Entre otros anuncios está el aplazamiento, hasta el próximo año, del V Congreso Eucarístico Nacional
Del martes 16 al jueves 18 de junio, en la Casa de Retiros Jesús Buen Pastor de Florida, se reunieron los obispos de la Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU). La Asamblea, que se realiza habitualmente en el mes de abril, había sido postergada por el surgimiento de la pandemia del coronavirus.
Este viernes 19 de junio en una conferencia de prensa, realizada en el sede de la CEU, los obispos Mons. Milton Tróccoli, secretario de la CEU, y Mons. Pablo Jourdan, Obispo auxiliar de Montevideo, presentaron los resultados y las decisiones de la reunión.
Puesta a punto en tiempos de pandemia
Durante la Asamblea, los obispos recibieron la visita del Nuncio Apostólico, Mons. Martin Krebs, con quien dialogaron sobre la situación actual de nuestra Iglesia en este tiempo marcado por la aparición del COVID – 19.
También recibieron al P. Julio Fernández Techera sj y al Mag. Federico Reyes, Vicepresidente ejecutivo y Director ejecutivo, respectivamente, de la Fundación Sophia, que presentaron algunos proyectos de futuro impulsados por la fundación.
En otro momento, la Mag. Gabriela Gómez y el Lic. Camilo Genta presentaron los avances del programa Puentes de Solidaridad, de atención a migrantes de origen venezolano que llegan a Uruguay. Este es un programa es promovido por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, en coordinación con las Conferencias Episcopales de América del Sur.
Postergación del V CEN y Santuario Nacional de la Virgen de Guadalupe
Una de las decisiones más importante que se tomaron durante esta reunión fue la postergación del V Congreso Eucarístico Nacional que estaba fijado para octubre de este año. La nueva fecha de realización sería del 15 al 17 de octubre del 2021.
Por otro lado, a solicitud del obispo de la Diócesis de Canelones, Mons. Alberto Sanguinetti, la Conferencia Episcopal del Uruguay declaró a la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe como Santuario Nacional de esta misma advocación mariana.
Declaración sobre eutanasia y suicidio médicamente asistido
Así mismo, en la conferencia de prensa los obispos del Uruguay presentaron la “Declaración sobre la Eutanasia y el Suicidio médicamente asistido. Un aporte para el debate público” (documento completo). Esta Declaración da a conocer la posición de la Iglesia sobre estos temas, que son objeto de debate en este tiempo.
En el resumen conclusivo los obispos recuerdan que “La dignidad de la persona se fundamenta en el mismo hecho de pertenecer a la especie ‘humana’. La vida de cada persona es bella, única, irrepetible e insustituible”. Y por eso entienden que “Necesitamos un Uruguay que acoja, proteja, promueva y acompañe a cada persona en toda su existencia, incluida la etapa final de su vida terrena, a través de la fundamental ayuda de la familia, la medicina paliativa y la genuina experiencia religiosa”.
Más adelante aseguran que “No es éticamente aceptable causar la muerte de un enfermo, ni siquiera para evitarle el dolor y el sufrimiento, aunque él lo pida expresamente. Ni el paciente, ni el personal sanitario, ni los familiares tienen la facultad de decidir o provocar la muerte de una persona”. Y agregan, “Tampoco es éticamente aceptable la obstinación terapéutica que consiste en querer prolongar la vida del paciente a toda costa, sabiendo que no se proporciona un beneficio al paciente. La aplicación de procedimientos diagnósticos y terapéuticos desproporcionados solo sirve para prolongar inútilmente la agonía”.
En otro punto, la CEU señala que “La sedación paliativa es una indicación médica científica y éticamente correcta, que se plantea cuando los pacientes padecen síntomas refractarios que le provocan un sufrimiento intolerable. Exige un control clínico permanente del efecto buscado y requiere para su inicio el consentimiento explícito o implícito del paciente, o en caso de incapacidad, delegado en un familiar directo”.
Cuidar la dignidad humana
Para los obispos “Nuestra sociedad necesita apoyar las leyes que prevengan y desestimulen cualquier género de eutanasia y suicidio asistido. Valoramos las leyes que han permitido el acceso universal a programas de salud mental, a la medicina paliativa y al sistema nacional de cuidados, pero aún es preciso desarrollar programas que faciliten su cumplimiento y la accesibilidad real a toda la población”.
Y puntualizan que “Jurídicamente, un proyecto en favor de la eutanasia y el suicidio médicamente asistido, implica cambiar el valor absoluto de la vida humana y su carácter de derecho humano fundamental indisponible e irrenunciable, contra la Constitución y los Derechos Humanos”.
Como asamblea de obispos advierten que “Se induce a error y se abre la puerta a una cadena de violaciones de la dignidad de la persona humana cuando se pretende legalizar la eutanasia y la asistencia al suicidio, mediante el uso de términos genéricos tales como ´sufrimientos insoportables´ y cuando se los quiere justificar con conceptos vagos como ´autonomía absoluta´, ´vida indigna de ser vivida´ y ´muerte digna´. Ninguno de estos términos tienen interpretaciones claras y unívocas. La experiencia en otros países demuestra que terminan dando lugar a diversos abusos”.
Sobre el final del documento, los obispos expresan que “En las enfermedades graves y más aún cuando probablemente se acerca la muerte, las personas se encuentran por lo general especialmente necesitadas y deseosas de múltiples apoyos, así como de asistencia religiosa. La Iglesia, servidora de la humanidad, quiere ofrecer la luz de la vida eterna que emana de Cristo muerto y resucitado, capaz de llenar de amor, misericordia y esperanza las situaciones más complejas y, en muchas ocasiones, dolorosas de la existencia humana. Solo así podremos llegar con paz y dignidad a expresar en el momento final sentimientos confiados y palabras similares a aquellas de Jesucristo en su agonía: ´En tus manos, Padre, encomiendo mi espíritu´ (Lc 23,46)”.
En el resumen del documento los obispos del Uruguay explican que este busca ser “un aporte en esta importante problemática moral”.
1 Comment
Demos gracias a Dios por vuestras reflexiones y conclusiones.
Qué Dios los bendiga largamente