El sábado 25 de febrero se realizó un nuevo encuentro de catequistas, organizado por la Vicaría de la Catequesis.
“A los catequistas no nos para nadie”, eran las primeras palabras de Javier Velázquez, director de la Vicaría para la Catequesis en Montevideo, durante la bienvenida. A las 9 de la mañana, la lluvia estaba tímidamente presente mientras la presencia de los formadores en la fe dentro del Colegio Seminario —lugar de convocatoria— ya superaba el centenar. Media hora después, los presentes eran más de doscientos.
Naturalmente, el extenso itinerario de la jornada —que incluyó dinámicas grupales y una celebración presidida por el Card. Daniel Sturla— demandó algunos ajustes durante la marcha. Velázquez reconoció que estaba en actividad una hora y media antes del inicio del encuentro, pero a pesar de ello lo vivió con mucha alegría. “Por la preparación que genera, estamos muy contentos y muy conformes con la asistencia. Había más de doscientos treinta inscriptos y hubo gente que concurrió sin haber estado anotada, así que el balance es positivo”, aseguró.
La necesidad del encuentro
En diálogo con ICMtv, el director de la Vicaría para la Catequesis reparó en la importancia de tener jornadas programadas para intercambiar distintas perspectivas en torno a la fe. “Queremos juntarnos para reflexionar y para formarnos, como hicimos en años anteriores. Estos encuentros sirven para intercambiar conocimientos, además de presentar los objetivos y la propuesta educativa de la vicaría”, reflexionó.
“El apoyo de los catequistas hacia la vicaría y su recepción de los materiales, es lo que le da sentido y valida nuestro trabajo”
Javier Velázquez
En el mismo sentido, Pablo Rosa, catequista de la parroquia San Ignacio de Loyola, expresó al mismo medio su satisfacción por el evento realizado: “¡La jornada de hoy fue excepcional! Integrar a todas las comunidades es un desafío y hoy vemos su resultado. Reunir a más de doscientos catequistas— me animo a decir que están todas las parroquias representadas, y si no, lo están casi todas— es una gran bendición. El día empezó con lluvia, a todos nos costó salir de la cama, pero estamos aquí presentes para continuar formándonos”.
Catequesis en “clave Jacinto”
Velázquez confirmó que la figura de monseñor Jacinto Vera será el eje de todas las actividades de la vicaría para el presente año: “Hoy anunciamos los eventos que realizaremos, con Jacinto Vera como referencia. El 20 de agosto celebraremos el día de la catequesis centrado en su figura (Con Jacinto, testimonio de fe)”.
“Jacinto, desde allí, desde su ser misionero y de ir a buscar al otro, dialoga muy bien con el ser catequista. Él lo fue, y en definitiva los catequistas somos quienes acercamos a Dios a las personas. En ese proceso, la presencia es muy importante, y Jacinto dedicó su vida a evangelizar. Aparece muy natural el vínculo entre los catequistas y su persona. Su beatificación es un gran regalo para toda la Iglesia en Uruguay”, explicó.

La Hna. Adriana Silva realizó una ponencia sobre la misión y vocación del catequista. Fuente: R. Fernández
Misión y vocación del catequista
Una de las actividades centrales del encuentro fue la ponencia de Adriana Silva, hermana consagrada que responde a su carisma como hija de María Auxiliadora (FMA).
“La misión y la vocación son dos caras de una misma realidad, porque hablan de la identidad del catequista. El papa Francisco hace referencia, una y otra vez, a que no trabajamos de catequistas sino que somos catequistas. Es algo intrínseco, es parte de un llamado”, precisó durante su intercambio con ICMtv.
Para la hermana, estos términos presentan puntos en común pero también claras diferencias. “Cuando hablamos de vocación hacemos referencia al ser; tengo que entrenarme en mi interioridad, disponerme, ejercitarme. Hay que tomar conciencia de que recibí un llamado para una tarea específica: transmitir la fe con todo lo que soy. Por su parte, la misión es sistemática, no solo implica el testimonio sino el contenido que le damos, aquello que clarifica y ayuda a las personas a introducirse en la vida en Cristo y en su misterio. Hay que pensarlo con criterios educativos y de acuerdo a las características de cada persona”, detalló.
“El llamado es de Dios, pero la decisión siempre es de cada uno”
Hna. Adriana Silva
Asimismo, explicó que, en este escenario, el proceso del discernimiento vocacional es clave. “¿Cómo podemos discernir? El Señor elige manifestarse a través de mediaciones, y hay tres grandes bloques. Uno es la voz interior, que muchos llaman la voz de la carne, y que tiene que ver con nuestra certeza de que el Espíritu Santo habita dentro de cada ser humano. Esa es la presencia de Dios que conduce hacia determinadas formas de vida y a rechazar algunos modos. Hay que estar atentos a esa propensión que no nos determina pero que nos orienta y despierta cierta atracción. El segundo se integra por las circunstancias históricas, aquellas situaciones en nuestro hogar o comunidad que también nos llaman. La tercera voz es del ambiente, son los testimonios de nuestros núcleos relacionales más cercanos, porque el catequista es miembro de una comunidad eclesial y muchas veces son ellos los que muestran los signos, o los referentes de cada grupo. El llamado es de Dios, pero la decisión siempre es de cada uno”.
Formarse en la fe
Uno de los puntos destacados durante la jornada fue el desafío de apostar por actualizar los conocimientos de cada catequista.
“La formación es clave, porque el don de la vocación es un llamado, pero también una responsabilidad. Tan importante como el llamado es la respuesta que se da. Y ella no es solamente decir ‘soy catequista’. Él nos da toda su fuerza y los medios para capacitarnos, pero es nuestro deber buscar los caminos, tener claro en qué debemos formarnos y crear las situaciones para poder hacerlo. Si amo lo que hago, entonces lo voy a querer perfeccionar. Cuando hay vocación, siempre querés dar lo mejor”, aseveró la Hna. Adriana Silva.

La jornada incluyó algunas actividades y dinámicas grupales. Fuente. R. Fernández
En tal sentido, la Vicaría para la Catequesis se encuentra realizando nuevos materiales para la formación en la fe. De acuerdo con Pablo Rosa, estos contenidos “son herramientas valiosísimas, porque aúnan el criterio de toda la Arquidiócesis. Nos pasaba —y lo percibimos durante los encuentros— que no se daba el mismo contenido en las distintas parroquias. Todos debemos mantener un mismo sentido y enseñar una misma fe. Es un logro brillante, los materiales tienen una calidad impresionante y están elaborados para nuestra propia realidad. En lo personal, tuve la bendición de integrar el grupo de coordinación de catequesis, y el trabajo —con Javier a la cabeza— fue muy rico. Realmente, como catequistas nos sentimos integrados, fue un proceso muy horizontal. La continua formación es muy necesaria para perfeccionarnos y aggiornar la Palabra, de manera de acercar el Evangelio a nuestras comunidades y realidades”.
Por su parte, Javier Velázquez valoró de manera positiva la respuesta de la comunidad sobre los nuevos materiales generados. “La recepción fue muy buena. Estuve visitando varias comunidades para ir siguiendo su uso, porque uno presenta el material pero también es interesante cómo ese contenido se ajusta a cada comunidad y zona de Montevideo. Ese acompañamiento de la vicaría y la utilización de los materiales ha sido excelente”, consideró.
El valor del primer paso
Además de los cursos y capacitaciones sobre los materiales “Jesús es el Señor” y acerca del nuevo directorio de la catequesis, la Vicaría ofrece otras formaciones, como lo son los cursos de inicio.
Esta propuesta está pensada para quienes deseen comenzar su recorrido como catequistas, y consta de ocho encuentros. Se realizará en la Facultad de Teología y los interesados se pueden inscribir a través de un correo electrónico a la dirección catequesis@icm.org.uy.