El domingo 22 de junio nuestra Iglesia celebró la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, y renovó la consagración arquidiocesana al Sagrado Corazón de Jesús.
Los católicos ya lo sabemos: la cita de Corpus Christi está destacada en nuestros calendarios arquidiocesanos. Y no es para menos. Participar de la procesión del Cuerpo y la Sangre de Cristo es volver a celebrar la fiesta de mayor tradición en Montevideo, que se remonta a la época colonial.
De hecho, la solemnidad de Corpus Christi es una de las celebraciones más importantes que tenemos dentro del calendario litúrgico. Originalmente, cada jueves posterior a la solemnidad de la Santísima Trinidad, la Iglesia Católica conmemora la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía, quien se entregó por todos nosotros y nos acompaña cada día en el pan de vida. No obstante, por motivos pastorales, en algunos sitios se traslada su festividad para el domingo siguiente, como ocurrió en nuestro país este domingo 22.
Además, esta edición fue, por demás, especial: luego de la procesión y antes de la santa misa, se realizó la renovación de la consagración al Sagrado Corazón de Jesús, como hiciera nuestro beato Jacinto Vera hace ciento cincuenta años.
Caminar con Jesús
La invitación a participar fue en la intersección de Av. del Libertador y Mercedes, a las 15 horas, bajo el lema «Cristo, nuestra esperanza, no defrauda».

Como ocurrió en la edición de 2024, una característica particular de esta celebración es que no tuvo una única misa, sino que los fieles pudieron participar de la misa a las 14.30 horas en la parroquia San Miguel Garicoits (Vascos) o luego de la procesión y bendición eucarística, en la parroquia Nuestra Señora del Carmen (Aguada), celebración que fue presidida por el arzobispo de Montevideo, cardenal Daniel Sturla.
La planificación original previó realizar la adoración al Santísimo Sacramento frente al templo de la Aguada. No obstante, la copiosa lluvia y el viento determinó que se realizara dentro de la basílica. Como en años anteriores, el Card. Sturla acompañó toda la procesión de Corpus Christi.

Una vez dentro del templo, se realizó la renovación de la consagración arquidiocesana al Sagrado Corazón de Jesús, luego de la adoración eucarística. Además, también se realizó la bendición con indulgencia plenaria con el Santísimo Sacramento.
Posteriormente, durante la santa misa, el arzobispo de Montevideo optó por una homilía breve y concreta, en la que destacó el gesto de Dios de entregar a su Hijo en la sencillez del pan y del vino. «¡Qué linda jornada que hemos vivido! Ha sido mucho, entre los que salimos de allá, de la parroquia de los Vascos, y vinimos con el agua, y después todo lo que hemos escuchado, y sobre todo lo que hemos admirado, alabado y bendecido al Señor. Realmente somos privilegiados por ser cristianos, por ser católicos, por poder tener a Jesús en la eucaristía», comentó el cardenal Daniel Sturla, quien se mostró visiblemente emocionado por participar de la celebración y posterior consagración.
«El Señor se nos da como alimento, y esto es lo que ahora nos disponemos y nos preparamos a vivir (…) No es el alimento que termina, sino el de la vida eterna. Dispongamos el corazón entonces para continuar la santa misa, para alabar y bendecir al Señor, y, si estamos debidamente preparados, para tener el gozo de recibir la Sagrada Comunión», concluyó, durante su breve prédica.

Al finalizar la celebración, también se dirigió a los fieles el párroco del templo, padre Guillermo Porras: «¡Qué hermoso día! Gracias, Señor, por regalarnos esta jornada espectacular. Como lo dice nuestro pastor, no nos derretimos ante la lluvia, no somos de azúcar, sino que llevamos este amor a Jesucristo dentro de nuestro corazón para siempre. Por eso, gracias Daniel de corazón por este día hermoso que hemos vivido, por presidir esta procesión y esta santa misa (…) También a todos los que han hecho posible esta jornada, porque hay mucha preparación, así que un gracias, gracias, gracias enorme a todos los que están detrás humildemente, preparando todo para que salga perfecto, porque para Dios siempre damos lo mejor, nada de mediocridad», indicó, antes de invitar a los presentes a unirse en un grito de alegría: «¡Viva Cristo! ¡Viva nuestra Madre! ¡Viva la Iglesia!»


2 Comments
Gracias a todos, por esta hermosa tarde de Bendiciones que tuvimos..
Pertenezco a la Díocesis de Salto, y el próximo Domingo se realizara en cuatro parroquias que llevan en nombre «Sagrado Corazón de Jesús» previo a la misa se realizara la Procesión.
Felicitaciones a la Diósesis de Montevideo por la Procesión del Cuerpo de Cristo, a pesar de la lluvia.