Un recorrido fotográfico por el evento organizado en Manresa, que se realizó en la jornada de ayer y sirvió como preparativo hacia la Navidad.
«Entrada por Carlos Vaz Ferreira», rezaba un cartel situado en el portón del Centro de Espiritualidad Manresa, sobre la Avenida Luis Alberto de Herrera.
Su cometido era orientar a las decenas de fieles que, varios minutos antes del inicio del evento, ya ingresaban al predio y comenzaban a ocupar los asientos y bancos dispuestos para tal fin. Incluso, muchos de ellos concurrieron con sus propias sillas, tal como se solicitó desde la organización.
ICM comparte el siguiente fotorreportaje, a partir del registro fotográfico a cargo de Romina Fernández.
Un importante número de personas se reunieron en el jardín de Manresa, para compartir un tiempo de oración y canto en comunidad. Asistentes de todas las edades participaron del evento, que duró poco más de una hora.
«Hoy queríamos volver al formato anterior, que era invitando abiertamente a todo el que quisiera participar de este rato de oración. Es un rato para que podamos rezar juntos y, acompañados por el canto, meditar, orar, poner nuestra vida delante de Dios en este tiempo de preparación para vivir la Navidad. Preparemos el corazón para recibir a Jesús, y que llene nuestro corazón de alegría, de fe y de esperanza». De esta manera, se dirigió el P. Marcelo Coppetti hacia los presentes, durante su mensaje de bienvenida.
Cada una de las intervenciones daba lugar a un canto, interpretado por el coro. Juan Andrés, Martina y Belén fueron los jóvenes encargados de ambientar la jornada de oración y canto, para colaborar con el proceso de preparación de los fieles hacia la Navidad. Cada canto realizado era acompañado por un mensaje de reflexión acerca de la alegría que significa recibir entre nosotros a Cristo.
A pesar de que la noche empezaba a plasmarse con mayor protagonismo, continuaron ingresando vecinos al lugar, y el paso del tiempo mostró un patio cada vez más colmado por los fieles. Al empezar el primer canto, a las 19:30 horas en punto, los bancos y asientos disponibles ya estaban ocupados. Sobre las ocho de la tarde, los asistentes ya superaban el centenar, ocupando todo el espacio preparado por Manresa.
Al terminar el encuentro, voluntarios de la organización repartieron unas tarjetas de Navidad para incluir en los árboles de cada hogar. Su motivo es que cada persona que lo desee, pueda incluir sus intenciones particulares en torno a dicha celebración. La jornada no finalizó ayer, sino que es un camino de preparación que cada fiel continuará hasta la llegada de la Nochebuena.
Por: Leandro Lia
Redacción ICM