La Virgen de los Treinta y Tres, Patrona del Uruguay
María aparece entre el cielo y la tierra: cercana a la luz, sobre la nube y los ángeles. No vemos sus pies apoyados en la tierra, porque en tanto esta es sinónimo de pecado y muerte, María no tiene contacto con ella.
Mons. Alberto Sanguinetti, obispo de Canelones, al describirla nos dice que los colores del manto no son menos simbólicos: el azul, “color del cielo, colocado por fuera, nos habla de la pertenencia de María a lo infinito y eterno”, mientras el blanco, “el color de la pureza, donde no hay ninguna mancha” es también “la página en blanco que espera ser escrita; la tela blanca que espera que el pintor plasme allí su creación”. El manto se mueve, agitado por el viento del Espíritu. La Virgen coronada es reconocida como reina, es decir como quien recibe parte en la soberanía absoluta y única del Rey de Reyes y Señor de Señores, Jesucristo.
El obispo de Canelones incluye en su descripción otro detalle significativo, que más de una vez ha sido resaltado: la Virgen “no mira, sino que se deja mirar: es la agraciada, la que ha hallado gracia a los ojos de Dios, y que, por lo mismo, se deja mirar por la bondad divina”.
María, en esta advocación, recibió del poeta Juan Zorrilla de San Martín el título de “Capitana y guía”: cabeza y conductora, reina y señora de la Patria, que conduce y simboliza nuestro camino como nación.
Del silencio, a la música y a todas las manifestaciones culturales
Desde 1994, enmarcado en los festejos anuales en honor a la Patrona del Uruguay, se realiza en la Catedral de Florida el concierto “Uruguay le canta a la Virgen de los Treinta y Tres”, con el auspicio del Ministerio de Educación y Cultura, del Ministerio de Relaciones Exteriores y del Ministerio de Turismo.
La música no es la única protagonista en el Festival: también en su dinámica se incluye la entrega de la “Plaqueta del Pintado” —un bajo-relieve realizado por el escultor Luis Ricobaldi, inspirado en uno de los paneles de las puertas de bronce de la catedral— a personalidades de la cultura que se han destacado en su trayectoria. Nombres célebres han pasado por el escenario a recibir el reconocimiento: Martha Escondeur, Cristina Fernández, Washington Carrasco, Tomás de Mattos, Mario Cayota, Silvia Puentes de Oyenard, Julio Frade, Lágrima Ríos, Federico García Vigil, Ignacio Iturria, Alfredo Testoni, Estela Medina, Cristina García Banegas, Antonio Larreta y China Zorrilla son solo algunos de ellos.
Hace tiempo escuché del obispo de Melo unas palabras que quedaron grabadas en mi memoria: “Nuestra Virgencita de los Treinta y Tres tiene su mensaje. Un mensaje silencioso, pero que llega a los corazones que se abren a él”.
Su presencia de Madre que abraza casi dos siglos de vida independiente, también vincula nuestras raíces a los dos siglos anteriores. Y su presencia maternal también nos abraza hoy, en la vivencia de cada día, especialmente cuando los segundos domingos del mes de noviembre todos los católicos del Uruguay nos congregamos a sus pies.