisual, a cargo del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede y que se puede ver a través de YouTube, fue grabado y editado en poco más de dos semanas, y se basa en testimonios de sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos y laicas, que vivieron de cerca el trabajo pastoral del actual pontífice.
La narración del documental es articulada por los testimonios en primera persona, con apenas algún sobreimpreso para separar las diferentes etapas del trabajo del padre Roberto (como aún lo llaman los fieles de Chiclayo) en tierras peruanas.
«León de Perú» no busca ser una biografía del santo padre. Tampoco entra en la polémica mediática de si estamos ante la presencia de un papa progresista o conservador, de derecha o de izquierda, probergogliano o antibergogliano. Menos aún se presenta el documental como un artefacto pronosticador de las líneas de trabajo del obispo de Roma.
El trabajo cuenta cómo el padre Roberto visitaba a los fieles de su comunidad, se ocupaba de la catequesis de niños y jóvenes, celebraba con sus parroquianos la misa, las fiestas y las tradiciones, y vivía con ellos en los tiempos difíciles —de los que abundan en esas tierras—.

También se narra cómo monseñor Prevost —primero obispo de Chiclayo y más adelante también administrador apostólico de Callao— acompañaba a las mujeres víctimas de trata, a los afectados por la pandemia en los barrios más pobres de sus diócesis, a los migrantes que llegaban a Perú.
Pero por sobre toda esa preocupación por el bienestar material de los más vulnerables, está la preocupación de un pastor por el bienestar espiritual de su grey, de la formación teológica y espiritual del clero, de la catequesis y el acceso a los sacramentos por parte del pueblo fiel de Dios.
En el relato se destaca la cercanía, la humildad y la firmeza de un pastor que no reniega de su vocación, sino que se ve como parte de un pueblo que peregrina hacia la casa del Padre. Tal vez la principal fortaleza de este documental, elaborado por los periodistas de los medios vaticanos Salvatore Cernuzio, Felipe Herrera-Espaliat, y Jaime Vizcaíno Haro, sea mostrar las calles que recorrió, la gente que conoció y ayudó, las misas y festividades que celebró, la fe que llevó y confirmó este sacerdote agustino misionero que vino desde Chicago. Esas vivencias diarias de los gozos y las fatigas compartidas con su pueblo que lo marcaron como obispo, y que ahora se multiplican como papa para la Iglesia en todo el mundo.
Quizá esta clase de trabajos audiovisuales sirvan para acercarnos a una realidad que muchas veces desconocemos: la cercanía y naturalidad con la que la mayoría de los sacerdotes y obispos viven en medio del pueblo de Dios.