Entrevista ministro general de la Orden de los Frailes Menores Conventuales, Carlos Alberto Trovarelli.
Por María «Chula» García
El ministro general de la Orden de los Frailes Menores Conventuales, Carlos Alberto Trovarelli, se define como un uruguayo más, ya que la mayor parte de su ministerio lo vivió en nuestro país. Actualmente vive en Roma. La Iglesia hoy, la pandemia, el afecto por nuestra tierra y su gente, son algunos de los temas que conversó con Entre Todos.
La casa común
Nació en la ciudad de Cinco Saltos, en Río Negro, República Argentina. De padre italiano y madre argentina (descendiente de eslovenos), vivió una infancia tranquila en una familia muy marcada por las costumbres europeas. Tiene una hermana y dos hermanos, nueve sobrinos y cuatro sobrinos nietos. Su ciudad natal tiene la característica de poseer un canal de riego artificial que tiene cinco cascadas, de ahí deriva su nombre. Está situada sobre el Río Neuquén en una zona de frutales. Entre muchos niños y familias dedicadas a las tareas frutícolas, dio sus primeros pasos el sucesor número 120 de uno de los santos más grandes de la historia. “Trabajábamos todos juntos y hacíamos conservas de tomate y dulces en almíbar para el invierno”, recuerda Trovarelli.
Con el sello de Francisco
“Siempre fui a misa; la fe la obtuve de mi madre. En la niñez se me despertó la vocación. Cuando estaba terminando el liceo entré en un grupo de la parroquia, junto con mi hermana y dos amigos más, era el Camino Neocatecumenal. Me metí mucho a leer la Palabra. Hice tres años de Facultad de Ingeniería, pero en un momento sentí que la vida no tenía sentido si no la dedicaba a Dios, y si lo hacía, debía de ser en forma total”, afirma con decisión.
Durante una actividad de convivencia en la parroquia sintió la fuerte presencia de Dios y así comenzó el discernimiento acompañado por el obispo de su diócesis. “Era un hombre muy honesto; me di cuenta de que lo mío era la vida religiosa. En casa siempre hubo muchos libros, mi madre era una gran lectora. Leí sobre san Francisco, y también sobre los monjes. No sé en qué momento Dios me inspiró leer a Francisco; de chico había visto la película “Hermano Sol, Hermana Luna”, evoca el fraile.
A los 20 años, cuando comenzó su búsqueda espiritual, terminó tercer año de facultad e inició una serie de averiguaciones que lo llevaron a encontrar la dirección de los Franciscanos Conventuales. “Un día fui a Buenos Aires a consulta con el oftalmólogo y visité el convento San Francisco en la ciudad de Moreno; cuando entré dije: ´esta es mi casa´. Eso fue en 1983, y todavía lo sigue siendo”, cuenta emocionado.
El santo de Asís ha cautivado y sigue cautivando a miles de personas en todo el mundo. Su simpleza, sencillez y amor por la Creación despiertan una sensibilidad especial a quienes lo conocen y leen. Dios se encargó de que Su mensaje le llegara a este joven: “Me gustaron mucho sus claves, empecé a entender las intuiciones franciscanas: la minoridad, la sencillez, la fraternidad, el modo de relacionarse con Dios; era un santo muy juvenil, la figura presentada con los criterios franciscanos fue algo que siempre me atrajo. El todo o nada es de todos los santos, pero en él era muy radical; cuando dejó su casa, cuando decidió cómo vivir, cuando entendió lo que Dios le pedía, todo esto fue lo que me atrajo en ese momento y me sigue atrayendo hoy”.
Con la camiseta puesta
Al ingresar a la Orden fue destinado a Uruguay donde estuvo, en su primera etapa, un año, y luego, otros diez. Recorrió el país en varias oportunidades por lo que asegura que los uruguayos son directos y simples. “Viví en Fray Bentos, en Montevideo y en San Carlos. Fui director de la Residencia Universitaria Franciscana en la calle Canelones. Visité muchas familias, estoy muy ligado a esa tierra. La mayor parte de mi ministerio estuve ahí. Los uruguayos son directos, transparentes y simples, comparados con el resto de América Latina. Además, tienen la característica de ser muy cívicos”.
Durante todo ese tiempo cultivó muchas amistades, se hizo hincha de un cuadro grande y aprendió a compartir muchas ruedas de mate: “Me gusta mirar partidos, pero no soy fanático; soy hincha de Peñarol, y en Argentina, de Boca Juniors. Tomo poco mate pero nunca solo; ahora en pandemia tomo con los de mi burbuja”.
Siempre tuvo un afecto especial por San Carlos, ciudad ubicada en el departamento de Maldonado: “Siempre lo sentí como el lugar donde nací. Muchas veces decía que iba para Cinco Saltos y en realidad iba para San Carlos”, manifiesta con alegría.
Ve y repara mi Iglesia
Fue ministro provincial durante dos períodos, casi ocho años. Finalizando el último, lo eligieron para suplantar al fraile que había dejado el cargo de servicio de asistente para América Latina. “Me imaginaba ser elegido provincial porque venía trabajando mucho en el gobierno, pero nunca intuí ser elegido general de la Orden. Ni siquiera el mismo día pensé que me iban a elegir. Algún fraile me lo había dicho antes, pero realmente no lo pensé; tampoco me había preparado mucho. En ese momento sentí una gran emoción, no podía creer lo que estaba sucediendo. ´Esto es una locura, una locura´, fue lo único que le dije al fraile que estaba a mi lado, nada religioso lo mío” [risas].
Pasó el tiempo y se dio cuenta de por qué había sido elegido; Carlos entendió que todo tiene un sentido y reconoció que posee determinadas características para este tiempo de la Orden. “Creo que tengo algunas características que pueden ser oportunas para este momento, como, por ejemplo, la tarea de acompañar procesos. En el Capítulo General se elige al nuevo gobierno y ese día mismo se empieza a trabajar”, aclara.
Es la primera vez en la historia de la Orden que un argentino es elegido como sucesor del santo de Asís. Trovarelli asegura que la tarea implica una gran responsabilidad, además de que es un tiempo de grandes cambios que le generan profundas preguntas. “Me causa mucha emoción ser el sucesor de san Francisco. El general de los Conventuales lleva ese título. Cuando estuve en su tumba, el día en que me eligieron, le dije: dame tu espíritu. Es lindo y simbólico a la vez, porque todos somos sucesores de él, llamados a encarnar el Evangelio como él lo hizo. Soy símbolo de que eso se puede hacer y es a lo que estamos llamados”.
La Orden y las vocaciones hoy
Actualmente, la Orden de los Franciscanos Menores Conventuales es muy pequeña, pero se ha mantenido. “Hay más inclinación hacia el tema de la calidad de vida evangélica. Todo nuestro esfuerzo es para intentar que el carisma entre en todos los aspectos de la vida de los frailes. Veo que hay más conciencia en apostar por la formación permanente”.
Consultado sobre el fenómeno de las vocaciones y las nuevas formas de transmitir el mensaje de Jesús, destaca que los parámetros han cambiado en muchos aspectos: “Las vocaciones y la Orden crecen en Asia, África, India, Filipinas e Indonesia. Son lugares donde la minoría es católica pero el Oriente tiene una sensibilidad religiosa muy permeable al mensaje de vida consagrada. El llamado religioso es considerado como un gran honor”.
El General concluye que la situación en Europa ya no es como antes y que las diferencias son notablemente visibles entre los distintos continentes, regiones y países. Además, la edad del discernimiento vocacional se ha elevado muchísimo. En los países más desarrollados y materialistas, Dios queda un poco más escondido. América Latina también tiene sus particularidades: “Hay lugares más pobres que otros, hay sociedades más racionales y materialistas que se acercan al estilo europeo; ahí hay menos vocaciones, por ejemplo en todo el Cono Sur. En el norte y centro de Brasil son florecientes”.
”Es necesario hacer una reflexión sobre el número y la calidad de las vocaciones en el mundo. No necesariamente el número es el indicativo único o más importante. Todo esto está muy relacionado a la vida de la Iglesia. Si bien hay un contexto cultural que te aleja, puede haber una falta, en el buen sentido de la palabra, de estrategia de la difusión del mensaje eclesial; en algunos lugares se tiene que actualizar. Aunque ya hay quienes lo hacen”, sostiene.
La inesperada Hermana Muerte
La Orden no escapó de los estragos causados por la Covid-19. Italia fue uno de los países más perjudicados de Europa debido a la alta tasa de mortalidad y al inmenso número de contagios diarios. Al principio fue muy duro y muchos frailes vivieron su Pascua antes de tiempo. “No estábamos preparados para enfrentar la pandemia, al principio tuvimos muchos hermanos infectados. Primero tratamos de entender lo que estaba sucediendo y luego, los hermanos comenzaron a responder con mucha creatividad. Escribí algunas cartas a la Orden tratando de interpretar la situación; la respuesta de los hermanos fue positiva, fueron muy solidarios. Desde el gobierno pensamos que va a haber un cambio bastante radical, todos estamos un poco más pobres, lo cual creo que es bueno para la Orden. Estas cosas hacen surgir otros estilos de vida, otro acercamiento con la realidad y con la gente”, analiza.
“Pandemias hubo muchas veces, son parte de la vida. Intento explicarme desde Dios y darle un significado a todo esto, tratar de leer desde él la historia que nos toca. No me cuestiono si permitió que esto sucediera. La pandemia nos ha hecho cambiar varias dimensiones de la vida; todos estamos cada vez más cibernéticos, con sus cosas buenas y no tan buenas. Hay que prepararse para eso y hay que ser maduro para estar en el mundo de las redes sociales; no estoy divorciado de ellas, pero alejan si les damos un mal uso”, sostiene.
Desde el corazón
“No quiero terminar esta entrevista sin dirigirme a todos los queridos hermanos uruguayos, a los que van a leer esta nota, y a los que no, también. Los tengo presentes en mis oraciones; me despido con el saludo de paz y bien, y con la bendición franciscana”.
El pobre de Asís los une
Es coterráneo del papa Francisco. Cuando vivían en Buenos Aires se visitaban seguido; uno ejercía el cargo de ministro provincial y el otro de arzobispo de la ciudad. El 3 de octubre del año pasado se encontraron en la ceremonia donde Bergoglio firmó la encíclica Fratelli Tutti, en las vísperas de la memoria del santo de Asís. “Me sorprendió mucho que haya tomado el nombre Francisco y también que lo hubieran elegido papa; después, pensándolo bien, no me asombró tanto por sus opciones: la prioridad por los marginados, el diálogo interreligioso, la ecología, el tema de la transmisión del Evangelio en el tejido social.
2 Comments
Excelente artículo
Querido Carlos,
que maravilla que hayas llegado a tu destino primario,
el haber compartido la tarea de monaguillo en la parroquia San Juan Bosco de nuestro 5 Saltos y ser amigos de la infancia me autoriza a destacar tu persona
ya que te admiraba por tu inteligencia, tu don para tocar las obras clasicas en el piano, el tenis y sobre todo tu sencillez para con todos al compartir. abrir las puertas de tu casa ya hace 50 años muchas gracias !!!
siendo que de esta forma me diste valor y espacio sin discriminarme asi es que pude disfrutar de todas esas novedades para mi, tambien querido amigo nunca olvido cuando nos recibistes en Saldan junto a mamá Lucila aquello fue para mi un rescate espiritual que aun perdura.
Gracias Carlitos !!!, que sigas tu camino franciscano y santo de Yaveh.
Hasta siempre.