Se celebró la Vigilia Pascual en la Catedral Metropolitana
En la noche del sábado 16 de abril, en la Catedral de Montevideo, se celebró la Vigilia Pascual. La Misa fue presidida por el Card. Daniel Sturla y lo acompañaron el Nuncio Apostólico, Mons. Luciano Russo; el Consejero de la Nunciatura, Mons. Simón Sánchez; y el párroco de la Catedral, P. Juan González, así como algunos seminaristas.
Luego de dos años y a raíz del cese de la emergencia sanitaria la concurrencia de fieles volvió a ser masiva. Unas 150 personas participaron de la celebración.
El templo estaba a oscuras y el silencio dominaba el ambiente al comienzo de la celebración.
“En esta noche Santa, en la que Jesucristo pasó de la muerte a la vida, la Iglesia invita a todos sus hijos diseminados por toda la tierra a que se reúnan y permanezcan en vela para orar (…). Esperemos con fe compartir su triunfo sobre la muerte y vivir siempre con Él en Dios”, comenzó diciendo el Card. Daniel Sturla, quien a continuación bendijo el fuego con el que se encendió el cirio pascual.
Luego, el Arzobispo de Montevideo incrustó cinco piedras de incienso en el cirio, en forma de cruz, que representan las llagas gloriosas del resucitado y bendijo el cirio pascual donde figuran la cruz, el alfa y el omega –principio y fin- y el año en curso. Una vez encendido, ese fuego dio luz a las velas de todos los presentes y el templo se iluminó por primera vez en la noche.
Aún a oscuras comenzó la liturgia de la palabra. Se leyeron lecturas del Antiguo Testamento que narran los grandes momentos de la historia de la salvación. Primero, la lectura del libro del Génesis sobre la creación. Luego la lectura del libro de Éxodo que describe la liberación del pueblo de Israel de la dominación egipcia. Por último, la correspondiente al libro de Ezequiel. Cada una de estas estuvo acompañada por un salmo cantado.
A continuación, se anunció el canto del Gloria, se encendieron las luces y las campanas repicaron a voleo. La Catedral se iluminó de alegría por la resurrección de Jesús. Seguidamente, se leyó una lectura del Nuevo Testamento, se volvió a entonar el Aleluya y el P. Juan González proclamó el Evangelio.
El mal ha sido vencido, Cristo ha resucitado
“Queridos hermanos: ¡Felices Pascuas!. Ya estamos celebrando el gozo de la resurrección de Jesucristo. Esto nos llena de alegría, el Señor es bueno y ha vencido el pecado, el mal y la muerte”, exclamó el Card. Sturla al comienzo de la homilía. Luego compartió una parte de la homilía que el Papa Francisco dio horas antes.
El centro de su prédica estuvo en el poder que tiene el Señor para doblegar el mal y levantarnos de las distintas realidades que nos entristecen y duelen. Repasó la situación de guerra que se vive en Ucrania, el peligro en que el mundo se encuentra por ello y resaltó algunas problemáticas más próximas a nuestra sociedad como las personas que han caído en las adicciones, la trata de personas y las cárceles. “Nos parece entonces que el mal es más poderoso. Sin embargo, ¿esta noche qué nos dice? Que el mal ha sido vencido”, comentó. Luego mencionó: “la confianza nuestra está en que la resurrección de Cristo significa que ya ha comenzado ese mundo nuevo”.
El Card. Daniel Sturla dio un mensaje esperanzador. Destacó nuevamente el poder del amor de Dios para vencer el mal y dijo: “por eso queridos hermanos, en medio de las situaciones dramáticas del mundo y de las nuestras, de nuestras cruces y de nuestros pecados, tenemos la certeza de la victoria de Cristo resucitado”. Al cierre de su homilía mencionó que: “esta es la noche más santa en la que Cristo ha pasado de la muerte a la vida para siempre. Estamos invitados a dejar atrás esclavitudes y a gozarnos con el Señor de su victoria”.
Renovación de las promesas bautismales
Otro de los momentos que se destaca en la Vigilia Pascual es la liturgia bautismal. Fue bendecida el agua de la pila bautismal, se cantaron las letanías de los santos y los fieles renovaron las promesas bautismales. Luego, el Cardenal recorrió la Catedral y roció con agua bendita a cada uno de los presentes.