El Dr. Pedro Gaudiano nos acerca a la fe del Prócer de los Orientales
Por Pedro Gaudiano
El 19 de junio se celebra en Uruguay un doble acontecimiento: el Día de los abuelos y el nacimiento de José Artigas. Es un tiempo propicio para poder reivindicar, con transparencia y también con humildad, la verdad histórica sobre Artigas como hombre de fe.
La faceta amputada de Artigas
Me gusta mucho hablar de la faceta amputada del Prócer. ¿En qué sentido? En el sentido que desde nuestra historiografía se nos ha recortado la imagen de Artigas. Por lo general todos tenemos la imagen de un Artigas de bronce arriba del caballo, como en el monumento de la Plaza Independencia. Pero muchas veces olvidamos que detrás de esa “construcción colectiva” del Prócer existió un hombre de carne y hueso.
Algunas de las facetas humanas de Artigas han generado una gran proliferación de libros. Se conoce por ejemplo su vida afectiva, las ocho mujeres que tuvo, sus 14 hijos, etc. Está bien conocer y divulgar esos datos, porque forman parte de la vida de Artigas. De hecho, en el libro “Artigas Católico” menciono muchos de esos aspectos. Pero la faceta religiosa del Prócer, su faceta cristiana, las raíces católicas de su personalidad y de su ideario, muchas veces pasan totalmente desapercibidas, no se reconocen y no se divulgan.
El «Artigas católico»
En 2022 se cumplirán los 20 años de la primera edición del libro “Artigas Católico”, prologado por el entonces Arzobispo de Montevideo, Mons. Nicolás Cotugno. La segunda edición, de 2004, fue ampliada con un índice de personas y lugares y cuenta con un prólogo del investigador e historiador Arturo Ardao. Ambas ediciones están agotadas.
Ardao, en su libro “Racionalismo y liberalismo en el Uruguay”, publicado en 1962, había afirmado que “la constante fe católica de Artigas es innegable”. Sin embargo, ese aspecto del Prócer no había sido estudiado, según él, con “tanta y tan sólida documentación como la que luce esta extensa obra, una enjundiosa obra que viene a llenar a plenitud un grande vacío historiográfico”. El “Artigas católico”, en efecto, es un libro de carácter académico, con un aparato crítico de 750 notas, en muchas de las cuales se citan varios documentos o libros referidos.
«Los valores de José Artigas»
Durante mucho tiempo tuve la intención de “traducir” el contenido del “Artigas católico” y hacerlo más accesible al público en general, y en especial a las nuevas generaciones. Finalmente en 2011, con el auspicio del Archivo General de la Nación, publiqué “Los valores de José Artigas, para iluminar el Bicentenario”1, gracias al patrocinio de la Fundación Omar Ibargoyen Paiva.
Se trata de un libro pequeño, con 33 breves fichas ilustradas. Está pensado justamente para personas que no tienen tiempo para leer libros muy voluminosos y, en especial, para los educadores que necesitan herramientas para trabajar con niños y jóvenes. Me movió el deseo de que esos valores que vivió Artigas pudieran servir como faros, para que su luz encuentre acogida en el corazón y en la conciencia de todos los uruguayos.
Los testimonios más potentes de la fe de Artigas se encuentran en el período que él vivió en Paraguay, o sea de 1820 a 1850. Sin embargo, hoy queremos aportar solo algunas pinceladas referidas al entorno de su nacimiento e infancia.
Ambiente cultural y familiar
Artigas nació en un ambiente católico: en el año 1764, en el Montevideo colonial, casi no existían personas que no fueran católicas. No había judíos, ni musulmanes, ni mormones, ni ateos, ni protestantes… Recordemos que los protestantes llegarían recién a principios del siglo XIX con las invasiones inglesas. O sea que el entorno cultural que rodeó el nacimiento de Artigas era católico, y en esto los historiadores están absolutamente de acuerdo.
Por otro lado, Artigas pertenecía a una familia cristiana, católica, y hoy diríamos “comprometida” o “practicante”. Su padre, su padre, sus abuelos, sus tíos, eran integrantes de la así llamada “Venerable Orden Tercera Franciscana”. En la Iglesia católica, por ejemplo entre los franciscanos, existen tres órdenes: una primera orden es la de los sacerdotes, una segunda orden es la de las religiosas, y una tercera orden, la de los laicos.
Los familiares directos de Artigas, como terciarios franciscanos, eran laicos que estaban involucrados y comprometidos con la espiritualidad de San Francisco de Asís, que se destacó por vivir la pobreza evangélica, y por su atención y preocupación hacia los más pobres. El papá de Artigas, Martín José Artigas, era el limosnero mayor de la Orden Tercera Franciscana, es decir, recogía limosnas de los católicos de la época y luego personalmente las distribuía entre los más pobres.
Si hoy un padre católico, además de ir a misa y de rezar, tiene gestos concretos de solidaridad con los más pobres o necesitados, sin duda está transmitiendo la fe católica de una manera muy potente para su familia. El papá de Artigas, en este sentido, sin duda fue un gran modelo para su hijo y para toda su familia.
Educación franciscana
Como aprendimos de niños, Artigas se educó en el colegio del convento San Bernardino de los padres franciscanos de Montevideo. Esto también es un lugar común entre los historiadores y se enseña en las escuelas. Pero no suele aclarar que aquellos franciscanos maestros de Artigas fueron los grandes ideólogos de la revolución.
En efecto, los maestros de Artigas se habían formado en la Universidad de Córdoba, en Argentina. Allí se estudiaban las doctrinas de un jesuita español del siglo XVI llamado Francisco Suárez. Entre cosas, por ejemplo, aprendieron que la autoridad no le llegaba al gobernante directamente de Dios, sino que la autoridad Dios se la daba al pueblo, y el pueblo era el que le daba la autoridad al gobernante. Esto que aprendieron los maestros de Artigas, seguramente se lo transmitieron a él. Por eso hoy, cuando recordamos aquella famosa frase que todos sabemos de memoria “Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana”, estamos en presencia de raíces católicas innegables. Sólo es necesario descubrirlas y reconocerlas.
“El sol, la luna y la verdad”
Tenemos que reconocer que hay cosas objetivas en el ideario de Artigas que muestran su fe católica. No hay por qué ocultarlas, no hay por qué silenciarlas, ya que forman parte de la verdad histórica. Yo no puedo ocultar el sol con el dedo, porque tarde o temprano el sol va a resplandecer. Si se escamotea la sensibilidad y convicción religiosa de Artigas, eso lleva necesariamente a empobrecer y falsear su personalidad.
Siendo sinceros, cada uno de nosotros, seamos católicos o no, tenemos nuestras luces y nuestras sombras. ¡Artigas también! Tenía luces y tenía sombras, tenía cosas buenas y tenía cosas malas. Cometió errores e hizo cosas muy grandes… ¡pero eso forma parte de nuestra naturaleza humana! Entonces, ¿por qué omitir, recortar o separar la faceta religiosa del Prócer en lugar de incorporarla para poder así presentar en su integralidad la figura de Artigas?
El P. José Squadroni, fundador y segundo rector de la Universidad Católica del Uruguay y directivo de la Fundación Omar Ibargoyen Paiva, en el prólogo del libro “Los valores de José Artigas para iluminar el Bicentenario”, afirmó: “Hay tres cosas que no pueden ocultarse por mucho tiempo: el sol, la luna y la verdad”.
Estamos en una época oportuna, al inicio de este tercer milenio, para reivindicar con sencillez y humildad la verdad histórica sobre la centralidad de la fe religiosa del Prócer en su vida y su ideario. Confiamos que llegará la hora en que la verdad sobre Artigas como hombre de fe, resplandecerá más y mejor.
1 El libro “Los valores de José Artigas, para iluminar el Bicentenario” se puede adquirir en la Fundación Omar Ibargoyen Paiva, www.fundacionoip.org, tel. 098200888.
3 Comments
muchas gracias por este comentario de ARTIGAS-fabuloso!!-hay asuntos que nunca se tratan-como es la educación franciscana de Artigas-fruto de su época–su vida sentimental-normal en un militar de ese tiempo-.la fe del prócer–y su separación del ejército y su alejamiento—GRACIAS POR ESTE RATO–ya trataré de leer el libro de ARTIGAS CATOLICO
Al fin nos muestran al verdadero prócer, humano , lleno de sentimientos y sueños. El cristiano consecuente con su ser de bautizado y hombre de fe que refleja sus valores humanos y cristianos en su pensamiento y acciones.
Justo y necesario este segundo libro del Dr. Gaudiano sobre la «faceta amputada» del Procer.
Claramente, es un sesgo limitante de nuestros historiadores para con todos los líderes políticos del Uruguay, casi sin excepción, desde Artigas hasta el presente. Las razones de esta sería limitación de nuestros intelectuales, seguramente tiene que ver con su formación «Liberal-racional», que señalaba el Dr. Ardao. En los historiadores del S. XIX, además, sumado a un fuerte anticlericalismo y particularmente, un militante anticatolicismo. Por eso, se exaltaron las raíces liberales y republicanas de Artigas, pero no su fe cristiana. En el Sigo XX, por su parte, ya en pleno «país laico», que impulsó sobre todo (aunque no únicamente) el Batllismo, los historiadores de mayor renombre, habían superado el anticlericalismo, pero seguían limitados por visiones racionales, o «materialista-dialecticas» derivadas del marxismo. La intelligentzia uruguaya siguió teniendo muy pocos historiadores católicos, o que aún sin serlo, dieran relevacia a la formación religiosa innegable, que el niño y joven Artigas recibió de la Orden Franciscana, la verdadera cuna de la Revolución en el Rio de la Plata. Tema apasionante, que recién comienza a debatirse y esclarecerse, con obras como estás. Enhorabuena!