La presidenta del Instituto Nacional de Inclusión de Adolescentes hizo un pedido al Card. Daniel Sturla y se organizó una pastoral para menores privados de libertad
«Mi primera impresión fue de sentirme recibido, esperado por alguien. Me acuerdo que nos llevaron para los módulos y pudimos tener un ‘mano a mano’ con los gurises, cara a cara, de corazón a corazón. Compartimos un rato con ellos en cada módulo y después nos fuimos. Tremendo primer día: conocerlos a ellos, su realidad, y compartir”, asegura Juan Pablo (24), estudiante de Veterinaria y voluntario de la pastoral que realiza visitas a uno de los centros del Instituto Nacional de Inclusión de Adolescentes (INISA).
En 2017 fue la propia presidenta del INISA, Gabriela Fulco, quien visitó al Cardenal Daniel Sturla y lo consultó acerca de la probabilidad de crear una pastoral para acompañar la realidad de los adolescentes privados de libertad. Así lo contó a Entre Todos: «Observamos que una de las principales demandas de los jóvenes ha sido la de tener con quién hablar. El poder acceder a un espacio de desarrollo de la espiritualidad, y tener la posibilidad de escuchar la propuesta y adherir con libertad nos pareció importante y complementario en el proceso de superación personal».
Luego fue el contacto con quien sería uno de los encargados del proyecto. “Una mañana, a principios del año pasado, el Card. Sturla llegó por casa, en el barrio Casabó donde vivo, y me comentó que la Dirección de INISA le había propuesto la posibilidad de acercarnos a los hogares del instituto para poder desarrollar una tarea de acompañamiento espiritual con los jóvenes internos. Me preguntó si me sentía como para poder coordinar la misma, dado que a lo largo de mi experiencia vocacional, los adolescentes y jóvenes en situación de vulnerabilidad han estado siempre en el centro de mi práctica pastoral”, recuerda el P. Leonel Burone, quien está a cargo de este proyecto, junto con Luis Arocha (psicólogo y coordinador general del Centro Educativo Providencia).
Es así que, el P. Burone, párroco en Casabó, formó un grupo de laicos y consagrados para empezar las visitas a los jóvenes, como se hace desde hace varios años en la Pastoral Penitenciaria con adultos. Desde el comienzo del proyecto, los voluntarios visitan tres centros de detención de menores, en donde se reúnen durante una hora y media y comparten una dinámica de encuentro y charla. “Dios nos pega el grito porque nos está esperando, porque hay algo que quiere decirnos desde la realidad de estos gurises, desde sus expectativas, su dolor, sus temores, sus sueños”, comenta el P. Burone.
Un lugar de encuentro
Los hogares del INISA que están dentro de este proyecto son tres: el Hogar Desafío, el Complejo Belloni y el Centro de Ingreso, Estudio, Diagnóstico y Derivación (CIEDD). El Hogar Desafío, ubicado en Chimborazo y General Flores, recibe a los adolescentes menores de 15 años. Complejo Belloni, en Av. Belloni y Aparicio Saravia, es uno de los hogares de permanencia de los chicos mientras cumplen el tiempo estipulado por el juez. El CIEDD, en tanto, está ubicado en Bulevar Artigas y Cufré, y recibe a adolescentes mayores de 15 años transitoriamente, mientras se estudian y diagnostican sus situaciones para luego derivarlos a los centros donde permanecerán. Los tres son de características diversas, por lo tanto las percepciones de los procesos evolutivos también varían.
Desde la pastoral hay una propuesta de acompañamiento recreativa y/o deportiva, y luego se generan espacios de charla personal con los chicos. El apostolado consiste en acompañar esa realidad, estar presentes y apoyarlos desde la palabra. Florencia (35) es voluntaria los jueves en el Complejo Belloni y describe la experiencia como “un espacio de grupo libre, como podría funcionar en cualquier capilla o parroquia de la Arquidiócesis. Llevamos algún cuento, parábola o canción, y trabajamos a partir de los valores que ellos encuentran. Hablamos de sus vidas: cosas que recuerdan de antes, los compañeros de ahora y cómo se imaginan al salir. Siempre nos sorprende cómo tienen presente a sus familias, en especial a sus mamás. La motivación más grande son los chiquilines”.
Además, hay momentos de oración y reflexión de la fe con los jóvenes. “La parte más linda es la oración. Es el momento más especial para nosotros y para los gurises, en el cual nos juntamos en el centro de la ronda y nos abrazamos para así poder rezar juntos. Ese abrazo es un ‘acá estoy’, ‘al lado tuyo y rezo con vos. Por vos y por mí’”, comenta Juan Pablo (24), que visita el Complejo Belloni. “El vínculo se va conquistando, pero se dio con naturalidad, es cercano, de confianza. No sé cómo definirlo. Nosotros esperamos que lleguen los jueves para ir y ellos también para poder encontrarnos, creo que eso lo dice todo”, agrega Florencia. Mercedes (29) realiza visitas al Hogar Desafío y cuenta que “se vive un buen clima de familiaridad, respeto y compañía. Siempre nos reciben bien y se va generando un vínculo”.
En algunos momentos del año se hacen actividades especiales. Por ejemplo, el año pasado en Adviento realizaron pesebres de madera para que los adolescentes se los regalaran a sus familias. Los mismos fueron bendecidos por el Card. Sturla en un encuentro que tuvieron antes de la Navidad.
Para la presidenta del INISA, «Uruguay se caracteriza por el predominio de la religión católica y ello se hace más evidente en las personas privadas de libertad y de sus familias, reflejo de ello son los tatuajes y los símbolos religiosos que portan los jóvenes y los familiares. El valor de la fe, para proyectar en esta población, desvalida por claras vivencias de violencia social y familiar. Apostamos a que abran nuevos horizontes de confianza, y opere como sustento de cambio a través de un mejor aprovechamiento de la oferta institucional».
“Con esta pastoral tenemos una herramienta que quiere complementar las distintas acciones que se desarrollan en los centros, y esa herramienta pasa por intentar conectar con la dimensión espiritual de cada gurí. Para eso hay que escuchar con el corazón y con la certeza que desde allí nos habla Dios. Entonces tenemos que saber que esto a veces nos hace caminar a tientas, buscar y buscar… sintiendo incluso en algunas oportunidades que no sabemos por dónde ir”, reflexiona el P. Burone. El encuentro pasa a ser una categoría fundamental para esta experiencia, un encuentro caracterizado por la fe.
Resultados que reconfortan
Los voluntarios se gratifican al ver la evolución de los adolescentes, explican que de a poco han comenzado a ver pequeñas y grandes evoluciones. Por ejemplo un examen salvado, un estudio comenzado, el avance en el proceso reflejado en el paso de un módulo más estricto a uno más abierto, la expectativa por una salida transitoria y sin duda la finalización de su proceso, con toda la expectativa que eso conlleva. “La alegría de compartir y de encontrarme con ellos, en ellos, me enseña a ser más simple, a rezar por mi familia y a que las cosas me pesen menos”, expresa Florencia.
Por su parte, Juan Pablo asegura: “Terminamos creciendo más nosotros que ellos, al escucharlos y compartir vida. Estos gurises son grandes maestros, han pasado mucho y siguen pasando, pero aguantan y se mantienen firmes, quieren salir adelante y ver a sus familias”. Desde las autoridades del INISA también hay conformidad. «El resultado ha sido excelente, hubo una muy buena adhesión al grupo de la pastoral y seguramente sean ellos los que puedan dar cuenta de las vivencias compartidas», confiesa Fulco.
El P. Burone cuenta que “reconforta el ambiente que se genera en los espacios con los gurises, reconforta que compartamos a corazón abierto nuestras vidas, reconforta escuchar que sueñan con nuevas oportunidades en su vida, reconforta rezar abrazados y poniendo en medio lo que estamos viviendo, conocer sus historias en las instancias de conversaciones mano a mano que a veces tenemos. Reconforta sentir cómo el corazón se llena de nombres, de rostros y de historias”.
Laicidad del Estado
Ante la pregunta sobre posibles cuestionamientos al proyecto por una eventual violación de la laicidad, la presidenta del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente, Gabriela Fulco, responde: «Lo podrán decir, pero no lo compartimos».
cómo participar
Quienes deseen sumarse a esta pastoral pueden contactar al P. Leonel Burone en el teléfono 099 800 127. Las visitas son los jueves (Hogar Desafío y Complejo Belloni) y sábados (CIEDD).
Publicado en Entre Todos n° 427
1 Comment
¡felicitaciones por este gran trabajo!! Pienso que todos necesitamos a Dios en la vida. Acercarlos a Dios a estos jóvenes privados de libertad es una magnífica misión, excelente idea.
Bendiciones para los que la realizan muchos éxitos!!!