Para mantener vivo el recuerdo, sus madres fundaron una biblioteca
Publicado en Entre Todos N° 450
Desde su fundación, un cartel de bienvenida a la biblioteca dice así: «En recuerdo de los que no volvieron del accidente de la Cordillera de los Andes del 13 de octubre de 1972, sus madres fundaron esta biblioteca. Cada estudiante, cada lector, es recibido aquí en nombre de nuestros hijos”. La Biblioteca Nuestros Hijos surgió por iniciativa de 13 madres de los jóvenes que fallecieron en el accidente aéreo de Los Andes en 1972. Estas 13 mujeres trabajaron en forma silenciosa y honoraria por la promoción de la lectura y la instrucción en Uruguay, en nombre de sus hijos. El dolor por la pérdida de ellos las unió y su enorme generosidad las llevó a transformarlo en un motor para construir realidades positivas.
El 22 de diciembre de 1972, poco tiempo después de que aparecieron los sobrevivientes, una de las madres de los muchachos que no regresaron de la Cordillera, Selva Ibarburu de Maquirriain, fue contactando una a una a las demás con la inquietud de hacer algo positivo en nombre de sus hijos que no volvieron. Como lo dice ella en una entrevista del libro Del otro lado de la montaña: «No podíamos quedarnos en casa llorando y lavando ollas».
“Selva invitó a todos los familiares, pero, como es lógico, cada uno procesa su dolor de diferente manera. Y es así que fueron 13 valientes madres que decidieron fundar una obra como reconocimiento vivo a los que quedaron arriba, y que, en su nombre, fuera un servicio a la comunidad”, cuenta Stella Pérez del Castillo, presidenta de la Comisión Directiva de la Biblioteca Nuestros Hijos. Es así que sugirió la idea de crear una biblioteca estudiantil gratuita en el barrio de Carrasco para que todos los jóvenes tuvieran las mismas posibilidades de acceso a la cultura y a la instrucción, fueran del contexto social que fueran. La idea fue aceptada unánimemente y el nombre que finalmente se decidió fue «Nuestros Hijos» porque fue en memoria de ellos, de sus hijos, todos estudiantes, que se fundó esta obra. Luego de muchos años de intensa labor, en 2009 las fundadoras cedieron su lugar en la comisión directiva a sus hijas, nueras y voluntarias, quienes hoy llevan adelante la gestión de la biblioteca.
Libros para todos
Desde el comienzo, no solo fue una biblioteca estudiantil gratuita, sino que se implementó un sistema de becas llamado «Libros para Todos», para jóvenes en contexto de vulnerabilidad social, en el que se les da todos los textos de estudio para el año lectivo. Ambas acciones siguen en pie hasta hoy, 46 años después de su fundación. Con el correr de los años, se fueron agregando nuevas propuestas como las becas de informática, entre otras.
La biblioteca comenzó en una habitación del Hotel Carrasco y luego en un salón de la planta baja del hotel… “ahí se instalaron grandes mesas que al poco tiempo estuvieron siempre completas, ¡tanto que los estudiantes que no tenían lugar optaban por estudiar en la vereda!”, recuerda Stella con entusiasmo. Los primeros libros de estudio se consiguieron gracias a una camioneta con alto parlante en el techo pidiendo donación y por el boca a boca en el barrio y alrededores.
Con la creación de un Club de Lectura y el aporte de sus socios, se aseguran de que el acervo de la biblioteca gratuita esté siempre al día y que se continúe con el sistema de becas y otras acciones. Dentro de estas se destaca la colaboración con la creación de bibliotecas recreativas infantiles en escuelas rurales (dentro y fuera de Montevideo) y en residencias de adultos mayores, y la facilitación de becas de clases de informática.
Más de 19.000 volúmenes
El Club de la Lectura y Rincón Infantil y Juvenil cuenta con más de 10.000 volúmenes de lectura recreativa en español, inglés y francés, autores nacionales y biografías. A su vez, todos los meses se adquieren nuevos títulos para mantener la colección al día. En el sector de la biblioteca estudiantil gratuita hay más de 9.800 textos de estudio hasta el nivel terciario.
“Es reconfortante contar con los testimonios de quienes han hecho uso de ella y gracias a ella hoy acceden a mejores oportunidades de trabajo o han logrado títulos universitarios”, confiesa Stella. Allí trabajan dos bibliotecólogas, dos docentes de informática y una persona que maneja las redes sociales; además de numerosas voluntarias que ponen su tiempo y energía en esta obra.
Para los adultos, organizan charlas y talleres semanales de distintos temas y presentaciones de libros de autores nacionales el último miércoles de cada mes. Asimismo, los martes hay instancias de conversación en francés y los jueves, de inglés. Para los jóvenes, coordinan visitas de escritores uruguayos en las distintas ONG con las que colaboran; previo a estas visitas las bibliotecólogas y la docente de informática trabajan con los chicos acerca del autor, animándolos a la lectura. Y para los más pequeños, se ofrecen instancias de lectura de cuenta-cuentos principalmente en mayo, mes del libro, para más de 800 niños.
Valor y Fe
“En la actualidad tenemos con nosotras solamente a dos de las fundadoras, Raquel Arocena de Nicolich y Selva Ibarburu de Maquirriain. Las reuniones de la Comisión Directiva son generalmente en la casa de Selva, que, a sus 92 años, sigue de cerca nuestras actividades aportando su experiencia. La vinculación con las madres que ya no están es permanente, porque siempre las tenemos presentes con enorme orgullo y admiración”, cuenta Stella.
«Sus fundadoras y muchas de las que hoy seguimos sacando adelante el proyecto somos mujeres católicas», agrega. Su leitmotiv es “Valor y Fe”, frase de uno de los chicos que no volvió pero que desde la Cordillera escribió a su familia. Todos los 13 de octubre se conmemora el aniversario del accidente con una Misa.
Estela afirma: “Siento la fe y la seguridad de que desde arriba nuestros hermanos y nuestras madres nos acompañan, nos ayudan, guían, respaldan y nos dan la tranquilidad para seguir adelante con nuestra obra. Tenemos la viva experiencia de que siempre, en todos los momentos difíciles por los que ha atravesado la organización, ellos siempre vienen en nuestra ayuda”.
2 Comments
Un santuario que cultiva el alma educando. Admirador eterno de esa obra y del espíritu que la inició!
muy buena inicitiva adelante!!