El documento Construyamos puentes de fraternidad en una sociedad fragmentada quiere ser un aporte para el diálogo entre los uruguayos
El miércoles 18 de abril se realizó, en la sede de la Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU), la presentación del documento Construyamos puentes de fraternidad en una sociedad fragmentada. Este mensaje surge de la primera Asamblea Plenaria de la CEU de 2018, que se llevó adelante en Florida desde el miércoles 11 al martes 17 de abril.
La presentación estuvo a cargo, a través de una conferencia de prensa, del Cardenal Daniel Sturla (Arzobispo de Montevideo), el presidente de la CEU, Mons. Carlos Collazi (Obispo de Mercedes) y el secretario general y portavoz de la CEU, Mons. Milton Tróccoli (Obipo auxiliar de Montevideo).
El documento pretende ser un aporte de la Iglesia para sostener el diálogo sobre la fragmentación en el marco de una sociedad plural. Está estructurado en tres grandes secciones: la mirada sobre la realidad, el discernimiento a la luz de la fe y las propuestas de algunos caminos para recorrer.
Al comenzar la conferencia de prensa, Mons. Carlos Collazi remarcó que “como pastores buscamos tender puentes en una sociedad que la vemos cada vez más fragmentada”. Argumentó que “ante esta realidad queremos brindar algunas palabras, en primer lugar a las comunidades católicas y en segundo lugar a la sociedad en su conjunto, de la cual nos sentimos parte y no solo eso, sino que comenzamos este documento dando gracias a Dios por la tierra en la que hemos nacido y del pueblo que hemos formado”. El obispo de la diócesis de Mercedes sostuvo, al igual que en la introducción del documento, que “la Iglesia se siente partera de la patria”.
Una mirada pastoral
En la primera sección, los obispos plantean un acercamiento a la problemática de la fragmentación en nuestra sociedad desde una mirada pastoral. Con esta mirada se van planteando distintos aspectos de la realidad: el trabajo, la familia, el desbalance generacional, la relación entre el campo y la ciudad, la cuestión del territorio, de la educación y de la convivencia ciudadana.
«Fisuras» que nos separan
En el documento, los obispos plantean que “a pesar de las mejoras de los últimos años en los indicadores económicos y del impulso dado a políticas redistributivas, que crearon las condiciones para disminuir el número de familias en situación de pobreza, aún subsisten sectores que no han podido acceder a niveles de vida digna”. En este sentido, explican su inquietud de que “los más afectados continúan siendo los niños” y “que siga habiendo personas que viven en las calles”.
Entienden los pastores de las distintas diócesis que se perciben “muchos signos de deterioro del relacionamiento social, como el aumento de la violencia en diversos ámbitos: la familia, la educación, las calles, los espectáculos públicos”, señalan. Indican además que “la situación que hoy vivimos es fruto de procesos que desde hace ya décadas han venido transformando los principales ámbitos de generación de identidad e inserción social de las personas: el trabajo, las familias, los barrios, los centros educativos”.
Sobre esto, el Cardenal Daniel Sturla recordó el concepto de Uruguay como país de cercanías que manejaba Carlos Real de Azúa, pero advirtió “que en este país de cercanías se va dando un deterioro del relacionamiento social. Esto nos puede llevar a una cierta nostalgia del pasado”. Dijo además que esta nostalgia puede tener un lado positivo si nos hace salir adelante, pero hizo notar que puede tener una connotación peligrosa, sobre todo pensando en los jóvenes, “podemos caer en el discurso de que todo tiempo pasado fue mejor”.
El Arzobispo de Montevideo fue enfático al afirmar que si bien “decimos que sí, que esta es una situación difícil, también decimos que la misma sociedad tiene elementos para ir superándola”.
El trabajo
En el mensaje entregado por la CEU se expresa una especial preocupación por la problemática laboral de “quienes han estado en centros de reclusión, los trabajadores rurales, las personas en situación de calle”. A esto el Cardenal Daniel Sturla mencionó que los obispos del Uruguay son conscientes de esta realidad “porque a nivel de Iglesia visitamos las cárceles en todas las diócesis, visitamos también los centros de INISA, y vemos la realidad de chicos que vienen de ambientes muy pobres, muy desfavorecidos, y la realidad muy cruda que allí se vive”.
También expresa el documento que conocen “la realidad de muchos hermanos venidos de otras tierras y que llegan a Uruguay con la esperanza de encontrar aquí nuevas oportunidades”. El arzobispo de Montevideo manifestó que “esto por un lado es una riqueza enorme, y por otro lado nos plantea el desafío de si los estamos recibiendo adecuadamente”.
Además, Mons. Carlos Collazi destacó que la sociedad uruguaya no tiene problemas con el extranjero, es más “siempre supo recibir al que venía a buscar una vida mejor y lo seguirá haciendo”.
La familia
Sobre el tema de la familia, los obispos subrayaron en el documento que “Nos duele y nos preocupa, particularmente, que en el ámbito familiar se vivan situaciones de violencia y abuso, del que sus víctimas principales y directas son mujeres y niños, pero que nos afecta, y nos interpela, a toda la sociedad”.
Desbalance generacional
En el mensaje de la CEU se hace notar un dato evidente, y sostenido hace muchos años, según el cual “el mayor número de nacimientos se da en nuestro país en las familias con menores recursos” mientras que “los jóvenes con mayores oportunidades educativas y laborales tienden a postergar la edad de procreación y a tener menos hijos”.
Sostienen además que “Este es un problema que creemos que tiene hondas raíces espirituales, y junto con otros indicadores (abortos, suicidios, etc.) nos llama la atención sobre la importancia de seguir destacando y promoviendo el valor de vivir una vida con sentido, anunciando la bendición que significa la vida de cada persona para toda nuestra sociedad”.
El campo y la ciudad
Más adelante en el documento los obispos uruguayos opinan que “no es constructivo un espíritu de división que estigmatiza a quien está ‘del otro lado´, a través de prejuicios o simplificaciones que engañan”. Para el Cardenal Daniel Sturla “la separación campo ciudad es de larga data en el país, pero hay que estar atentos para que no se ahonden las diferencias”.
El territorio
Para los pastores de la Iglesia uruguaya la fragmentación social va generando “un progresivo y complejo aislamiento, pues a la situación de pobreza se suma una creciente exclusión”. El cardenal Daniel Sturla agregó en la conferencia de prensa que como obispos “Nos preocupa, que por un lado van surgiendo los barrios privados y por otro lado se va produciendo una concentración en los barrios pobres”.
Recordó el Arzobispo de Montevideo que “antes nos encontrábamos a la hora de hacer las compras, en la escuela….pero ahora esto se va segmentando. Tal vez en el interior se dé menos pero aquí en Montevideo se da cada día más”.
La educación
En el documento se marca que “En la educación, a las dificultades que genera trabajar con una población que mayoritariamente sufre carencias de diverso tipo, se suma la lentitud de gran parte de nuestro sistema para hacer reformas necesarias. No se acompañan así los acelerados cambios del mundo actual, y la educación en competencias hoy requeridas a las nuevas generaciones”. Los obispos presentes en la presentación agregaron que existen muchos buenos ejemplos de trabajo en este tema, tanto desde el sector privado y la sociedad civil, en los cuales el Estado podría poner más atención.
La convivencia ciudadana
Siguiendo el mensaje de la CEU, los prelados señalan que “al fragmentarse el tejido social y comunitario, las redes humanas se debilitan. Quienes tendrían mayores posibilidades de brindar sostén, aportar recursos, y habilitar caminos de salida, no tienen contacto con aquellos que más necesitan recobrar la esperanza de mejorar su situación”.
Para el Cardenal Daniel Sturla “hay una mirada desconfiada que se va dando en nuestra sociedad”. Sostuvo que “la Iglesia quiere decir ‘estemos atentos’. Este país está llamado a ser un país integrado, no somos muchos, tenemos que volver a ser un país de cercanías, donde nos miremos confiadamente”.
Discernir la realidad desde la mirada cristiana
En la segunda sección se afronta, desde una mirada bíblica y con el aporte de la enseñanza social de la Iglesia, algunos enfoques que permiten discernir esta realidad: la opción por los pobres, el llamado a la comunión y el principio de la igualdad, que brotan de considerar la dignidad de cada ser humano como creación de Dios.
Durante la conferencia de prensa el Obispo auxiliar de Montevideo, Mons. Milton Tróccoli, enfatizó que “no nos corresponde dar recetas, mucho menos políticas”, pero dejo en claro que “sí nos corresponde dar esperanza”. Además aseguró que “superar esta situación es responsabilidad de todos”.
El secretario general de la CEU entiende que se debe “seguir creciendo en el trabajo en redes”, tanto con el Estado, como el sector privado y la sociedad civil. Más allá de esto, entiende que “el Estado tienen responsabilidad especial en la búsqueda del bien común”. Llamó a “empoderar a las familias para que cumplan su misión”.
Como portavoz de la CEU, Mons. Milton Tróccoli, citó al Papa Francisco y llamó a “empezar a valorar más los proyectos que los espacios de poder”. Fue claro al decir que “los resultados se verán en el mediano y largo plazo”. Sobre el tema de la corresponsabilidad dijo, recordando el libro del Génesis, “tenemos que preocuparnos por los otros”.
Caminos para transitar
En la última sección del documento se señala que, como Iglesia, “mantenemos una mirada positiva: apostamos a las potencialidades de nuestra sociedad y al bien que está en el corazón de todos los que, con buena voluntad, buscamos un Uruguay mejor. Creemos que el Espíritu de Jesús resucitado despierta lo mejor de cada uno, transforma nuestro interior y suscita gestos de perdón que alientan nuestra esperanza”.
El documento plantea que “no se trata solo de`dar´o de`trabajar para´ sino de ´trabajar con´, y `trabajar entre´, abriendo cauces para encontrar sentido, recuperar la autoestima, la confianza en la posibilidad de construir con esfuerzo propio y apoyo de otros un destino distinto que haga posible una vida digna para todos”.
Se hace, además, una valoración del Estado haciendo presente que: “Valoramos el esfuerzo que ha realizado el Estado en sus diversos niveles de gobierno, junto con la sociedad civil organizada, para recuperar espacios públicos significativos. Estamos convencidos que nuestras ciudades, plazas, parques, ramblas y otros ámbitos, transformados y pensados como lugares de encuentro, ayudan a forjar una ciudadanía respetuosa y solidaria”.
En las conclusiones se hace referencia a una significativa cita del Papa Francisco: “Ustedes, los uruguayos, […] con el termo y el mate en la mano, adelante y en salida. Porque ustedes son gente de cercanías, ustedes en seguida resuelven las distancias, lo llevan en el corazón. Son un pueblo que ama la libertad y, sobre todo, que buscan la justicia y la igualdad de oportunidades”.
En el final, el mensaje resalta que es “desde esta perspectiva positiva, realista y propositiva que este documento quiere aportar a que se haga realidad el deseo de nuestro prócer José Artigas, con la que concluye el texto: “Que en lo sucesivo, solo se vea entre nosotros una gran familia de hermanos”.
Puede descargar aquí el documento Construyamos puentes de fraternidad en una sociedad fragmentada
Nota en base a síntesis del documento del CEU, gentileza de http://iglesiacatolica.org.uy y elaboración propia
6 Comments
Gracias por tanto trabajo ,ahora nos queda a nosotros (el rebaño) leer,captar ,tomar conciencia y actuar.
Podrían publicar por este medio el texto completo del documento?
Me gustaría leerlo integramente para defenderlo mejor entre mis amistades, ante las críticas publicitadas.
En este link que se puede acceder al texto completo http://iglesiacatolica.org.uy/blog/wp-content/uploads/2018/04/Libro-Construyamos-puentes-def-.pdf
Siempre, Gracias, a Dios, y a su Santa Iglesia. Mi corazón siente, comentar con Profundo Respeto, y reflexión: Si, la humanidad, y nuestra sociedad Uruguay, NO SE ESPIRITUALIZA, FENECE. Con mis palabras, digo, lo que está en la Santa Biblia, : NO HAY MÁS SORDO, QUE AQUEL QUE NO QUIERE ESCUCHAR, NI MAS CIEGO, QUE AQUEL QUE NO QUIERE VER. En mi sentir, acerca de: Construyamos PUENTES, de Fraternidad, en una sociedad FRAGMENTADA». La etimología de la palabra Pontífice, procede del Latín, Pontifex, que significa»CONSTRUCTOR DE PUENTES», SAN BERNARDO ASEGURA QUE ES UNA ESPECIE DE PUENTE ENTRE DIOS Y EL HOMBRE, ENTRE el CIELO y la TIERRA. Léase con legítimo Amor: La Santa Iglesia Católica, es un PUENTE, entre Dios y el hombre, que nos alcanza, La Fe, y la revive cada día, así es que para mi, Dios es realidad de Vida. Por voz de sus emisarios, nos » alerta», y nos invita a corregir, el camino, » CONSTRUIR CON DIOS», ESPIRITUALIZANDONOS, HUMANIZÁNDONOS, si estamos FRAGMENTADOS de Dios, no nos vamos a entender. En una humanidad, que corre peligro de deshumanizarse, nuestra sociedad, no está excluida, y los sucesos, que nos marcan, con lamentables hechos: Abortos, suicidios, agresiones muchas, que se sirven de la indiferencia, de la ignorancia, de la impunidad, de la avaricia, de endiosar a hombres…pérdida de valores, y tendencias desviadas de muchos, que lejos de estar en Dios, pretenden justificar con porcentajes, ¿…?, y dar por bueno, lo que está aún mal. Todo lo bueno está bien, y lo malo, hay que verlo, y querer mejorarlo. CON AMOR TODO SE PUEDE. Que el Señor, nos bendiga, y proteja, y por Fe, seamos Salvos, tengamos, » Fe recta, Luz, y discernimiento», sepamos, Pedir Perdón a Dios, y dar y Perdonar de las ofensas de nuestros hermanos. Bendiciones, Paz. Saludo con respecto y sincero afecto,gracias. Irene Nieto.
Necesitamos varias copias de este Documento, donde los puedo conseguir , felicitamos a la Iglesia, muy bueno Un ex alumno Salesiano de los Queridos Talleres Don Bosco,
Se puede acceder al documento en este link http://iglesiacatolica.org.uy/blog/wp-content/uploads/2018/04/Libro-Construyamos-puentes-def-.pdf