El nuevo Vicario de la Juventud habló del desafío de estar frente a “Iglesia Joven Montevideo”
Este mes de febrero traerá aparejado nuevas designaciones y nombramientos en la Iglesia de Montevideo. Entre estos cambios, el Card. Daniel Sturla designó como nuevo Vicario de la Juventud el Pbro. Marcelo Marciano, quien estará en el lugar que ocupaba el Pbro. Mathías Soiza. En la siguiente entrevista, el nuevo titular de Iglesia Joven Montevideo comenta sus planes a futuro para esta vicaría, así como los principales desafíos que tendrá que afrontar. Con alegría destaca que recibió esta nueva noticia “muy bien, es un desafío lindo, me encanta estar con los jóvenes y lo disfruto mucho”.
¿Cómo fue su discernimiento vocacional?
Mi vocación resultó ser tardía, a pesar de que siempre fui a colegio católico y recibí formación. Cuando tenía 22 años falleció un amigo mío y eso me cambió la vida… a partir de ahí empecé un gran proceso de acercamiento a la fe. En ese proceso, comencé a sentir en mi corazón que Dios me pedía que fuera cura. Yo decía que no, que eso no era para mí, decía “yo estoy lejísimo de eso” y lo peleé… pero Dios me ganó.
Yo participaba del grupo de la Parroquia de Punta Carretas, mi parroquia de origen, y ahí fue que descubrí mi vocación. Entré al seminario con 27 o 28 años. La etapa del seminario y el estudio fue muy linda, y creo que me ayudó el haber entrado más maduro. Dios llama al que quiere, cuando quiere y como quiere. Este año 2020 en abril cumplo cinco años de sacerdote.
¿Cómo fue recibir la noticia de que será el próximo vicario de jóvenes, al frente de Iglesia Joven Montevideo?
Asumí la Vicaría de jóvenes ahora en el mes de febrero, y ya estoy pensando en los grandes desafíos que se vienen este año, como la organización de la Jornada Nacional de la Juventud (JNJ) a nivel nacional y dentro del V Congreso Eucarístico Nacional.
Recibí la noticia muy bien, es un desafío lindo, me encanta estar con los jóvenes y lo disfruto mucho. Al vivir en la Parroquia María Reina de la Paz junto con al P. Mathías Soiza (anterior vicario de jóvenes), conozco cómo es esta vicaría. Viví con los últimos dos vicarios de jóvenes, el P. Sebastián Pinazzo y el P. Mathías Soiza; esto me ayuda a conocer la interna y el funcionamiento de ese trabajo.
¿Cuáles cree que son los principales desafíos de esta vicaría? ¿Qué objetivos se plantea?
Iglesia Joven Montevideo cuenta con varios eventos al año que son muy desafiantes, como la Misión de Navidad, la 100 k Iglesia Joven, los ejercicios espirituales, la Misión de la Esperanza el 2 de noviembre, las misas de universitarios, entre otros. Un gran objetivo es seguir con todos estos proyectos y tratar de ver cómo mejorarlos para llegar a más jóvenes, y ayudar a aquellos que andan medio perdidos, no a nivel de parroquias sino a nivel general. Muchas veces los jóvenes —me pasó a mí también— nos dejamos atrapar por diferentes cosas que ofrece el mundo y nos perdemos de todo esto que se genera en tono a la dimensión de la fe.
El mayor desafío es darle a los jóvenes la dimensión de la fe, que muchas veces no la desarrollan por el entorno en el que viven. Hay que demostrar que uno puede ser un joven católico, con un buen corazón y el mejor profesional el día de mañana… todo es compatible.
¿Cómo evalúa el trabajo que se está haciendo desde las parroquias de Montevideo con los grupos de jóvenes?
Los jóvenes precisan tener una identidad y sentirse parte de un grupo. Entonces, por ejemplo, el voluntariado con personas en situación de calle, las misiones por los barrios, las adoraciones al Santísimo, todo suma. Independientemente de lo que es la parte del servicio, creo que la dimensión espiritual es súper importante, porque el servicio y la espiritualidad se tienen que complementar… que es lo que está pasando en la gran mayoría de las parroquias de Montevideo. Por ejemplo, fue muy lindo ver a los jóvenes en el Rosario de Bendiciones para las Familias de este año, cómo rezaron, adoraron y luego se sumaron al festival de música.
¿Cómo se trabaja la coordinación de la pastoral de jóvenes con la pastoral vocacional?
En la pastoral vocacional está el P. Sebastián “Cheba” Alcorta y siempre se trabaja en conjunto, procurando que exista una unidad y coherencia entre los proyectos que se hacen durante el año. Por ejemplo, este año entran dos chicos al seminario, los dos pasaron por la pastoral vocacional y participaron en todos los ejercicios espirituales de Iglesia Joven el año pasado.
A la vista está que usted cuenta con gran presencia en redes sociales, ¿cree que esto ayuda a estar más cerca de ellos, de alguna forma?
Las redes sociales, en el mundo en el que vivimos hoy, son muy importantes; pero hay que saber usarlas. Un gran uso que le doy a mis redes sociales es para que los jóvenes vean que los curas no somos personas lejanas y que usamos los mismos medios que usa el mundo para comunicarnos. Yo no estoy todo el día en las redes sociales, es solo un rato. Durante el día tengo que atender la parroquia, recibir a gente y ahora el trabajo en la pastoral de jóvenes.
Las redes sociales bien utilizadas evangelizan mucho, para mí es un medio de evangelización fundamental hoy en día. Por ejemplo, para las actividades que hacemos en la Parroquia de María Reina de la Paz hemos implementado el uso de WhatsApp, por donde se difunden todas las actividades de la parroquia, y la gente responde muy bien a esa forma de recibir invitaciones, como lo es el Instagram y Facebook. A las misas y celebraciones de la parroquia ha venido mucha gente del interior diciendo que se enteran de las novedades por las redes; incluso hay quienes vienen de visita a Montevideo y pasan un rato por la parroquia. Me escribe gente de Italia, España, Estados Unidos, Asia, Malasia… te llegan mensajes que vos no te imaginás. Aunque los que me conocen saben que respondo en uno o dos días, por el tiempo de que dispongo. Pero ese contacto es algo que me gusta.
Algo para agregar…
Que recen por mí. Este es un trabajo que no se tiene que centralizar en una persona, sino que hay que hacer que todos seamos conscientes de que, si cada uno pone su grano de arena, la cosa funciona. Quiero que en Iglesia Joven todos los jóvenes se sientan parte de un proyecto que busca que la gente se enamore de Jesús.