Solemnidad de Corpus Christi en la Iglesia Matriz
El domingo 6 de junio se celebró la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo o Corpus Christi. La misa en la Catedral Metropolitana fue presidida por el Card. Daniel Sturla, acompañado por el párroco, el padre Juan González.
Como siempre durante esta pandemia hubo un aforo limitado y la transmisión se pudo seguir a través del canal de Youtube de ICMtv.
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?
Al comenzar la homilía el Card. Daniel Sturla recordó las palabras del Salmo 115: “¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?” Y llamó a quienes seguían la celebración a a descubrir que el Dios está con nosotros “en medio de las dificultades del camino, en este tiempo tan difícil que vivimos, lleno de interrogantes e incertidumbres, miedos, angustias, y dolor por los que partieron, están solos o enfermos”.
Por eso el arzobispo subrayó que “en el medio de las angustias y dificultades de la vida están los dones de Dios que estamos llamados a recibir, apreciar, agradecer y por ello alabar al Señor”, y “precisamente, no solo cuando todo va fantástico; sino en el momento del dolor, de la dificultad, de la incomprensión; también de la crítica y la calumnia”.
Explicó que para el cristiano “es clave descubrir que en las vicisitudes del camino, aquello del valle de lágrimas, pero sin dudas también con experiencias bonitas que vivimos en nuestra vida, entre luces y sombras siempre nos alimentamos del Cuerpo de Cristo, y esto es capaz de hacernos exultar de gozo, aún en la tribulación”.
Y compartió que “entre las experiencias sacerdotales más fuertes está la de llevar la comunión a los enfermos, a aquellos que ya se están despidiendo de este mundo y que experimentan allí el consuelo, la paz y el amor de Dios que los alimenta, que lo reciben como viático en el camino final hacia el encuentro con Dios”.
Una alianza para todos
Más adelante, el Card. Daniel Sturla recordó “que la mesa del altar, mesa del pan partido y compartido, es mesa de sacrificio”. “Aquí, en esta Iglesia hoy, como en todas las iglesias del mundo católico, se actualiza el sacrificio de Cristo, en forma incruenta. Hoy, está nuevamente entregándonos su Cuerpo y su Sangre, y nosotros asistimos a esta experiencia y celebramos el gozo de esta alianza nueva y eterna”, agregó.
Sostuvo que “a esta alianza está llamado todo ser humano, a compartirla y hacer este pacto con Cristo que se hace vida nueva en el bautismo, donde nos hacemos parte del pueblo de la nueva alianza, y que se renueva en cada eucaristía”.
El arzobispo indicó que “experimentamos que el Señor nos perdona, pero el perdón de nuestros pecados ha costado sangre, ha costado amar hasta el extremo. El Señor no se ha entregado por nosotros porque seamos fantásticos… se entregó precisamente porque éramos pecadores”.
La maravilla de la vida cristiana
Continuando con la homilía, el Card. Daniel Sturla dijo que “en la patena y en el cáliz están nuestros trabajos, nuestras vidas, lo que cada uno quiere poner sobre el altar. En el pan y el vino está nuestra humanidad, esa es la materia sobre la que actúa el Espíritu Santo para transformarla en Cuerpo y Sangre de Cristo”. “Nosotros también queremos que el Espíritu Santo actúe sobre nuestra vida y nos transforme”, añadió. “Precisamos renovar la alianza del bautismo en cada eucaristía”, afirmó.
Visiblemente emocionado el arzobispo sostuvo : «esta es la maravilla de la vida cristiana, somos pobres criaturas y sin embargo, con un alma espiritual, llamados a participar en algo que nos supera totalmente, a participar de la misma vida de Dios. Y eso es lo que vivimos y recibimos, haciendo memoria y anticipando la gloria del cielo».
“Demos gracias a Dios, porque podemos decir, aún en la dificultad y en la incertidumbre, ¿cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?”, concluyó.
Bendición para todo Montevideo
Sobre el final de la celebración, el Card. Daniel Sturla tomó la Custodia con el Santísimo Sacramento y salió al atrio de la Catedral Metropolitana. Desde ese lugar bendijo a toda la ciudad, en un gesto que ya había realizado el pasado año y que se realizó en muchas comunidades de la Arquidiócesis y del país.