La segunda Jornada Mundial de los Abuelos y Adultos Mayores se realizará el martes 26 de julio, día de la memoria de los abuelos de Jesús, santa Ana y san Joaquín.
El papa Francisco, para el año 2022, nos invita a la revolución de la ternura bajo el lema: “En la vejez seguirán dando frutos”. Con este mismo título la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Montevideo, junto a ICM y Radio Oriental, están publicando en Spotify una serie de cuatro capítulos sobre los adultos mayores.
El segundo de estos envíos se realizó junto con la psiquiatra especialista en niños y adolescentes, Natalia Trenchi que reflexionó sobre la experiencia de ser abuelos y nietos. Compartimos con ustedes parte de este diálogo.
¿Cuál es el aporte que hacen los abuelos a nuestras vidas?
Los abuelos, sin lugar a dudas, enriquecen y aportan desde su largo recorrido de vida, habiendo transitado lo que solo un abuelo ha vivido: el paso por varias generaciones. Lo que puede brindar es experiencia de vida y todo lo que eso implica. Además, los abuelos podemos ser un testimonio viviente de otra cultura, de otra manera de vivir, de otro ritmo de vida; eso también aporta muchísimo al enriquecimiento de los chiquilines.
A mí siempre me parece sumamente importante que los niños sepan que el mundo no empezó cuando ellos nacieron, sino que ellos son una perla en un largo collar y que otras cosas muy importantes sucedieron antes; conocerlas es algo que nos da riqueza, profundidad, capacidad a nuestra conciencia y a nuestra manera de experimentar la vida.
¿Qué rol cumplen?
La figura del abuelo es muy enriquecedora para la familia y creo que todos tenemos que hacer el esfuerzo para rescatar este rol, y dejar de verlos, de repente, como el que cumple funciones de suplencia de los padres cuando estos no están.
Esto último es buenísimo que lo puedan hacer y contar con ellos, es otro de los regalos que nos puede dar la vida, pero no es lo más importante; ni cerca. Lo más importante depende de ese vínculo y de todo lo que se transmite a través de él.
Quienes han estudiado estos temas dicen que el amor de los abuelos es un tipo de amor muy especial, aún más incondicional que el de los padres. El aprender a perder el tiempo con nuestros abuelos es aprender a ganar el tiempo; ganar riqueza y sabiduría.
¿Qué tipo de cosas enseñan los abuelos?
Nos enseñan muchas cosas que nos ayudan a discernir durante la vida y que muchas veces no tomamos en cuenta. Lo que es importante y lo accesorio, en qué poner nuestro foco de atención y en qué no preocuparnos tanto, cuánto importa una ofensa y el poder perdonar; entre otras cosas.
Es nuestra responsabilidad vivir de tal modo que vayamos aprendiendo, mejorando y perfeccionando nuestra mejor versión con el transcurso de los años.
Los jóvenes más saludables mentalmente, los más fuertes internamente, son los que más saben de su historia familiar. Pienso en los jóvenes que están más lejos del abuso de sustancias, más lejos de las ideas de autoeliminación, etc.
Los abuelos son la mejor fuente de información. No nos referimos a los datos, sino a lo que se transmite a través de un encuentro de persona a persona, mente a mente, corazón a corazón, donde se pueda ir tejiendo esa historia.
Algo que a los chiquilines les encanta es enterarse de la infancia de sus propios padres. Vivencias, situaciones, macanas que se mandaron sus padres, que a sus ojos parecen tan perfectos y que rezongan cuando algunas cosas suceden. Entender que tal vez hacían las mismas cosas sus hijos cuando eran más chicos.
El vínculo con los abuelos es cálido, acogedor, es salud pura y fortaleza para toda la vida.
¿Qué significa para los abuelos este vínculo?
Es una forma de revalorizar etapas y situaciones. A veces sucede que todo lo que pasó parece una inutilidad; poder volverlo a ver, transmitirlo y rescatarlo es muy importante.
La figura del abuelo y de la abuela cuando uno llega a cierta edad, donde inevitablemente cada uno ya tuvo desilusiones, pérdidas, fracasos, dolores, enfermedades, pueden ser testimonio de que todo eso pasa, de que se puede superar y hasta puede fortalecer y generar una nueva visión de la vida.
En una cultura que valora tanto la felicidad, no es necesario ser feliz todos los días, la vida es otra cosa y lo que hay que buscar no es ese ruido, sino ese estado de bienestar interior al que no se llega automáticamente ni a través de ninguna aplicación.
Se trata de un vínculo entre una persona con experiencia y una persona en formación.
¿Es un rol en sí mismo?
Exactamente. La familia toda se enriquece si hay abuelos. Para los padres, poder ver a sus propios padres en otro rol, el poder ver a sus hijos generando ese vínculo con sus padres, también le da otra dimensión totalmente diferente; hasta de validación de su rol.
Siempre me gusta decirles a los abuelos que el mejor regalo que le pueden hacer a sus nietos es valorar el rol de sus padres. Lo peor que pueden hacer es entrar en competencia con los padres o criticarlos. Transformarse en abuelos significa asumir que ya no tengo el poder, con mayúsculas; ahora es otro. Hay que saber pasar el timón con sabiduría.
El abuelo necesita no tener que ocuparse de cortarle las uñas de los pies, de mandarlo a bañar, de ir a las reuniones de padres, para tener ese ritmo interior de poder hacer cuentos lentos, de poder tomarse el tiempo para enseñarle a enhebrar fideos, o esas cosas… ¡Eso es fiesta pura!
Los niños, ¿pueden engancharse con los abuelos frente a la ciber cultura reinante?
Se recontra enganchan, siempre y cuando venga envuelto en este vínculo donde el abuelo le permita descubrir, hábil e inteligentemente, eso. Si se lo va a presentar diciendo: “mirá, salí de esas pantallas espantosas que solo te cuadriculan la cabeza y vení que yo sí te voy a mostrar dónde está lo importante”…, ¡ahí ya perdiste de entrada!
En cambio, sí le decís: “¿no me enseñás eso que te atrapa tanto?, mostrame por favor, porque tengo una curiosidad increíble”. El modelarle al nieto la curiosidad por la novedad atrae al pequeño.
Los abuelos tenemos que seguir aprendiendo y nuestros nietos pueden ser maestros en algunas cosas. Hay que salir de esa tramposa y falsa frase: “todo tiempo pasado fue mejor”. De esta manera ellos aceptarán nuestro mundo. No es una lucha presente contra pasado, estamos juntos hoy, acá, y estamos integrando los dos mundos.
Tenemos que ser buenos escuchas, tratar de entender sin juzgar; eso es importante para acercarlos y no ahuyentarlos.
Natalia Trenchi
Natalia Trechi nació en Montevideo. Es médica psiquiatra de niños y adolescentes y psicoterapeuta cognitivo-conductual. Trabajó como docente, investigadora y asistente en la Facultad de Medicina, en el Ministerio de Salud Pública y en la Universidad Católica del Uruguay. Es autora de varios libros, entre ellos: Educar en tiempos difíciles, Todo sobre tu hijo, Tus hijos hoy. Actualmente está jubilada.
2 Comments
Muy bueno como siempre lo que habla Natalia. La admiro. Y considero muy importante el rol de los ABUELOS. Y su relación en nuestra vida. Gracias Natalia
Muy interesante, gracias.