Una casa para personas en situación de calle, proyecto Ollas, CAIF y Centro juvenil
“Nuestros proyectos buscan generar ese espacio de encuentro de hermanos, donde —como dice San Alberto—, nadie es tan rico para no necesitar nada, ni tan pobre para poder dar. Buscamos devolver algo de dignidad a los más necesitados, que en cierta manera están excluidos de la sociedad… con cosas muy simples como llamarlos por su nombre, conocerlos, darles un espacio para conversar, para escuchar sus historias, ser partes de su día a día”, cuenta Guillermo Gadola, presidente de la Asociación Civil Padre Hurtado-Hogar de Cristo.
“Hay mucha gente que vive en situaciones económicas y sociales muy críticas, que necesita nuestro apoyo, cariño y acompañamiento en la medida de nuestras posibilidades. Y hay mucha gente que quiere poder brindarse al otro, compartir su tiempo y experiencia, siendo parte de su vida”, agrega.
El Hogar de Cristo Uruguay pertenece a la Asociación Civil Padre Alberto Hurtado, fundada en Montevideo en el año 2003 por un grupo de laicos y religiosos. Inspirada en la espiritualidad el sacerdote chileno jesuita San Alberto Hurtado, saca adelante cuatro proyectos en la ciudad. Como finalidad, busca acoger a las personas más necesitadas, en su mayoría sin techo, y tomar conciencia de la dignidad humana de ciudadanos, con derechos y responsabilidades.
Además de contar con personal que coordina cada uno de los proyectos, más de 100 voluntarios de entre 17 y 70 años de edad participan de las actividades. “Cada uno de nuestros voluntarios vive su vocación, buscando encontrar a Cristo en cada uno nuestros hermanos, conscientes de que el verdadero encuentro se produce en el darse cada cual como es”, confiesa Guillermo. Respecto a la evaluación que hacen del grupo de voluntarios que han formado, dice: “Nos sentimos bendecidos, porque más gente se ha ido sumando al proyecto y esto nos permite acercarnos más y mejor a los ‘preferidos de Cristo’ y rezamos por que cada día se sigan sumando más”.
Dignidad a los más necesitados
El Hogar Santa María, uno de los proyectos del Hogar de Cristo Uruguay, recibe adultos mayores que ya han hecho un proceso relacional en alguno de los refugios de Montevideo y busquen un ámbito donde vivir y una salida permanente a la situación de no tener techo propio. El Hogar Santa María se financia con aportes de los propios hogareños y donaciones recibidas, y en la actualidad viven allí diez personas. “Queremos ser signo de la fuerza de la fe, que expresada en obras concretas, nos hacen cada día verdaderos hermanos entre nosotros y auténticos hijos del mismo Padre Dios”, señala Guillermo.
Otro de los proyectos es “Ollas”, donde se brinda un plato de comida a más de 150 personas en situación de calle de los barrios Cordón, Centro, Ciudad Vieja y Villa Dolores. Aquí, el Hogar de Cristo recibe la colaboración del Movimiento Castores, integrado por alumnos liceales del Colegio Seminario.
Por un lado, las “Ollas fijas” reciben en el Colegio Seminario y en la Parroquia San Ignacio a decenas de personas para ofrecerles un almuerzo todos los sábados. Por otro, con las “Ollas móviles” los voluntarios visitan personas en situación de calle por las noches de los días martes, jueves y sábado. Allí se ofrece, además de la comida, un rato de acompañamiento y charla; poniéndose énfasis en la relación personal que se genera con las personas.
Niños y jóvenes
El Centro CAIF Padre Hurtado, en convenio con el INAU, recibe a 100 niños de entre 0 y 3 años desde el año 2009. Ubicado en el Barrio Los Bulevares de Montevideo, este centro recibe hasta 64 bebés (hasta los dos años) por semana, y allí se realizan talleres con los referentes adultos de los pequeños, actividades de estimulación oportuna y de apoyo. Los niños de dos y tres años (54 niños) asisten de lunes a viernes a actividades educativas, por la mañana y por la tarde.
El Centro juvenil, ubicado junto al CAIF Padre Hurtado, funciona desde 2012 en convenio con INAU y recibe a 50 adolescentes. Allí los jóvenes, de entre 12 y 17 años, participan de talleres, apoyo liceal y espacios de recreación.
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Hola buen día y bendiciones, cómo puedo ayudar en su labor? Soy un hombre de 62 años y me gusta ayudar al prójimo