Editorial del Pbro. Gonzalo Estévez, vicario general de la Arquidiócesis de Montevideo, de cara a la votación del proyecto de ley sobre la eutanasia en la cámara de diputados.
Hermanos: este Entre Todos llega a ustedes en vísperas de la fiesta de la Virgen de Betharram. Creo no equivocarme al suponer que la mayoría de ustedes no ha oído hablar de esta advocación. Este título mariano llegó al Uruguay traído por los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús de Betharram, que, por venir desde el País Vasco francés, destinados fundamentalmente a la atención pastoral de la entonces numerosa comunidad de vascos migrantes en nuestra patria, serían llamados “los padres vascos”. Y así se llamaría popularmente a la parroquia y colegio que el beato Jacinto Vera les encomendó en el nuevo centro de Montevideo, que, dejando atrás las murallas, se iba generando en la reciente Avenida del 18 de Julio que comenzaba a vertebrar la extensión urbana hacia el este.
Llegados en la década de los sesenta del siglo XIX, traían con ellos a Ntra. Sra. de Betharram, cuya imagen sería colocada en el templo de la calle Julio Herrera y Obes.
Su nombre, Betharram —en bearnés—, se traduce como “rama hermosa”, y tiene su origen en la milagrosa salvación de una niña que, caída a las turbulentas aguas del río Gave, se estaba ahogando, hasta que “una señora”, misteriosamente aparecida y luego desaparecida, le tiende una rama de la cual la niña se aferra y por medio de la cual “la señora” la arrastra hacia la orilla salvándole la vida. Posteriormente la niña reconocerá en la imagen de la Virgen en la capilla a aquella señora desconocida que tendiéndole una rama hermosa la había auxiliado.
Por esta razón la Virgen de Betharram fue proclamada madre y protectora de los niños y jóvenes del Uruguay, como pueden leer en su altar los que se acercan a rezarle por sus hijos y nietos, confiando que, en un tiempo aún más turbulento y peligroso que las aguas del río Gave, la Señora les tienda su ramo hermoso y los ayude a llegar a la orilla y hacer pie en medio de tanto peligro.
En un momento en que en Uruguay tantos niños están en riesgo no solo por los peligros de la vida sino incluso en el vientre de sus madres, está bueno que como Iglesia diocesana miremos a María y le pidamos que cuide de todos los niños uruguayos, natos y nonatos.
Y como la eutanasia parece que va a perder su condición de delito para transformarse en “derecho” también pedimos que la Virgen tienda su ramo de vida a todos los que quedarán desprotegidos en su derecho fundamental de vivir: enfermos y ancianos fundamentalmente.
Que nuestra Señora de Betharram nos cuide a todos, nos muestre a su Hijo, y cuide nuestra vida física y espiritual.
Abrazo y bendición.
2 Comments
Virgen de Beth arram: del «bello ramo»- He sido afortunada en haber trabajado en Pastoral, cuando aún vivían los sacerdotes betharramitas, por los años 1996, 97- 2001 – 2004-
El día de la Fiesta de la Virgen de Betharram, entonábamos una canción que había sido compuesta por una monjita amiga de los sacerdotes en aquel tiempo: «VIrgen de Rama florida / la del niño en el regazo / encamina nuestros pasos luz y estrella de la Vida. /Oye tú nuestra alabanza, ya que vives en el Cielo, eres Madre, eres consuelo, eres tú nuestra esperanza. / A Jesús, hermano nuestro, guíanos, oh Madre Buena / simples, alegres, dispuestos, para hacer lo que Dios quiera. / Oye tú nuestra alabanza, ya que vives en el Cielo, eres Madre, eres Consuelo, eres tú, nuestra Esperanza.
Muy lindo artículo: Gracias Padre Gonzalo. Tenemos un cariño especial por Bétharram y todo lo que encierra 🙂 Un pedazo de cielo en la tierra.