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Corpus Christi y la tradición de caminar con Jesús

Este domingo es la procesión de Corpus Christi en Montevideo

Este domingo en Montevideo se hará algo que se vivió por primera vez en el año 1264 en el norte de Roma: la procesión de Corpus Christi.

Desde las 15 horas miles de personas recorrerán la Av. 18 de Julio, desde la Parroquia del Cordón (18 y Vázquez) hasta la Catedral metropolitana, en la plaza Matriz. Al frente de la procesión irá el cardenal arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla, que llevará una hostia consagrada, el cuerpo de Jesús –y de ahí el nombre de la fiesta, por su traducción al latín–.

De esta manera, durante todo el camino los presentes adorarán, con cantos y oraciones, a Jesús presente en ese pequeño trozo de pan. Corpus Christi es precisamente eso: una fiesta de la Iglesia católica destinada a celebrar la Eucaristía, con la finalidad principal de proclamar y aumentar la fe de los católicos en la presencia real de Jesús en la hostia, el Santísimo Sacramento.

Al llegar a la Catedral, el cardenal bendecirá a los presentes y dirá unas palabras. El lema de este año es “ser la alegría de Dios”, el título de la carta pastoral publicada recientemente por el card. Sturla.

El milagro de Bolsena

La primera vez que hubo una procesión en torno a la hostia fue en el siglo XIII. En Bolsena, ciudad de Italia cercana a Roma, se produjo un milagro. Un sacerdote celebraba Misa y tuvo dudas de que la Consagración (momento en que el pan se convierte en cuerpo de Jesús y el vino, en su sangre) fuera real. Al momento de partir el pan, vio que de él salía sangre y no pudo evitar que se manchara el corporal, que es el pequeño mantel sobre el que se apoyan el cáliz y la patena.

bolsena3 La Misa en Bolsena, fresco de Rafael del año 1512. Está en la Estancia de Eliodoro, en los Palacios Pontificios del Vaticano.

La tradición cuenta que el sacerdote, perplejo, atinó a envolver todo en el corporal y lo dejó en la sacristía, pero no pudo evitar que se manchara el piso con sangre. Luego viajó a Orvieto, donde el Papa Urbano IV tenía su corte en aquél momento, para contarle lo sucedido. El Papa pidió al obispo de esa ciudad que fuera a Bolsena y una vez allí, se decidió trasladar el corporal hacia Orvieto para que lo viera el Papa.

Entonces tuvo lugar la primera procesión eucarística, con sacerdotes y fieles que caminaron juntos venerando la reliquia. Al año siguiente Urbano IV reconoció el milagro e instituyó para toda la Iglesia la fiesta de Corpus Christi, tomando una celebración que ya había en una diócesis de Bélgica. Le pidió a santo Tomás de Aquino preparar los textos para esa ocasión y estableció que se realizara todos los años, el primer jueves después de Pentecostés. Años más tarde se pasó para el domingo siguiente a la fiesta de la Santísima Trinidad.

Las reliquias

Al día de hoy se conservan en la catedral de Orvieto las reliquias del milagro. En la Capilla del Corporal están la hostia y los dos lienzos que se mancharon con sangre. El altar donde ocurrió el prodigio está en la iglesia de Santa Cristina en Bolsena. En esa ciudad también hay otras piezas de mármol que se mancharon con sangre.

En la procesión de Corpus Christi de Orvieto se recorren las calles con la hostia y el corporal.

La procesión de Corpus Christi en Bolsena se hace con la hostia y el corporal.

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