La Facultad de Teología del Uruguay inició un nuevo rectorado
El pasado miércoles, 16 de noviembre, se celebró una Misa con motivo del cambio de Rector en la Facultad de Teología del Uruguay “Monseñor Mariano Soler”. La celebración de la Eucaristía fue la segunda parte de una ceremonia que comenzó con el acto protocolar de traspaso de rectorado. El acto, celebrado en la Iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y San Alfonso (Tapes), contó con la presencia del Cardenal Daniel Sturla (Gran Canciller de la Facultad de Teología), varios obispos y sacerdotes, entre ellos algunos exrectores del seminario, así como funcionarios y estudiantes de la facultad y allegados. El Portal ICM también estuvo en el lugar para compartir con ustedes algunos momentos de esta celebración.
“Gracias por la comprensión y el apoyo”
El primero en tomar la palabra fue el Rector saliente, Monseñor Antonio Bonzani, que agradeció a los dos Grandes Cancilleres que tuvo la Facultad durante su rectorado: Monseñor Nicolás Cotugno, Arzobispo Emérito de Montevideo y el Cardenal Daniel Sturla, actual Arzobispo de Montevideo. Quiso aprovechar la acción de gracias eucarística “para agradecer a todos los que han posibilitado, con su comprensión y su apoyo, que cumpla con la responsabilidad de rector y con la función asignada a nuestra Facultad: el servicio de la Iglesia Católica en su misterio de evangelización de los hombres y de la cultura”. También quiso agradecer especialmente al Padre Daniel Martínez, quien se desempeño como secretario académico durante su rectorado.
Casa de estudio donde resuena la vida
A continuación tomó la palabra el nuevo rector, el Padre Ricardo Ramos. En primer lugar citó al apóstol San Pablo en su carta a Timoteo: “Doy gracias a Nuestro Señor Jesucristo porque me ha fortalecido y me ha considerado digno de confianza llamándome a su servicio”. Seguidamente agradeció al Gran Canciller Cardenal Daniel Sturla por pedirle ese servicio para la Iglesia. También agradeció a estudiantes y profesores “que han tenido que depositar su confianza en este servidor y al padre Fabián Silveira que ha aceptado ser el secretario académico”.
El actual rector planteó que la facultad es una casa de estudios “sí, lo repito, casa de estudios, no de evasión. Lugar donde resuenan los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo”. Recordó que “estamos ante un cambio de época que para muchos puede ser frustrante o paralizante, sin embargo estamos ante un tiempo de desafíos para forjar nuestra identidad cristiana”. Llamó a construir “un diálogo inteligente y no menos amoroso que manifieste una interioridad conquistada por Cristo. Se trata de involucrarnos y ser una Iglesia en el mundo y no contra el mundo”.
El Padre Ricardo Ramos reflexionó sobre las palabras del Papa Francisco “en un mundo donde la alegría de vivir frecuentemente se apaga”. Dijo que “estamos en la era del conocimiento y la información fuentes de un poder muchas veces anónimo. Pero ante esta realidad la palabra del Evangelio sigue siendo conmocionante: <>”.
El novel encargado de la Facultad de Teología insistió en el concepto de “casa de estudio”. Subrayó que debe ser un lugar “donde resuene la vida, en esta casa resuena el rumor de la fuente de la vida”. Argumentó que “en la vida cristiana todo el ser está involucrado, sediento de una plenitud de vida. Seguimos a un hombre que nos enseña a poner la vida en manos de Dios hasta la sed extrema. Seguimos a un Dios que se ha puesto sin reservas en nuestras manos porque tiene sed”. Recordó que en el encuentro de Aparecida la Iglesia latinoamericana advierte que “la experiencia cristiana consiste en reconocer la presencia de Jesucristo y seguirlo…El encuentro de Cristo será vital si ha resonado en todas las dimensiones de la afectividad del viviente”.
Más adelante, el Padre Ramos apuntó que el “conocimiento de Dios requiere la implicación del hombre en su totalidad. Pues Dios no se da, sin antes desbordar la capacidad que tiene el hombre para poderlo recibir. Dios está presente para el hombre a través del misterio y se comunica a través del misterio”. Y afirmó que la Facultad es una “casa de estudios, casa donde resuena la vida, casa donde resuena la experiencia de la comunión vital con Cristo y donde se busca la comprensión sistemática del misterio. Una casa donde se educa para el misterio”.
En la última parte de su alocución , el actual Rector de la Facultad de Teología, aseveró que “Jesús no transmite conocimientos abstractos que no tienen nada que ver con nuestros más profundos anhelos. Jesús no es un Dios abstracto, sino el Dios que actúa, que entra a nuestras vidas y nos quiere tomar de la mano. A través de las cosas ordinarias nos muestra quiénes somos y que debemos hacer para actuar en consecuencia. El Evangelio es una verdadera provocación, cara a cara, de todo orden, de toda sabiduría de este mundo”. Por tanto “El Evangelio nos llama a la vida en Cristo. Espero que esta casa sea una casa que irradie a Cristo, para que mucha gente tenga vida plena”.
Jugar en la cancha grande
Por último habló el Cardenal Daniel Sturla. Recordó que “hace 50 años el Concilio estaba recién terminado, soplaba ese viento de Pentecostés… es en ese clima que superiores religiosos y obispos dieron el aliento, la fuerza, pero también los medios y las personas para hacer realidad el Instituto teológico del Uruguay”. Luego hizo mención de todos los rectores que se fueron sucediendo a la cabeza de facultad. También puso en acción de gracias para la eucaristía a Monseñor Julio Cesar Delpiazzo (ex rector) y del padre Roberto Russo (profesor de Liturgia de la Facultad) que vivieron su pascua este año.
El Arzobispo de Montevideo agradeció especialmente “a Monseñor Antonio Bonzani, por estos ocho años de servicio a la Iglesia en este encargo” y el trabajo del Padre Daniel Martínez ( ahora ex secretario académico). Sobre Monseñor Bonzani añadió que “quiero darle gracias porque nuestra Iglesia es una Iglesia pequeña, pobre y sin embargo es capaz de mantener viva esta Facultad de Teología”. Mencionó, además, que en todo este tiempo “se han ido dando los pasos desde un incipiente instituto, a lo que hoy día es una facultad e instituto universitario”. Además aprovechó para “dar gracias por los 44 años de vida que lleva al servicio de la Iglesia en Uruguay, por los 30 años de docencia” de Monseñor Antonio Bonzani. También dijo “que a veces no nos damos cuenta el aporte que tantos hermanos y hermanas misioneros hacen a nuestra Iglesia. Y que se “casan” con esta realidad uruguaya, con nuestra Iglesia”.
Más adelante, el Cardenal Daniel Sturla mencionó que el Padre Ricardo Ramos “será el primer Rector formado en la Facultad de Teología del Uruguay”, y también la Facultad cuenta con su primer cardenal formado allí, haciendo referencia a sí mismo. No olvidó dar gracias al Padre Fabián Silveira, que será el secretario académico de la Facultad, además de Vicario de la Educación.
Sobre el final, el Cardenal Daniel Sturla quiso remarcar dos virtudes que le parecían importantes “sobre todo cuando uno asume un cargo de gobierno, sea en la Iglesia o en la sociedad civil”Por un lado la magnanimidad o grandeza de alma y “no jugar en la cancha chica. Muchas veces nosotros podemos tender a meternos en esos pequeños vericuetos y líos mezquinos que se dan en todo ámbito, y también en la Iglesia. Que importante jugar en cancha grande, tener mayor comprensión y amor”. Y la segunda virtud “tener capacidad de reírse de sí mismo. Que bueno es cuando uno tiene un servicio importante, no tomarse uno tan en serio. Es esa actitud que dice Santo Tomás Moro hablando en unas bienaventuranzas muy famosas (humanista, mártir, católico y santo, a quien este año se le dedicó un ciclo de conferencias por parte de la Universidad de la República): Felices los que saben reírse de sí mismos, porque no terminarán nunca de divertirse” concluyó.