Desde hace más de 13 años visitan la zona junto a un grupo de voluntarios
Publicado en el Quincenario Entre Todos, n° 473
«El proyecto que llevamos adelante en los barrios Régulo y 23 de Diciembre se ha metido en el corazón de la comunidad que formamos entre nuestra Iglesia y la casa de retiro, y es a través de la colaboración de muchas personas que se sostienen las actividades y proyectos, personas dispuestas a dar una mano a través de la oración, la preocupación y el acompañamiento que se expresa de muchas maneras: aportes económicos, becas que hacen posible que los chiquilines que egresan del apoyo sigan estudiando y más”, cuenta la Hna. Gabriela Oliva, de la congregación Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús.
A través del Centro de Espiritualidad Santa Rafaela María, las religiosas y varios voluntarios llevan adelante acciones en el barrio Régulo desde hace 13 años, lo que les ha permitido acompañar la vida de los vecinos a través de diferentes actividades y proyectos, pero sobre todo a partir del vínculo que se va formando entre las familias, vecinos, los voluntarios y las hermanas.
“Nuestra presencia en estos dos barrios hoy cuenta con más de 30 voluntarios y hermanas que deseamos seguir buscando cómo acompañar más y mejor la vida de las familias”, dice la Hna. Gabriela. Tal es así que, una vez al mes, las hermanas y voluntarios se quedan a pasar un fin de semana con las personas de estas zonas.
Proyectos con niños, adolescentes y sus familias
En los barrios, las hermanas y voluntarios ofrecen apoyo escolar a más de 30 niños, partiendo de actividades y juegos en torno a matemática, lengua y arte. Para sus mamás también tienen talleres. Y lo que empezó con encuentros solo los sábados, hoy consiste en actividades cuatro días por semana.
También cuentan con el proyecto “Jenga”, un espacio para adolescentes en donde comparten un ambiente de respeto, donde sean valorados, motivados y contenidos, en medio de talleres y estudio compartido. A su vez, brindan catequesis para niños y adolescentes, junto a la Parroquia Santa Teresita, que se encuentra cerca. “En el año 2019 año recibieron por primera vez a Jesús nueve niños y adolescentes”, señala la Hna. Gabriela.
Ese mismo año, agrega, han conseguido grandes logros como la compra de un contenedor con una pequeña cocina y baño, gracias a la ayuda de muchas personas. “Otro logro fue el poder acompañar de manera más sistemática y personalizada a los adolescentes, que muchas veces son los mismos niños que egresan del apoyo escolar. Hemos visto la necesidad que tienen de ayuda y compañía para recorrer su camino en el liceo, en esta etapa de la vida donde los pares son tan importantes”, cuenta la Hna. Gabriela.