Del 26 de diciembre al 6 de enero, jóvenes de la Sociedad San Juan realizan una misión en el Cerro
Renzo, Juan Francisco y Mariana son tres jóvenes, de la Sociedad San Juan, que están de misión en el Cerro. Ellos, como tantos otros, se unen a una experiencia que tiene mucha fuerza en Montevideo y en muchos lugares del interior del país. La vivencia de la misión se repite durante todo el año, en todo el Uruguay, y participan en ella cientos de jóvenes con un solo objetivo: anunciar el Evangelio.
Invitados por el Cardenal Daniel Sturla a su audición dominical La Alegría del Evangelio, emitida por Radio Oriental, estos jóvenes contaron su experiencia como misioneros.
Necesitamos anunciar a Cristo
Para Juan Francisco, el misionar nace de “la necesidad de anunciar a Jesús. Está necesidad está todo el año, pero nosotros la sentimos ahora especialmente, en este periodo de vacaciones”. A pesar de que muchos trabajan o estudian, a estos jóvenes se les hace imperioso “dedicarle un tiempo para anunciar a Jesús a otras personas, que tal vez no hayan tenido la oportunidad de conocerlo”. Juan Francisco busca que otros “puedan tener la misma experiencia de conocerlo que tuvimos nosotros en estos años. Una experiencia fuerte de Dios que nos ha cambiado la vida, nos ha llenado de alegría. Y de allí la necesidad de compartirlo. Como dice el Papa, <<vayan y anuncien>>”.
Por su parte Renzo, que se está formando para ser sacerdote, contó que la Sociedad San Juan surgió en Argentina hace 15 años. Agregó que “hace tres años que estamos en Uruguay. Ya es la quinta misión que realizamos aquí”. Destacó además que los chicos forman parte del Movimiento Fragua, dentro de la Sociedad.
La misión en el Cerro
Mariana destacó que ya se hicieron tres misiones en Maroñas, más específicamente en Jardines del Hipódromo, en un asentamiento llamado Milagro de los Andes en territorio de la Parroquia Mater Admirabilis. Habló además sobre la misión que se extenderá hasta el 6 de enero en la Parroquia Santa María de la Ayuda del Cerro, “tenemos varias actividades en la misión: rezamos, hacemos obras de teatro, visitamos a las familias”. Y ejemplificó “las visitas son un tiempo en la mañana y otro en la tarde…después tenemos, lo que para nosotros es la parte más importante, los encuentros”.
Estos encuentros se realizan en dos modalidades para niños y para adultos. Allí se realizaron obras de teatro, se hizo el pesebre viviente y varias actividades. Para Mariana, estos encuentros son de suma importancia “porque es a través del teatro que la gente logra acercarse a Jesús y tener un encuentro muy fuerte con Él”.
Los encuentros, que involucran a toda la familia, se están realizando al pie de la Fortaleza del Cerro, en la plaza que está allí, “que es como un espacio común , que la gente ubica fácilmente. Tiene un espacio grande con una vista espectacular. Se da mucho para que la gente vaya con su silla, el mate y pase una tardecita distinta para compartir la fe” relata Juan Francisco. El 30 de diciembre se realizó, en ese lugar, el pesebre viviente. Para Juan Francisco “fue una gran alegría porque fueron muchísimas familias”.
La siembra y la cosecha
“Ya teníamos la experiencia del año pasado y notamos un número de gente aún mayor. Nos estamos dando cuenta que lo sembrado el año pasado en la gente se está cosechando ahora. La gente se está acordando de los misioneros, de lo bien que lo pasaron en las obras de teatro y en las visitas a las casas” cuenta emocionado Juan Francisco.
Mariana, por su parte, relató que el 31 de diciembre, luego de almorzar “tuvimos un tiempo para hacer un balance de todo el año, pero desde la mirada de Jesús, con el Espíritu Santo, para que él nos ilumine y nos dé una memoria agradecida de todo lo que vivimos en 2016”. Y agrega “hicimos una compartida de regalos y propósitos para este 2017”.
Sobre el final, el Cardenal Daniel Sturla relató que este es el quinto año que comienza en una misión. Agregó que tuvo el gusto de presidir la Misa de fin de año, acompañado por los Padres Guillermo Striebeck y Federico Dundas de la Sociedad San Juan, el Padre Guillermo Porras de la Parroquia Santa María de la Ayuda, chicos misioneros, la familia de algunos de ellos y vecinos del barrio. Destacó que “comenzamos el año nuevo en oración frente a Jesús”.