Como cada año, en la Solemnidad de la Anunciación se celebró una misa en el Día del Niño por Nacer
En la noche del martes 25 de marzo, en la Solemnidad de la Anunciación, se celebró —en la parroquia San Pedro— una misa en el marco de las celebraciones del Día del Niño por Nacer. La eucaristía fue presidida por el Presidente de la Comisión Nacional de Pastoral de Familia y Vida de la CEU y obispo de la Diócesis de San José, Mons. Fabián Antúnez.
María, mujer de esperanza
Al comenzar la homilía, Mons. Antúnez invitó a los presentes a ver este mundo tan complejo con la mirada compasiva de Dios. Y agregó: “Queremos que Dios nos limpie la mirada, que nos encienda el corazón, que nos mueva a la cercanía, queremos no solo mirar el mundo en abstracto sino aterrizar aquí, en el Uruguay. Un Uruguay atravesado por un bajísimo índice de natalidad, por el flagelo del aborto, por el riesgo lacerante de la eutanasia”.
El obispo lamentó el poco deseo de formar familia por parte de muchos jóvenes y manifestó el fuerte deseo de que la Iglesia pueda contagiar el valor de la vida humana.
También quiso rescatar la imagen de María, nuestra Madre. “María es una mujer de esperanza, mujer descentrada de sí misma, mujer que, como nos muestra el Evangelio, va haciendo un proceso interno para trabajar la disponibilidad para que Dios pueda habitar dentro de sí”, sostuvo.
Mons. Antúnez quiso traer al altar “la vida humana, la vida frágil, el corazón, la sensibilidad y la plegaria de tantas mujeres que están solas y vulnerables ante la indiferencia de la sociedad, por el abandono de su pareja, por las soluciones cortoplacistas que le ofrece este sistema”. Y añadió que la oración ayuda al discernimiento y sana heridas que el flagelo del aborto genera en lo más íntimo de la persona humana.
Más adelante, el obispo de San José aseguró: “En cada niño se alumbra la esperanza de que un mundo distinto es posible, un mundo más conforme al corazón de Dios, más solidario, más empático, que ofrezca oportunidades para que cada vida pueda salir adelante en su misión, en el sueño de Dios para su existencia”.

Y volviendo a traer la imagen de la Madre de Jesús reflexionó: “Desde el silencio, María se anima a cuestionar el sentido profundo de su existencia, va integrando en su corazón la capacidad de reflexión, las sorpresas de Dios, las novedades del Espíritu Santo. Que cada uno, desde su silencio contemplativo, podamos hacernos hoy un poquito más cercanos a Dios y a los que tenemos al lado”.
Celebrar al niño por nacer
Sobre el final de la celebración se realizó la bendición para las madres embarazadas y los niños por nacer.
Por su parte, bajo el lema “Un niño por nacer siempre es una buena noticia”, el 29 de marzo se llevará a cabo la concentración por la vida, de 15:00 a 18:30 horas, en la Plaza de la Bandera, en el barrio de Tres Cruces. A lo largo de la jornada, se desarrollarán diversas actividades con el propósito de reflexionar y celebrar el valor de cada vida humana (ver aquí).