En Uruguay, según un estudio de UNICEF sobre acoso escolar, entre uno y tres alumnos de cada diez que asisten a instituciones educativas sufrieron estas situaciones en el último mes. Vista esta realidad son varias las preguntas que surgen en este diálogo.
¿Qué es el bullying y qué se entiende por acoso?
El concepto lo empieza a trabajar un psicólogo sueco hace más de veinte años, a raíz del suicidio de dos estudiantes noruegos que habían sufrido acoso escolar. Comienza un trabajo de observación de las distintas conductas de los estudiantes, y a partir de allí se empieza a conformar un equipo de investigación que elabora distintos informes, en los que se llega a este concepto de bullying.
Inicialmente el término utilizado era mobbing —que actualmente hace referencia al acoso en el ámbito laboral específicamente—, pero luego fue dejando lugar a la palabra bullying que utilizamos actualmente.
La definición que se maneja es la siguiente: un alumno es agredido, o se convierte en víctima, cuando está expuesto, en forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que llevan adelante otro alumno o más de uno.
Esto significa que es una acción que se repite en el tiempo y es realizada de forma intencional para hacer daño, para que la víctima la pase mal. Y, además, hay una asimetría de fuerzas, ya sea física o psicológica. «Yo te persigo porque soy más poderoso», podríamos decir.
El que sufre bullying —el acosado— se autopercibe en inferioridad de condiciones. Muchas veces no lo está en realidad, pero es la autopercepción que la persona tiene frente al acosador y lo que este le hace creer al propio acosado. La persona que hace bullying es un chico que tiene perfil de líder, que busca dominar ciertos grupos —obviamente desde un lugar negativo—, entonces muchas veces genera estas conductas agresivas que otros acompañan o las miran desde el silencio.
Claramente esto no es solo físico…
No, no lo es. También puede ser verbal o psicológico. No tiene por qué mediar una agresión física.
Esto mismo me hace preguntarte por el ciberbullying. ¿Podrías darnos una definición?, porque es un ingrediente que se agrega al bullying en un contexto de esta época.
El ciberbullying es acoso o intimidación por medio de las tecnologías digitales. Puede suceder en las redes sociales, las plataformas de mensajería, las plataformas de juegos o los teléfonos móviles. Es un comportamiento que se repite y que busca atemorizar, enfadar o humillar a otras personas. Es decir, es la traducción del bullying en redes sociales; es la misma conducta, lo que cambia es que en este caso no hay, eventualmente, un contacto físico. Siguen, igualmente presentes, la intencionalidad, la permanencia en el tiempo y la percepción de asimetría en cuanto al vínculo.
Hay que tener en cuenta que el adolescente busca mucho la aceptación, y el ciberbullying muchas veces comienza cuando suben fotos y empiezan a recibir comentarios negativos. Estos comentarios empiezan a alimentar otros comentarios de pares.
Como datos para aportar está en el Informe de situación de acoso escolar en Uruguay, de UNICEF, que se hizo en el año 2021, se observa que el bullying y el ciberbullying tiene prácticamente el mismo porcentaje de incidencia; es decir, los estudiantes están expuesto al acoso o al ciberacoso prácticamente en las mismas proporciones.
Es un fenómeno relativamente nuevo, lo que sí se ha ido incrementando es el uso de las tecnologías digitales en los últimos años, lo que ha permitido el incremento de este tipo de acoso y su visibilidad.
No obstante, luego de la pandemia muchos más adultos han tenido acceso a las redes sociales, esto ha servido para que estos adultos (padres, abuelos, hermanos mayores) al ser contacto de los más chicos también accedan a las interacciones que estos tienen con sus pares, y por tanto pueden también ellos visibilizar los posibles casos de ciberbullying.
El ciberbullying, ¿se puede dar también en el mundo adulto?
En el mundo adulto se dan otras situaciones, tal vez similares, conocidas con otros nombres como mobbing o acoso laboral. Es cierto que en el mundo adulto también existen otros recursos, incluso legales a nivel laboral, para prevenir y enfrentar este tipo de acoso.
Pensando sobre todo en los padres, educadores o adultos referentes de estos niños y adolescentes, ¿hay alguna forma de detectar que la persona está pasando por esta experiencia, aún cuando no lo diga?
Si yo comparto espacios con niños o adolescentes, empiezo a visibilizar ciertas conductas. Entonces, más allá que al adolescente le cueste comunicarse, si empezamos a ver que no quiere ir al liceo, que empieza a tener una baja en su rendimiento académico, tal vez ganas de no alimentarse, desgano en general, o situaciones que salen demasiado de lo habitual para ese chico o esa chica; algo está pasando. No tiene porqué estar sufriendo acoso, pero algo le está pasando.
Por tanto, si me puedo acercar a esa persona, o a su círculo de amistades, puedo buscar la forma para ayudarlo. A veces hasta puede ser el pediatra en una consulta de rutina, a través de las preguntas de rutina, quien descubra la situación de hostigamiento.
Tú hablaste que al término bullying se llega a raíz de un caso de suicidio, una situación extrema. Nos podrías explicar cuáles son las consecuencias de este tipo de acoso.
Si bien el suicidio es multicausal, se puede llegar a esas situaciones extremas a causa del acoso. Pero también existen otra cantidad de consecuencias, también delicadas, para la persona que sufre bullying. Por ejemplo, depresión, fobias, baja autoestima —una de las más identificadas en las investigaciones—, inhibición social en distintos grados, consumo problemático de sustancias.
Creo que debemos estar muy atentos a todas las situaciones, más allá que los adolescentes tengan distintas formas de expresarse. El bullying es una situación de estrés permanente, de sufrimiento diario, de alguien que está pasándola mal cuando va a su centro de estudio o en otro ámbito.
¿Qué herramientas se pueden utilizar para generar ambientes sanos en los hogares, de tal forma que si sucede un caso de bullying, o ciberbullying, un joven pueda manifestarlo?
La pregunta es muy buena, porque la prevención es clave en este asunto, es evitar que una situación se dé. Se pueden hacer muchas cosas en la casa desde que los niños son chicos, desde la etapa preescolar. Un ejemplo es habilitar el diálogo, generar la confianza para que pueda expresarse cuando le sucede, habilitarlos a decir no cuando algo no les gusta o no les parece correcto.
A veces cuesta, porque no todos los adolescentes son comunicativos, pero igualmente poner el tema sobre la mesa, buscar instancias para hablarlo en familia. Tal vez utilizando una situación que vi en el informativo, o algo que le sucedió a otra persona, puedo habilitar el diálogo sobre el bullying o ciberbullying.
1 Comment
El acoso se da en lugares de trabajo y por ser catolica estan en intituciones personas de otas religiones sacando de los lugares y son apollados por otros que dicen ser catolicos y no los son