El Arzobispo llama a decidir con madurez y libertad
Queridos fieles católicos de la Arquidiócesis de Montevideo:
Se ha creado una confusión alrededor de la postura de la Iglesia en torno a la «Ley Integral para Personas Trans» y al referéndum promovido para su derogación, así como sobre mi postura ante la misma.
1 – La postura que hemos tomado como Iglesia está expresada en el documento de la Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU): «No a la discriminación, sí al respeto» del 10 de noviembre de 2014. El año pasado la Comisión de Familia de la CEU publicó un documento contrario al proyecto de Ley Integral para Personas Trans, el 7 de mayo de 2018.
2 – Es una realidad que las personas trans han sido históricamente de los grupos más discriminados por su condición, lo que genera un gran dolor. El Evangelio nos interpela: no podemos más que estar del lado de los que tanto sufren en nuestra sociedad. Por lo tanto siempre contarán con el apoyo y el acompañamiento de la Iglesia.
3 – Mi posición es la que expresé en Semana Santa en un reportaje. Estoy en contra de varios artículos de la ley porque están basados en la ideología de género y establecen una disociación género-sexo que es incompatible con el sentido común y con la antropología cristiana. Pero la ley ampara a un pequeño grupo de personas que han sido discriminadas. Ellas merecen por esta situación ser tenidas especialmente en cuenta.
4 – ¿Es oportuno entonces adherirse al pre referéndum del 4 de agosto? Creo que cada católico con madurez y libertad decidirá lo que le parezca más oportuno. Muchas veces aparecen juntos el trigo y la cizaña, como en la parábola evangélica. Por mi parte, entiendo que hay que buscar otros caminos para poder cambiar los artículos de la ley que significan una toma de postura ideológica del Estado, y, al mismo tiempo, atender y reparar la situación de discriminación que han sufrido las personas trans.
5 – La «ideología de género», cuya existencia es negada por aquellos que la promueven, ha sido definida por el papa Francisco como un tipo de «colonización ideológica». Lo que cabe frente a ella es una postura propositiva basada en la antropología cristiana, como es por ejemplo la propuesta de educación afectivo-sexual «Aprender a amar» presentada en 2017 por la Iglesia de Montevideo, que muchos padres y educadores han asumido.
Siguiendo su recta conciencia, a la luz del Espíritu Santo, los invito a discernir y tomar la posición que consideren más adecuada.
+ Card. Daniel Sturla
Arzobispo de Montevideo