El Hospice San José cumple su primer aniversario en la atención a personas con enfermedad oncológica en la última etapa de su vida.
El 15 de agosto de 2023 el Hospice San José abrió sus puertas. El propósito del centro es cuidar a personas que están transitando su etapa final de vida, aquejadas por una enfermedad oncológica terminal y que, por su condición de carencias económicas y/o sociales, no tienen donde pasar ese tiempo bien cuidados. «Nosotros cuidamos de ellos como si fuera su hogar”, explica Luisa Regent, coordinadora del proyecto.
El “Cuidado Hospice” es un movimiento mundial nacido en Inglaterra con el objetivo de mejorar las condiciones de las personas en la etapa final de su vida. Un hospice brinda cuidados paliativos a personas que se encuentran en la última fase de una enfermedad avanzada. El servicio busca aliviar síntomas, tanto físicos como emocionales y espirituales, para mejorar la calidad de vida. La fundadora y pionera de estos cuidados fue Cicely Saunders (1918-2005), quien los comenzó en Inglaterra. Luego el modelo se expandió a otras partes del mundo.
Un equipo de trabajo del Hospice San José viajó a Liverpool, en 2022, para conocer de cerca el trabajo del Hospice Marie Curie (fundado en 1984) y a Pilar, Argentina, en 2023, para continuar con la formación y observar el desarrollo del Hospice Buen Samaritano (fundado en 2008).
Actualmente el hospice de Montevideo tiene capacidad para atender a tres huéspedes en simultáneo. “Si bien aspiramos a poder atender seis huéspedes en el futuro, hasta que el equipo de voluntarios no crezca en número no podemos recibir a más de tres, dado que no nos permitiría cuidarlos con la dedicación que buscamos”, aclara Regent.
Dentro del equipo de trabajo que lleva adelante este proyecto hay voluntarios y personas contratadas. El equipo técnico contratado está liderado por una doctora especialista en cuidados paliativos y oncóloga, la acompaña una licenciada en enfermería y un equipo de ocho auxiliares, mediante los que se cubre la enfermería “24/7” —todos los días, todas las horas—.
“Tú importas por ser tú. Tú importas hasta el último momento de tu vida y haremos todo lo que esté a nuestro alcance, no solo para que mueras de manera pacífica, sino también para que mientras vivas, lo hagas con dignidad”.
Cicely Saunders (fundadora de “Cuidado Hospice”, en Inglaterra)
“Todas las demás tareas las hacemos nosotros — continúa su explicación Luisa Regent— Contamos con un equipo de sesenta y cinco voluntarios, que cubren turnos de 8 a 21.30 horas y se encargan de las tareas propias de un hogar así como de acompañar. También contamos con el apoyo de voluntarios que se encargan de otras tareas como las donaciones, comunicación, trámites, entre otros”.
La fundación Luis Manuel Calleja, que es la que sostiene este centro, tiene la meta de alcanzar los cien voluntarios, para cubrir los veintiocho turnos, de cuatro horas cada uno. «El hospice necesita voluntarios que estén dispuestos a entrenarse, que estén dispuestos a hacer suyo el propósito de este servicio, que no es más ni menos que atender a personas que están en un momento extremadamente difícil de sus vidas”, reflexiona Regent.
Al desafío del número de voluntarios se suma también el económico, dado que el hospice no cobra ni a entidades médicas ni a los huéspedes, por lo que el esfuerzo es continuo para obtener donantes que colaboren con dinero o especies —materiales, comida, etcétera— para alcanzar los 650.000 pesos mensuales, que es el costo de funcionamiento actualmente.
La fundación planea un gran evento benéfico para recaudar fondos. El 1° de noviembre en la Rural del Prado, habrá una conferencia a cargo del orador internacional, Dr. Álvaro González Alorda.
Para colaborar con esta iniciativa se puede contactar a los referentes a través del mail fundacionlmcalleja@gmail.com.
Por: María José Pastorino
Redacción Entre Todos.