Repasamos los detalles del proceso de elección para el 267º sucesor de Pedro. Con información en base a ACI Prensa e Iglesia.org.
En el momento de escribir este artículo, cientos de miles de personas han pasado por la Basílica de San Pedro a despedir al papa Francisco. Cuando el quincenario Entre Todos esté en las comunidades —el sábado 26—, en Roma se estarán llevando adelante las exequias del pontífice y luego sus restos serán trasladados a la Basílica de Santa María la Mayor, donde estará su tumba.
Pero con la muerte de un papa surgen también las preguntas por el proceso para la elección de su sucesor. Aquí damos una muy resumida guía del proceso que se lleva adelante.
La elección de un nuevo pontífice
En la actualidad, el proceso está guiado por la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, del papa san Juan Pablo II, promulgada en 1996.
Lo primero que hay que destacar es que tras la muerte del papa comienza un período que se llama de sede vacante. Durante este período rige el principio de nihil innovetur (que no se innove nada). También durante este tiempo, el Colegio de Cardenales puede reunirse en dos tipos de reuniones: las Congregaciones Generales y las Congregaciones Particulares.
¿Cuándo comienza el cónclave?
El cónclave debe reunirse quince días después de la vacante de la Sede Apostólica, aunque el Colegio de Cardenales puede establecer otra fecha, que no puede retrasarse más de veinte días desde la vacante.
En él pueden participar únicamente a los cardenales que en el momento de producirse la sede vacante tengan menos de ochenta años cumplidos: por lo tanto, si un cardenal cumple 80 años después de producirse la vacante -antes incluso de que comience el cónclave- tiene derecho a elegir al nuevo papa.
En la jornada de hoy, se confirmó que el cónclave comenzará el miércoles 7 de mayo.
¿Dónde se celebra el cónclave?
El cónclave debe desarrollarse dentro del territorio de la Ciudad del Vaticano, en lugares y edificios determinados, cerrados a los extraños, de modo que se garantice una conveniente acomodación y permanencia de los cardenales electores y de quienes, por título legítimo, están llamados a colaborar al normal desarrollo de la elección misma.
Si bien no es obligatorio, la práctica indica la Capilla Sixtina, dentro del Vaticano, como lugar habitual del cónclave. Además, en la Universi Dominici Gregis se introduce una novedad importante: «En el momento establecido para el comienzo del proceso de la elección del Sumo Pontífice, todos los Cardenales electores deberán haber recibido y tomado una conveniente acomodación en la llamada “Domus Sanctae Marthae”, construida recientemente en la Ciudad del Vaticano».
El día fijado para el comienzo del cónclave, por la mañana, se reúnen los cardenales electores en la Basílica San Pedro, y celebran la misa votiva «Pro eligendo Papa». Esa misma tarde los cardenales acuden en procesión a la Capilla Sixtina. Al llegar emiten solemne juramento.
Es misión del cardenal camarlengo, ayudado desde el exterior por el sustituto de la Secretaría de Estado, que la elección del papa se desarrolle con la necesaria reserva y discreción. Para ello puede emplear los medios técnicos que estime conveniente, de modo que asegure que no se instalen medios audiovisuales de grabación y transmisión al exterior.
¿Cuáles son los modos de elección?
La elección por escrutinio, el único modo actualmente válido, tiene lugar a través de la votación, individual y secreta, de los Cardenales electores. Se deben realizar dos votaciones cada día, además de una votación la tarde en que comienza el cónclave. Para que sea válida la elección debe contar con dos tercios de los votos. Si después de 24 escrutinios los cardenales no consiguen ponerse de acuerdo sobre el cardenal elegido, podrán decidir por mayoría absoluta el modo de proceder, pero nunca se deberá prescindir del requisito de exigir mayoría simple para que sea válida la elección.
Después de cada elección se queman las papeletas. La tradición indica que los cardenales provoquen que el humo sea negro si no se ha elegido al Papa, o blanco si se ha elegido al nuevo romano pontífice: es la conocida fumata negra o fumata blanca.
¿Hay requisitos para ser elegido Pontífice?
La legislación canónica no impone requisitos para ser elegido papa: por lo tanto, se deben considerar requisitos propios del derecho divino para ser obispo, es decir, ser varón con pleno uso de razón. En la práctica, sin embargo, desde hace muchos siglos el elegido ha sido siempre cardenal.
¿Cómo acepta el cardenal elegido ser pontífice?
Una vez elegido, el cardenal decano pregunta al elegido si acepta su elección canónica como sumo pontífice. Si el elegido que es obispo acepta, desde ese momento adquiere de hecho la plena y suprema potestad sobre la Iglesia universal. Una vez que ha aceptado, le pregunta el nombre por el que quiere ser llamado. Si el elegido no es obispo, se procede inmediatamente a su ordenación episcopal.
Los cardenales a continuación le rinden homenaje y le prestan obediencia. Después el primero de los cardenales diáconos -es decir, el cardenal protodiácono- anuncia desde el balcón de la Basílica Vaticana al pueblo reunido en la plaza de San Pedro la elección del nuevo Papa, usando la tradicional fórmula: «Nuntio vobis gaudium magnum: habemus Papam!». Luego, el romano pontífice imparte la bendición Urbi et Orbi.