El Card. Daniel Sturla llamó a los fieles a construir la paz en la Misa de Pascua.
El 17 de abril, en la Catedral Metropolitana, se celebró la Misa de Domingo de Resurrección. La Eucaristía, presidida por el cardenal Daniel Sturla, acompañado por el párroco de la Iglesia Matriz, el padre Juan González, y por centenares de fieles —se tuvieron que agregar más sillas en el templo—, que siguieron atentamente la celebración. Igualmente, la Misa fue transmitida a través de la señal de Nuevo Siglo y el canal de YouTube ICMtv. Un matiz especial en esta Misa fue la animación musical del ensemble vocal e instrumental De Profundis, que hoy cumple 35 años de existencia.
En esta celebración el ritual incluye el canto -o la lectura en este caso- de la secuencia pascual; un antiguo himno poético litúrgico, tal vez del siglo XI. La lectura de esta secuencia se realiza entre la segunda lectura y el canto del Aleluya. En la primera parte de la ceremonia, el Card. Sturla llevó adelante el rito de la aspersión con agua bendita a todos los fieles reunidos en la Catedral.
La alegría de la Resurrección
Siguiendo la costumbre, para empezar su prédica el Card. Sturla contó un chiste que provocó risas y aplausos de los presentes. Explicó que se trata de una antigua tradición cristiana porque “no podemos decir ´Felices Pascuas´ si no es con una sonrisa y contentos porque ´este es el día en que actuó el Señor´”, dijo citando el salmo 117. Luego, comentó que a pesar de que suceden “cosas tremendas” en el mundo, en la sociedad y en las familias, los cristianos confían en que Cristo resucitó.
En su alocución, el Arzobispo de Montevideo citó al papa Francisco en su homilía de Pascua. “Esta fiesta no se trata de una ilusión, no se trata de unos lunáticos que se enloquecieron”. Y sostuvo que “los testimonios pascuales nos dan la veracidad en la que confiamos de que efectivamente Cristo resucitó. Volvió de la muerte a la vida pero ya no a una vida como la nuestra, sino una vida glorificada y está exaltado junto al Padre Dios”.

El Card. Daniel Sturla durante la homilía. Fuente: Federico Gutiérrez
Cristo vive en la Iglesia
El Card. Sturla prosiguió su homilía diciendo que Cristo se queda con nosotros a través de “un cuerpo viviente” que es la Iglesia, la cual tiene sus “defectos y pecados, pero también sus virtudes y sus santos”. Sobre estos últimos comentó que son aquellos que “escribiendo una nueva página del evangelio, en la historia cotidiana, nos hablan de que Cristo realmente ha resucitado”.
Más adelante, el pastor de la Arquidiócesis de Montevideo habló del trabajo que hacen religiosos y laicos en distintas comunidades: “Cuando visito a las Hermanas Misioneras de la Caridad, cuando voy al Seminario y veo que el Señor hoy sigue suscitando vocaciones. Cuando estoy en el Cottolengo Don Orione, cuando veo tantas obras de bien que la Iglesia sigue haciendo a través de gente buena y santa. Cuando hay jóvenes que están misionando aquí y allá”. El Arzobispo enfatizó en que la “juventud no está perdida” porque en la Iglesia hay “jóvenes santos y buenos” así como también hay “familias unidas que la pelean como pueden”.
Después, el Card. Sturla habló sobre la buena noticia que trae la fiesta de la Pascua. “El Señor cargó sobre sus hombros nuestros pecados y también llevó su cruz, en la cual estaban todos nuestros dolores, y pidió perdón por todos nuestros pecados” porque todos los fieles “somos pecadores en camino”. Y señaló que todos los sufrimientos se pueden unir a la cruz de Jesús y “hacer que se transformen pascualmente”.

La animación musical estuvo a cargo del ensemble vocal e instrumental De Profundis. Fuente: Federico Gutiérrez
Ser constructores de paz
El Card. Sturla se refirió al Vía Crucis en el Cerro que se desarrolló el pasado Viernes Santo bajo el lema “No se cansen de construir la paz”. Durante el largo trayecto, que tuvo como punto de llegada la fortaleza del Cerro, se repitió una y otra vez esta frase. El pastor de la Iglesia de Montevideo manifestó que este es el mensaje que deben asumir los fieles en esta fiesta de Pascua.
El arzobispo adelantó lo que sucederá el domingo que viene en la lectura del Evangelio cuando el Señor se aparece a todos sus discípulos y les dice: «La paz esté con ustedes». A partir de esto, llamó a los fieles a construir la paz en el marco de de la fiesta de la Pascua: paz en el corazón, paz en las familias, paz en la sociedad uruguaya y paz en el mundo, haciendo referencia a la situación de guerra que se vive en Ucrania desde hace casi dos meses.
“No hay dolor que no pueda quedarse sin sentido si lo unimos al sacrificio de Cristo. No hay pecado que no pueda ser perdonado si, arrepentidos de corazón, pedimos el perdón a Dios. Tenemos que construir entre todos la paz y eso se aprende desde pequeños y se vive a lo largo de la vida”, dijo. Y agregó que para ser hombres y mujeres pacíficos “se necesita mucha fortaleza” porque ser promotores de la paz no significa “ser cobardes y frágiles”.
“¡Felices Pascuas para todos! Que hoy nos vayamos con la sonrisa en el corazón queriendo llevar alegría y paz a todas las personas que nos encontremos hoy y en estos días”, concluyó el arzobispo.

El Card. Daniel Sturla saluda a los fieles al terminar la celebración. Fuente: Federico Gutiérrez
Tiempo Pascual
Para terminar la celebración, luego de la bendición final y el canto a la Virgen, el ensemble De Profundis entonó el Aleluya. El tiempo pascual continúa hasta la fiesta de Pentecostés, que celebra la venida del Espíritu Santo, cincuenta días después de la Pascua.